Labor social

La Esperanza de Triana devolverá hasta el 30% de la cuota a los hermanos afectados por un ERTE

  • Deberán estar al corriente de los pagos y demostrar la situación mediante documento

  • El periodo para solicitar esta medida es del 1 al 31 de julio

La Esperanza de Triana vestida de hebrea la pasada cuaresma.

La Esperanza de Triana vestida de hebrea la pasada cuaresma. / José Ángel García

La junta de gobierno de la Esperanza de Triana ha acordado realizar, a través de la diputación de caridad y en vistas a la situación socioeconómica actual generada por la pandemia del Covid-19, una operación mediante la cual esta corporación colaborará con "las necesidades de sus miembros al ser consciente de los difíciles momentos que estamos atravesando".

La medida adoptada consistirá en la devolución hasta el 30% de las cuotas ya cobradas en el primer trimestre del presente ejercicio económico de la hermandad (junio, julio y agosto), a aquellos hermanos que, estando al día de las mismas, justifiquen documentalmente haber tenido un ERTE en su empresa durante el estado de alarma (desde el pasado 14 de marzo hasta el 22 de junio) o, en caso de ser autónomo, demostrar un cese de actividad.

La devolución se aplicará de manera proporcional al periodo de inactividad laboral, siendo extensiva esta medida a los hijos menores del progenitor y cuyas cuotas estén domiciliadas en la misma cuenta bancaria de éste. Si el cónyuge pertenece a la hermandad también puede presentar los mismos informes para percibir la devolución.

El plazo para la solicitud de esta devolución se extenderá desde el miércoles 1 hasta el viernes 31 de julio, ambos inclusive. Para ello, la persona que solicite la ayuda habrá de entregar la documentación en las dependencias de la hermandad, en el horario de atención al hermano, los lunes y jueves de 18:00 a 21:00 y los miércoles, de 10:00 a 13:30, a fin de revisar toda la documentación reseñada y así proceder a la devolución.

La hermandad de la calle Pureza manifiesta que con esta medida pretende cumplir con uno de los tres pilares básicos de la corporación, como es la caridad, cuya labor se ha incrementado notablemente desde que se decretó el estado de alarma por la pandemia de coronavirus. 

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