"La Iglesia necesita lectores". Ángel Manuel Pérez así lo afirma y ha utilizado esa idea para iniciar un proyecto que ponga remedio a esa necesidad. Una cuarentena de hermandades de Sevilla parecen darle la razón, pues ya ha contactado con él para que sus hermanos reciban sus consejos. San Bernardo, Amargura, Macarena, Esperanza de Triana, Pasión o el Gran Poder de Dos Hermanas son algunas de ellas. "En una mañana intento explicar cómo leer en misa", cuenta este locutor de profesión de 62 años. Principalmente, hace hincapié en enseñar cómo saludar al altar y conseguir que a sus alumnos "se les oiga y se les entienda cuando van a leer en misa". Por ello, aparte de recomendar leer antes de la celebración religiosa el texto, muestra como coger aire o respirar con el diafragma. Consejos asequibles para todos los públicos, ya que da estos cursos a niños, jóvenes y adultos. Pérez detalla que "el lector comunica la Palabra de Dios no sólo con las palabras pronunciadas correctamente sino que también el convencimiento, el tono, el volumen o las inflexiones de voz según las frases son factores clave para entender el mensaje.

Él se centra en los tres tipos de lecturas eclesiásticas más comunes: salmos, peticiones y cartas. Recuerda que "lo que está en rojo no se lee" y que ya existen aplicaciones móviles que te indican qué lectura toca cada día. Sus cursos tienen dos partes: una teórica en la casa de hermandad y otra práctica ya en el templo. "Hago que escenifiquen el momento y los subo al altar a leer", explica Ángel Manuel, que ve fundamental "entender lo que se lee". Además, asegura importantes mejoras si se lee "diez minutos en voz alta todos los días" poniendo especial énfasis en "vocalizar y abrir la boca". En definitiva, maneras de corregir el "déficit de oratoria que hay en España", según cuenta en base a su experiencia. Seis años acumula ya en provincias como Madrid, Getafe, Toledo, Cuenca.

Actualmente, utiliza los fines de semana para recorrerse las diócesis e impartir estos cursos, que los toma como "una de las alegrías de mi vida" al sentirse "llamado por la Iglesia para este cometido". Hasta el inicio de la cuaresma no será extraño verlo por Sevilla, ciudad donde nació y a la que está volviendo gracias a este proyecto titulado Voz de Misa y que realiza casi desinteresadamente. A partir del próximo mes de comenzará a impartir cursos, además de en numerosas corporaciones cofradieras, en el Seminario de Sevilla.