Los costaleros de la Paz, fieles a su cita ante el Gran Poder: "Se nos para el tiempo delante de él"

Sevilla/Como marca una tradición que ya supera las dos décadas, los costaleros del Señor de la Victoria de la hermandad de la Paz protagonizaron su particular mañana de Domingo de Ramos postrados ante el Señor del Gran Poder.

Una decena de amigos costaleros, que comenzó siendo un modesto grupo de tres, se ha convertido en una auténtica piña que tras acudir en primer lugar a ver a su titular en la parroquia de San Sebastián en el Porvenir se trasladan hasta San Lorenzo para realizar una ofrenda floral ante quien consideran es "el alfa y el omega de todo".

"Es nuestro vigía"

En palabras de Joaquín Rivas, uno de los costaleros, "todo sevillano sabe que Gran Poder es su vigía, por eso la junta de gobierno del Señor nos espera y nos atiende cada año con mucho cariño", apunta.

De este modo, junto a Alberto Tagua Fernández, Antonio Ríos Vega, Sergio García Reyes, Miguel Somé Tapia junto a su hijo Adrián; José Miguel Roldán Luna, Javier Nieto Sánchez, Álvaro Talegón Campos y Álvaro García Gómez, realizan la ofrenda floral a Jesús del Gran Poder antes de comenzar su estación de penitencia con la hermandad de la Paz.

El Señor está en solemne besamanos desde el pasado Sábado de Pasión de forma que todos los sevillanos pueden acercarse a rezar frente a frente de una imagen que en pocos días subirá a su paso, para hacer estación de peniencia en la madrugada del Viernes Santo.

"Unos minutos que suponen una inmensidad"

Joaquín recuerda con cariño un momento muy especial que intentan hacer con el mayor respeto para "no entorpecer el besamanos. Rezamos un Padrenuestro y un Avemaría y nos vamos. Son unos minutos que suponen para nosotros una inmensidad. Se nos para el tiempo delante del Señor", recalca, "llueva o haga el tiempo que sea empezamos así el Domingo de Ramos.

Este grupo de costaleros del paso del Señor de la Victoria, titular cristífero de la hermandad de la Paz, llegó hasta San Lorenzo por primera vez para hacer la ofrenda de forma muy espontánea, y este Domingo de Ramos cumplieron con con su costumbre que hunde sus raíces en la devoción por el Gran Poder de gran arraigo entre todos los sevillanos.

Tras la ofrenda, los costaleros regresaron a su barrio para incorporarse a la salida procesional, que tuvo lugar pasadas las 13:00 del mediodía desde la Parroquia de San Sebastián. Bajo un cielo despejado, y unas cuantas gotas de lluvias, la hermandad de la Paz llenó de alegría y de luz el Porvenir con el empuje y la fuerza del Señor del Sevilla cuidando de todos ellos.