Francisco, el Papa que no visitó Sevilla, pero sí la tuvo muy presente

El Pontífice mantuvo una estrecha amistad con el cardenal Amigo y fue un gran impulsor del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular

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El arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, con el papa Francisco.
El arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, con el papa Francisco. / D. S.

No hace falta visitar un lugar para conocerlo. Así le ha ocurrido al Papa Francisco durante su pontificado. El Santo Padre, sin pisar la capital de Andalucía, a la que fue invitado oficialmente por el presidente del Gobierno, sí la ha tenido muy presente. Francisco ha cuidado a la ciudad de Sevilla a través de su arzobispo, monseñor Saiz Meneses, con el que ha tenido una más que cordial relación y al que concedió dos obispos auxiliares para que le ayudaran en las tareas pastorales de una archidiócesis tan extensa como la de San Isidoro.

Francisco, en esta relación con la ciudad de Sevilla, a la que se refirió en alguna ocasión como tierra de santos, también le dio cargos de relevancia al prelado hispalense, nombrándolo en mayo de 2022 miembro de la Congregación para las Causas de los Santos; y en noviembre de 2023, miembro del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.

El Papa, desde que desempeñaba el cargo de arzobispo de Buenos Aires, tuvo una relación bastante intensa y cordial con el cardenal Carlos Amigo Vallejo, arzobispo de Sevilla durante 27 años. Juntos participaron en las reuniones de la Comisión de América Latina, de la que Sevilla forma parte como cuna del americanismo. Así lo relataba el propio Amigo Vallejo a este periódico justo el día después de que Bergoglio fuera elegido Papa: "A Bergoglio lo conozco mucho, muchísimo, Tanto en la comisión de América Latina como en muchos encuentros de todo tipo en los que hemos convivido. Días antes del cónclave estuvimos un grupo de amigos, de obispos, entre los que estaba el cardenal Bergoglio, hablando de España, de fútbol. Me comentó que no íbamos a poder ver el partido del Barcelona... Comentamos las cosas normales de un almuerzo entre amigos".

El Papa Francisco saluda al cardenal Amigo.
El Papa Francisco saluda al cardenal Amigo. / D. S.

Esa misma mañana, del jueves 14 de marzo de 2013, horas después de la fumata blanca, Amigo Vallejo, que entonces ya era arzobispo emérito de Sevilla, llegó a desayunar a la Casa de Santa Marta. Eran las siete y media de la mañana. Allí se encontró al Papa Francisco hablando con otros cardenales y se acercó a saludarle. Antes de que le dirigiera la palabra, revelaba Amigo Vallejo, Jorge Mario Bergoglio se la acercó relajado y sonriente para saludarle con gran familiaridad: "¿Qué tal, Carlos? ¿Cómo has dormido? Dime, ¿cómo te encuentras?

El Papa Francisco también creó cardenal al sevillano Miguel Ángel Ayuso Guixot, fallecido el pasado 25 de noviembre. El propio pontífice lo ordenó obispo en marzo de 2016 para posteriormente nombrarlo presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, un organismo clave para el Vaticano para el que Francisco eligió a una persona como Ayuso, con gran valía y conocimientos.

El 18 de octubre de 2015, Francisco canonizó en Roma a Madre María de la Purísima, quien fuera madre general de la Compañía de las Hermanas de la Cruz.

Consistorio para el nombramiento de 13 nuevos cardenales, en la imagen monseñor Guixot.
Consistorio para el nombramiento de 13 nuevos cardenales, en la imagen monseñor Guixot. / D. S.

Pero la principal relación de Francisco con Sevilla ha sido a través de la piedad popular. De sus hermandades y cofradías, con el culmen del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular, en el que el Pontífice reconoció una vez más la potencia evangelizadora de la Semana Santa y todo lo que la rodea.

Vía Crucis con el Cristo de los Fubolistas en Buenos Aires.
Vía Crucis con el Cristo de los Fubolistas en Buenos Aires. / Tomada del libro 'Álvarez Duarte, el niño imaginero', de José Joaquín León (Editorial Almuzara)

Como arzobispo de Buenos Aires, Francisco presidía cada Viernes Santo el vía crucis del Cristo del Gran Amor, también conocido como Cristo de los Futbolistas, porque la imagen se la encargaron los argentinos Scotta y Bertoni a Luis Álvarez Duarte cuando jugaban en el Sevilla.

