La imagen del Santísimo Cristo de las Almas presidirá el Vía Crucis de las Hermandades de Sevilla de 2023. La junta de sección de penitencia del Consejo de Cofradías ha elegido en la noche de este lunes al titular de la Hermandad de los Javieres, justo cuando se celebra el 75 aniversario de su hechura, siendo obra de José Pires Azcárraga en 1947.

Se trata de una de las tallas que aún no han presidido este acto piadoso, celebrado por primera vez en 1976. El rezo tendrá lugar en la Catedral, como es tradicional, el primer lunes de cuaresma, en esta ocasión el 27 de febrero. La última imagen del Martes Santo en presidir este acto piadoso fue la de Nuestro Padre Jesús de la Salud, de la Hermandad de la Candelaria, en 2012.

El hermano mayor de los Javieres, José Antonio Oliert, se encontraba en la novena en honor a la Reina de Todos los Santos, en la parroquia de Omnium Sanctorum, cuando le han llamado para comunicarle la feliz noticia. Otros hermanos estaban en pleno desmontaje de la exposición Almas LXXV, celebrada la semana pasada en la sede del Círculo Mercantil de la calle Sierpes.

En declaraciones a este periódico, el hermano mayor afirma que "el crucificado irá tumbado para que los fieles le recen con mayor cercanía", descartándose por tanto la posición erguida de los Vía Crucis presididos por los crucificados de la Quinta Angustia, en 1996, y Montserrat, en 2019. La próxima semana tendrá lugar un cabildo de oficiales para comenzar a trabajar en la citada fecha.

"Queremos mostrar nuestra alegría y responsabilidad ante tal designación. Así mismo agradecer este nombramiento", manifestaba la cofradía de la calle Feria en sus redes sociales, donde innumerables hermandades y cofrades les ha felicitado tras su designación.

La última vez que este crucificado salió en vía crucis fue en 2005, con motivo del 50 aniversario de la aprobación de las primeras reglas de la hermandad, haciendo estación hasta la parroquia jesuita del Sagrado Corazón de Jesús, en la calle Jesús del Gran Poder, donde hunde sus raíces esta cofradía fundada por miembros de la congregación de los Javieres.

Este imponente crucificado, que representa a Cristo muerto en el Gólgota, con la cabeza reclinada sobre el lado derecho, fue bendecido en 1947 y procesionó por primera vez el Martes Santo de 1957. La talla está labrada en madera de pino de Flandes y tiene una altura de 168 centímetros.