La Macarena mantiene abierta una de las crisis más graves de su historia

La junta de gobierno se mantiene reunida en un cabildo que ha contado con la presencia de Fuensanta de la Paz y Arquillo

Unas 300 personas piden la dimisión de la junta de gobierno de la Macarena en una concentración

Concentración en protesta por la restauración de la Macarena / Juan Carlos Muñoz

Muchas incógnitas por resolver. Cuatro días después de que la Virgen de la Esperanza regresara al culto, la Hermandad de la Macarena todavía no ha explicado qué es lo que pasó durante los jornadas en las que este icono de devoción universal fue intervenida por el profesor Arquillo para regresar con un semblante en el que los hermanos y devotos no reconocían a la Virgen de la Esperanza. Se esperaba que se dieran explicaciones durante toda la jornada de ayer. Había revuelo mediático en torno al Arco. Se anunciaba un comunicado de la hermandad que arrojara luz y taquígrafos. Pero lo cierto es que, tras horas de reunión de la junta de gobierno, a esta hora de la noche del ya maryes no se sabe más que el propio sábado cuando regresó la Virgen a su camarín. El resultado fue que, en lugar de apaciguar los ánimos, se caldearon todavía más aumentando la indignación y la presión hacia una junta de gobierno que mantuvo abierta una de las mayores crisis de la historia de la hermandad.

La Virgen de la Esperanza ha sido intervenida hasta tres veces en la última semana para indignación de hermanos y devotos que han asistido a una ceremonia de la confusión en la que nadie les ha aclarado cómo ha sido el proceso, por qué se ha hecho así o qué personas lo han llevado a cabo. Ha habido más especulaciones que certezas aportadas por la junta de gobierno. Cuando la hermandad anunció hace poco más de un mes estas tareas conservativas y de mantenimiento en las tres imágenes titulares, nadie pensó que la Virgen de la Esperanza sufriría una alteración estética de este calado.

La intervención ha ido mucho más allá y se ha practicado una limpieza en profundidad. El germen, sin que se hayan confirmado por la hermandad o por los profesionales que han intervenido, se sitúa en el barniz que se le aplicó a la Dolorosa en la intervención de 2012, sobre el que muchos expertos ya habían alertado. Esa capa de protección se había torcido y era necesaria su eliminación. La cuestión, como apuntaron a este periódico varios profesionales de la restauración, es que esta intervención sobrepasa lo puramente conservativo y se trataría de una restauración en toda regla. Una restauración, ahí está la segunda cuestión esgrimida por los expertos, que no se hace en cuatro o cinco días y que requiere de una gran minuciosidad y tiempo, sobre todo tiempo, como ha sido el caso de intervenciones recientes en imágenes de calado.

Una restauración de este importancia en la Macarena y en cualquier otra imagen titular de una hermandad necesita de una autorización del Arzobispado. Para ello es imprescindible un informe diagnóstico que identifique los problemas de la imagen y que, sobre todo, ofrezca una propuesta de intervención en la que se expliquen los tratamientos que son necesarios aplicar para revertir o frenar las patologías. Por el momento no se sabe si la hermandad contaba con estos análisis que deben ser la guía y que deberían haberse expuesto a los hermanos antes de cualquier actuación de esta relevancia.

La falta de información y la dos intervenciones practicadas con posterioridad para devolverle la impronta a la Virgen de la Esperanza han encendido de manera importante los ánimos en una hermandad que celebrará elecciones el próximo mes de noviembre. La tensión sólo ha ido en aumento entre unos hermanos y devotos que exigen explicaciones.

Al filo de medianoche se vio entrar en la basílica el profesor Arquillo, convocado de urgencia al cabildo de oficiales. Previamente, había estado en la reunión la prestigiosa restauradora Fuensanta de la Paz, tal como informó 101 TV.

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