Bergoglio, como arzobispo de Buenos Aires, durante el vía crucis del llamado Cristo de los Futbolistas que se celebra el Viernes Santo.
Bergoglio, como arzobispo de Buenos Aires, durante el vía crucis del llamado Cristo de los Futbolistas que se celebra el Viernes Santo. / Tomada del libro 'Álvarez Duarte, el niño imaginero', de José Joaquín León (Editorial Almuzara)

Como explica Marcelino Manzano, delegado diocesano de Hermandades y Cofradías de la Archidiócesis de Sevilla, el Papa Francisco es el pontífice que más expresamente ha hablado y ha apoyado la piedad popular. Ya en su exhortación apostólica Evangelii Gaudium, que se puede considerar un documento programático, dedica un número entero a la piedad popular: "Lo hace con ese enfoque tan positivo y tan interpelante: 'la fuerza evangelizadora de la piedad popular'". Dentro del capítulo tercero, que es el anuncio del Evangelio, los números 122 al 126, se dedica a esta fuerza evangelizadora de la piedad popular, donde dice cosas novedosas y desarrolla lo que ya Pablo VI y Juan Pablo II, incluso Benedicto XVI, ya iban un poco aflorando en el magisterio. Pero Francisco ya habla de que en la piedad popular hay una fuerza activamente evangelizadora que no podemos menospreciar. Sería desconocer la obra del Espíritu Santo. Este es el documento que va a marcar el pontificado de Francisco y le da una gran la importancia a la piedad popular".

Además, añade Manzano, al inicio de su pontificado hay otro momento importante. La misa que dentro del Año de la Fe celebra con ocasión de la Jornada de las Cofradías y de la Piedad Popular el 5 de mayo de 2013: "También está al comienzo de su pontificado, también podemos decir que estas palabras son programáticas. El Papa Francisco en esa homilía, que está también llena de ideas, dice que 'las hermandades y cofradías son un tesoro para la Iglesia, un espacio para el encuentro con Jesucristo y fragua de santidad para muchos que a lo largo de los siglos han vivido con sencillez una relación intensa con el Señor'".

Monseñor Edgar Peña muestra la Rosa de Oro antes de ser colocada a las plantas de la Esperanza Macarena.
Monseñor Edgar Peña muestra la Rosa de Oro antes de ser colocada a las plantas de la Esperanza Macarena. / Antonio Pizarro

Sin duda, el reconocimiento de Francisco hacia esa religiosidad popular, de la que Sevilla es capital mundial, quedó más que evidenciado en la concesión de la Rosa de Oro a la Virgen de la Esperanza Macarena el pasado diciembre, como preámbulo del II Congreso Internacional de Hermandades. Se trata del principal reconocimiento del Sumo Pontífice a una imagen mariana. La primera en tenerla en Sevilla.

El enviado especial de Francisco para este acontecimiento fue monseñor Edgar Peña Parra, quien en su homilía destacó que “normalmente esta distinción del Papa la hace a los grandes santuarios marianos del mundo o a las grandes advocaciones de la Virgen María. La entrega es una llamada a profundizar nuestra devoción mariana y a afianzar la tarea de vivir todos como Iglesia. Atentos a las necesidades de los demás. La mirada de la Virgen siempre está puesta en cumplir la voluntad de Dios y de los demás”.

Con esta concesión, la devoción a la Macarena queda vinculada a la de este Papa argentino que tanto empeño ha puesto en ensalzar la religiosidad popular –tan denostada en otros tiempos– como vía fecunda de evangelización.

El papa alienta la piedad popular tras recibir a las autoridades sevillanas en el Vaticano.
El papa alienta la piedad popular tras recibir a las autoridades sevillanas en el Vaticano. / D. S.

Desde que el arzobispo Saiz anunció la realización del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular, el prelado hispalense y los responsables de esta importante cita mantuvieron innumerables encuentros en Roma para su preparación. Algunos de ellos fueron con el propio Francisco. Manzano, que fue el último de la delegación sevillana que estrechó la mano del Papa en la audiencia del pasado 8 de febrero, señala que Francisco, apoyó y animó muchísimo al arzobispo de Sevilla y a la comisión ejecutiva del Congreso Internacional de Hermandades a llevarlo a cabo.

