Málaga toma el relevo a Sevilla y organiza un concurso internacional de marchas

Una iniciativa que bien sirviera para enriquecer, más si cabe, el género de la marcha procesional en la capital andaluza. La ciudad de Málaga tiene una cita este sábado con un evento de singular importancia: el IV Concurso Internacional de Composición de Marchas Procesionales para la Semana Santa de Málaga "Maestro Perfecto Artola". Se trata de la recuperación de una iniciativa que ya tuvo tres ediciones anteriores en 1997, 1998 y 1999, y que ha sido impulsada por la sociedad cultural Nuestra Señora de los Ángeles.

En el jurado de este concurso participa Francisco Javier Gutiérrez Juan, director de la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla, quien ha revitalizado de manera notable este concurso con el objeto de ampliar miras musicales y atender a criterios de composición de calidad y profesionales aunque no desarrollen su creación artística en nuestro entorno más inmediato. A este concurso se han presentado un total de treinta marchas procesionales, con la inscripción de autores de diversa y variada procedencia.

El concierto será ofrecido por la banda de música Miraflores-Gibraljaire, y comenzará a las ocho de la tarde en la iglesia de San Julián. Las marchas finalistas, cuya autoría se desconocerá hasta el momento del fallo, son siete en total: Cripta de los Condes de Buenavista, Tribuna de los pobres, Mi trono, es de los pobres, A la memoria del Maestro Artola, Azucena de Santo Domingo, Ceniza y oro y Suntuosas Procesiones de Semana Santa.

A Francisco Javier Gutiérrez Juan acompañan, como miembros del jurado, nombres como Juan Jesús López Sandoval, catedrático de Dirección de Orquesta en el Conservatorio Superior de Música de Málaga; Antonio Manuel Rosa Mérida, secretario de la banda Miraflores-Gibraljaire, profesor superior de Saxofón y Paloma Artola Kustner, estudiosa de la música procesional y representante de la familia y la obra de Perfecto Artola Prats.

Este concierto rememora aquellos concursos que se celebraron, en su día, en la ciudad de Sevilla y que servían como espejo o proyección a autores de prometedora carrera o para afianzar a los más consagrados. Por ejemplo, en 1992, un lustro anterior a Málaga, la Fundación Sevillana organizó un Certamen de Marchas con motivo del V Centenario del Descubrimiento de América, en el que participaron compositores de todo el país. Resultó ganadora la marcha La Quinta Angustia, de Francisco Grau Vergara, compuesta en 1991 y dedicada a la cofradía del Jueves Santo. Quedó por delante incluso de La Soledad, de Pedro Morales, toda una institución en la obra del maestro loperano.

Un concurso, el malagueño, que nos indica la inquietud de otras provincias por explorar nuevos horizontes y apuntar hacia la excelencia, tal y como nuestra ciudad ha procurado en su vasta y prolífica historia en clave cofradiera. Ganaríamos todos.