GLORIAS

La Reina de Todos los Santos, primer broche de las Glorias de Sevilla

La Reina de Todos los Santos en su procesión de este domingo

La Reina de Todos los Santos en su procesión de este domingo / JOAQUÍN GALÁN

Pasadas las seis y cuarto de la tarde comenzaba en la calle Feria la procesión de Nuestra Señora Reina de Todos los Santos, considerada como una de las glorias clásicas que ponen el broche al tiempo letífico antes de la Navidad, cuyo alumbrado ya cuelga de las farolas como presagio de lo que está por venir. Acudieron a esta ineludible cita numerosos cofrades que colmaron la feligresía de Omnium Sanctorum.

Monaguillos ante el paso de la Reina de Todos los Santos Monaguillos ante el paso de la Reina de Todos los Santos

Monaguillos ante el paso de la Reina de Todos los Santos / J. GALÁN

Temblaban los altísimos candelabros de este llamativo paso, cuando los costaleros de Antonio Santiago tenían que echar sus cuerpos levemente a tierra para salvar la altura de la puerta ojival. La ráfaga que rodea a la Virgen brillaba con las últimas luces del primer domingo de noviembre, mientras la Banda del Maestro Tejera interpretaba la marcha Reina de Todos los Santos, de José Manuel Delgado, basada en las coplas del siglo XVIII.

Del mismo siglo es la imponente peana de Gabriel Gutiérrez de la Vega, sobre la que se erige la Virgen rodeada por ángeles y santos. En esta ocasión la Reina de Todos los Santos lucía el manto de terciopelo rojo bordado en oro a realice, realizado a finales de XVIII, con la toca de salida bordada en hilo de oro, seda y pedrería, confeccionada en el siglo XIX.

Desde un balcón de la calle Peris Mencheta lanzaban pétalos a esta imagen de Roque Balduque. Especialmente be fue su discurrir por el Pasaje de González Quijano o las calles Relator y San Basilio, antes de llegar a la Plaza del Cronista y a la estrecha calle Divina Pastora. Un entorno de calles estrechas castigado duramente por el grafiti. Los codales de los guardabrisa, encendidos por la saga de los Santizo, iban iluminando algunos balcones engalanados con mantones, telas de damasco y flores.

Inevitable recordar durante toda la procesión al cofrade Francisco Javier Fernández Vázquez, fallecido a los 29 años de edad el pasado mes de julio, siendo prioste primero de esta hermandad sacramental. Este recuerdo se hizo manifiesto cuando Reina de Todos los Santos fue acercada a la que fuera su casa.

Procesión de la Reina de Todos los Santos

La noche caía y la cofradía regresaba a su templo, envuelta en una nube de incienso y acompañada por numeroso público. Las primeras noches frescas de este otoño o la cita futbolera de este domingo no mermaron el gran ambiente de esta clásica y señera procesión. Al filo de las nueve y media llegaba la cruz alzada a la parroquia, mientras la Virgen se mecía a sones de Pasan los Campanilleros en la Cruz Verde. Minutos antes de las diez se daba por concluida la procesión con el rezo de la Salve Regina.

La Reina de Todos los Santos recorriendo las calles estrechas de su feligresía La Reina de Todos los Santos recorriendo las calles estrechas de su feligresía

La Reina de Todos los Santos recorriendo las calles estrechas de su feligresía / J. GALÁN

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