Ahí está también su mensaje del 4 de diciembre del 2024 a los participantes del Congreso, leído en la inauguración por monseñor Edgar Peña Parra, sustituto de la Secretaría de Estado de la Santa Sede. "Francisco habla de la belleza de la piedad popular como vía de camino hacia Dios, de la eficacia evangelizadora de la piedad popular, haciendo también alusión a San Manuel González. Ese documento nos animaba mucho también a los participantes, hablando de que en la piedad popular es Cristo quien convoca, nos llama a ser hermanos y nos impulsa a sacar a Cristo a la calle, a llevarlo al pueblo, para que todos puedan contemplar su hermosura".

El Papa dice textualmente en el mensaje: "Qué gozo ver caminar el cortejo acompasado por el ritmo de una oración silenciosa que sobrecoge el corazón de quien lo ve. Sea uno cargue o que simplemente acompañe, que lleve un hábito de penitencia o un rosario. Es el mismo fervor, el mismo amor, notas de una misma partitura que sólo juntas trazan un canto de alabanza". "Fíjate qué preciosidad, qué palabras más bonitas del Papa Francisco para describir una cofradía, para describir un acto de piedad popular", resume Manzano.

Monseñor Saiz entrega unas yemas de San Leandro a Francisco.
Monseñor Saiz entrega unas yemas de San Leandro a Francisco.

En la audiencia del pasado 8 de febrero, encabezada por el arzobispo Saiz y en la que también participaron el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno; o el alcalde, José Luis Sanz, Francisco conoció de primera mano las semillas plantadas por el Congreso y los frutos que ya empezaban a aflorar.

En sus palabras a la delegación sevillana, el Papa se refería a ello: "Qué bien nos haría, a conclusión de este evento, que el primero de estos ecos se escuchara sobre todo en el seno de las familias. Que se oyese como el atronador silencio de una oración que llega hasta las lágrimas, pues sale del corazón; sea ante la imagen del titular de su hermandad, que preside sus casas; sea ante el Sagrario de la parroquia o de su templo, sea en el cabecero del enfermo o en la compañía del anciano".

El pontífice también se congratulaba de que una de las obras que permanecerá en el tiempo será ese centro de acogida para personas sin hogar en la calle Don Remondo: "Me comentaba también vuestro arzobispo que otro de estos ecos, ya realizado, es una casa de atención a las personas sin hogar, fruto de la caridad escondida a la que me refería en mi mensaje. Ojalá que en esta obra se escuche siempre el latido de un corazón que ama. Propongámonos que, a través del respeto, cariño y cuidado en este hogar, la sociedad y los propios acogidos puedan reconocer de nuevo la dignidad única que tiene cada persona".

En ese encuentro, por cierto, el monseñor Saiz entregó al Papa una caja de yemas de San Leandro, una delicatessen realizadas por las monjas agustinas por la que Francisco sentía predilección.

Dos niños entregan una medalla de los Estudiantes al Papa Francisco.
Dos niños entregan una medalla de los Estudiantes al Papa Francisco. / D. S.

Durante sus años de pontificado, el Papa se ha encontrado en la audiencia general con numerosos representantes de hermandades y cofradías sevillanas u otras instituciones de la ciudad. Un detalle muy cofradiero tuvo lugar en la audiencia general del miércoles 27 de febrero de 2019 , celebrada en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano.

El Papa Francisco saludaba a una familia sevillana, que le mostró una medalla de plata del Cristo de la Buena Muerte, titular de la Hermandad de Los Estudiantes. El Santo Padre cogió la medalla, contempló el rostro del crucificado, besó la faz del Señor y, tras bendecirla, posó con ella.

La tuna de Medicina canta al Papa.
La tuna de Medicina canta al Papa. / D. S.

En noviembre de 2018 se produjo una estampa parecida cuando el Papa Francisco se colgó una medalla de la Hermandad del Rocío de Triana que varios miembros de esta corporación sevillana le habían llevado.

Otros encuentros que se recuerdan fueron con la Hermandad del Silencio, el entonces hermano mayor Eduardo del Rey, le entregó un cuadro con una fotografía de Jesús Nazareno; con el rector de la Universidad de Sevilla, Miguel Ángel Castro, con los miembros del Seminario Metropolitano, o el reciente con la tuna de Medicina, unos días antes de la festividad de la Inmaculada.

El rector de la US entrega un facsímil de la Bula por la que se crea la Universidad de Sevilla en 1505.
El rector de la US entrega un facsímil de la Bula por la que se crea la Universidad de Sevilla en 1505. / D. S.
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