El Palquillo

La emotiva visita del Gran Poder a la parroquia de San Lucas en Santa Aurelia

  • La Virgen de la Caridad presidía un altar efímero a las puertas del templo para recibir al Señor

La emotiva visita del Gran Poder a la parroquia de San Lucas en Santa Aurelia

Uno de los momentos más esperados del traslado de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder a la Parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria, iba a producirse en la calle Dobla, muy cerca del Parque Amate, con la llegada del Señor a la Parroquia de San Lucas Evangelista. Este templo se erigió canónicamente en el 7 de julio de 1977, ante el crecimiento de la población en este sector del distrito Cerro-Amate, el llamado barrio de Santa Aurelia. Hace unos días recibían la visita del nuevo arzobispo de Sevilla, monseñor Saiz Meneses, con motivo de la festividad de San Lucas Evangelista, el 18 de octubre. Desde 2012 tiene aquí su sede el grupo de fieles de María Santísima de la Caridad, que rinde culto a una Dolorosa realizada en 2008 por el imaginero sevillano Antonio Joaquín Dubé de Luque. La Virgen presidía este sábado un altar efímero que se había dispuesto en la puerta del templo, expresamente para este acontecimiento histórico. 

Cuando la cruz de guía llegaba a las inmediaciones de la parroquia ya no había prácticamente ningún sitio donde apostarse. Fueron muchos los fieles que quisieron presenciar en primera persona este momento. En el atrio había aproximadamente medio centenar de sillas reservadas para las personas mayores y miembros de la parroquia, dejando un pasillo para que cupiesen las andas del Gran Poder. Se hacía el silencio y ya se vislumbraba la efigie de Dios tras una nube de incienso. El párroco de San Lucas Evangelista y delegado episcopal de asuntos jurídicos de hermandades, Miguel Vázquez Lombo, esperaba bajo el dintel del templo la llegada del Señor, flanqueado por un grupo de acólitos con cirios encendidos. El Gran Poder cruzaba el cancel. Comenzaron entonces a sonar las voces del coro que habitualmente acompaña las misas en la Basílica de San Lorenzo, dirigido por Joaquín Ruíz, entonando las Coplas a Jesús del Gran Poder.

Un grupo de hermanos de la cofradía del Viernes Santo entregaban estampas a los presentes, que en algunos casos no podían contener sus lágrimas de emoción. Caía el sol del mediodía sobre la cruz de cerrajería que remata la espadaña de la iglesia, mientras se rezaba con fervor y respeto ante la imagen del Señor. El capataz Manolo Villanueva tocaba el martillo y mandaba a girar las andas 180 grados, para que todo el mundo pudiese cruzar su mirada con la del Cristo que el escultor cordobés Juan de Mesa tallara hace más de 400 años. El Gran Poder se fue alejando lentamente, dejando una mar de bondades a su paso. Una visita imborrable a este humilde templo de singular fachada, donde habita una comunidad profundamente comprometida con los pobres. Entre edificios altos y casa bajas, enmarcado un paisaje urbano muy distinto al de San Lorenzo, el Señor de Sevilla seguía caminando rodeado de globos de colores y bajo un cielo inmaculado de nubes.

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