Unas 300 personas piden la dimisión de la junta de gobierno de la Macarena en una concentración
Los fieles acuden masivamente a la basílica para comprobar el aspecto de la Virgen de la Esperanza tras la polémica restauración
El hermano mayor de la Macarena ejercerá el cargo hasta el final del mandato
Unas trescientas personas se han concentrado este lunes a las puertas de la basílica de la Macarena para protestar por la polémica intervención a la que ha sido sometida la Virgen de la Esperanza. El encuentro se ha celebrado de manera tranquila, aunque en alguna ocasión los devotos han elevado la voz para pedir la dimisión de la junta de gobierno de la corporación, que a esa misma hora se encontraba reunida en la segunda planta de la casa de hermandad.
No era un lunes cualquiera en la Macarena. La hermandad de la Madrugada está viviendo unas jornadas complicadas por la intervención practicada sobre la Virgen de la Esperanza, un icono universal. La vuelta al culto de la Dolorosa el pasado sábado despertó la indignación de hermanos y devotos que advirtieron una profunda limpieza y un cambio de pestañas que ciertamente habían alterado el semblante de la imagen.
La corporación reaccionó retirando a la Dolorosa de nuevo y cambiándole las pestañas. Ya por la noche, la imagen fue tratada de nuevo para aplicarle una pátina que le ha devuelto, al menos en parte, su expresión. Desde ayer domingo son miles de fieles los que están acudiendo a la basílica para ver a la Virgen en el presbiterio y comprobar el resultado final de las intervenciones. El comentario más escuchado en la tarde de este lunes es que "la Virgen está triste".
Tras la polémica, y ante el silencio de la corporación, se había convocado una concentración para exigir responsabilidades. Unas 300 personas han acudido a la cita. Muchos de ellos los propios que se encontraban en la cola para acercarse hasta la Virgen y que, por momentos, se extendía hacia la Ronda Histórica.
La concentración se ha celebrado con calma. Con indignación contenida. Rabia y algo de resignación. Muchos se han congratulado de que, al menos, se haya revertido en parte la actuación. Aunque seguían exigiendo la dimisión de la junta de gobierno y del hermano mayor.
A las siete se ha cortado la entrada a la basílica por la celebración de una misa. Algunos gritos desde la multitud han generado cierta tensión al pedir silencio las personas que se encontraban asistiendo a la eucaristía. "Un poco de respeto que es una misa de difuntos". La cosa se calmó y no fue a más.
Uno de los convocantes de la manifestación a través de las redes sociales, Jorge Pulgar, ha leído un manifiesto rodeado de cámaras de televisión y fotógrafos. Muchos de cadenas y programas nacionales que han visto en esta polémica un filón informativo que no deja a la corporación en buen lugar. "Estos no entienden que se trata de un asunto de devoción. Cuando uno mira a la Macarena ve a su familia, a su madre. Son sus recuerdos. Trasciende el hecho anecdótico de un mero cambio de pestañas que se puede tratar de manera frívola", comentaba una periodista sevillana ante el revuelo mediático.
En el comunicado, como no podía ser de otro modo, se han exigido responsabilidades y se han pedido dimisiones. Todo ello acogido con un gran aplauso. Después, los presentes han lanzado vivas a la Virgen y se ha cantado el Himno de la Esperanza.
Tras finalizar la misa los fieles han vuelto a acceder a la basílica para postrarse ante la Virgen de la Esperanza. "Se ve más blanca, pero mejor", resumía uno de ellos. Suspendida la convivencia de las hermandades de la Madrugada prevista para las ocho, la junta de gobierno seguía reunida en la casa de hermandad y los devotos y hermanos se concentraban en los bares aledaños a la espera de que alguien les ofreciera, por fin, alguna información.
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