El legado de Juan Carrero
La Fundación de la Real Maestranza de Caballería edita la obra póstuma del investigador e historiador de las cofradías, realizada entre los años 1997 y 2005
La presentación de la obra póstuma del historiador e investigador Juan Carrero Rodríguez se convirtió en un auténtico acto piadoso. Comenzó con el rezo del Angelus a una hora inusual, las 20:30. "¿Les parece bien? ¿Imagino que todos los presentes serán cristianos, católicos y amantes de la Virgen?, preguntó el arzobispo Asenjo. Y terminó de igual manera: con el rezo del Ave María y la bendición de monseñor a los presentes. Entre medio no faltó una bella y sentida semblanza de la obra y del autor por parte de Mauricio Domínguez y Domínguez-Adame, una auténtica protestación de fe y de militancia a la Iglesia del teniente de hermano mayor de la Real Maestranza de Caballería, Alfonso Guajardo-Fajardo; el más sentido agradecimiento de los miembros de la Asociación de Fieles de Nuestra Señora de los Reyes y San Fernando, Antonio Ramos; y el sermón del prelado, que él mismo justificó: "Perdonen por mi homilía en un lugar y un acto civil, aunque estemos hablando de la Virgen, pero uno es obispo y no puede dejar su condición a la entrada".
Uno de los nobles salones de la Real Maestranza de Caballería sirvió como mejor escenario para presentar la obra que Juan Carrero ha legado a la ciudad tras su muerte: el segundo volumen de la historia de la Virgen de los Reyes, patrona de Sevilla y su archidiócesis. Carrero comenzó el volumen en el año 1995 y lo terminó en 2005, aunque continuó añadiendo datos y apuntes hasta meses antes de su fallecimiento, ocurrido el 13 de junio de 2006.
Mauricio Domínguez y Domínguez-Adame, que actuó como presentador de la obra, aseguró que la lectura del libro es "el mejor ejercicio espiritual para conocer mejor a la Virgen a través del alma", y dio las gracias a la Real Maestranza por su generosidad para publicar la obra con gran calidad y ceder sus beneficios a la asociación de fieles.
El arzobispo Asenjo lamentó no haber conocido a Carrero, pero no dudó en aventurarse a decir cómo pensaba que era: "Por lo que he podido leer en los prólogos deduzco que era una persona de una gran calidad humana y cristiana". El prelado destacó su dedicación como historiador, investigador y erudito, y reveló que le había interesado mucho el capítulo dedicado a los orígenes de la Virgen: "La hipótesis de que fue un regalo de Luis de Francia a su primo San Fernando no sería extraña. En Castilla hay muchas imágenes que proceden de este país".
Asenjo también explicó que el año pasado se quedó impresionado por la belleza de la procesión del 15 de agosto, que definió como "muy piadosa", y espetó que la devoción a la Virgen "es fuente de fidelidad a la Iglesia".
El teniente de hermano mayor de la Real Maestranza, Alfonso Guajardo-Fajardo, hizo referencia a la devoción histórica que la institución ha profesado siempre a la Virgen de los Reyes, y conminó al arzobispo a contar con la institución nobiliaria siempre que lo estime oportuno: "Esta Real corporación lleva siglos devoción y unión a la Santa Madre Iglesia por lo que puede contar con nosotros siempre, como corporación y con cada uno de sus miembros". La Maestranza firmó en el año 2008 un convenio con el Consejo de Cofradías y la Pablo de Olavide para catalogar la obra de Carrero.
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