Es el Miércoles Santo sevillano una jornada que cuenta con numerosas marchas procesionales -de acreditada calidad- dedicadas a las imágenes que componen la nómina del día. Desde composiciones contemporáneas (La Sed de Nervión, de David Hurtado, o María Santísima del Refugio, de Cristóbal López Gándara) hasta otras que son emblemas musicales de nuestra semana mayor. Es el caso, sin ir más lejos, de Pasan los campanilleros -que ha sobrevivido a las censuras, los mal llamados arreglos y otras cuestiones-, El Refugio de María, La Sagrada Lanzada, Nuestra Señora de Regla, de Borrego o Madre de Dios, de Peralto, entre otras tantas que pudieran engrosar esta variada lista. 

Sin embargo, en este amplio catálogo se incluyen algunas composiciones que ocupan un plano más inadvertido y cuyas interpretaciones enriquecerían notablemente el abanico musical de la jornada. En el año 1962, el catedrático de violín de la hispalense Fernando Oliveras compone una marcha titulada Caridad y dedicada, como es de suponer, a la Virgen de la Caridad de la hermandad del Baratillo. La composición fue instrumentada por Pedro Gámez Laserna -ahí es nada- y estrenada en la Semana Santa de aquel mismo año. Como curiosidad, y según apunta un recorte de prensa publicado por los amigos de Patrimonio Musical, aquel año la cofradía del Arenal asumió un marcado carácter aljarafeño: la Oliva de Salteras acompañó a la Piedad y la banda del Carmen hizo lo propio en el paso de palio, un caso del todo infrecuente en nuestra Semana Santa, que dos bandas de una misma localidad participen en un mismo cortejo. 

Recorte de prensa informando del estreno de la marcha

La marcha Caridad, de esquemas atípicos pero con gran riqueza compositiva e instrumental, se interpretó con asiduidad en los años setenta. Tanto es así que la banda de Soria 9 la incluyó en el disco Marchas de la Pasión en Sevilla vol. III, editado en 1972. Hay constancia de su interpretación, incluso, por la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla. Sin embargo, poco a poco cayó en el ostracismo hasta que el Carmen de Salteras la grabó en su disco Un recuerdo, publicado en 2007. En esta grabación participan cornetas, instrumento que figura en la partitura original de la composición. 

La marcha sonó hace un par de años tras la Virgen del Amparo de la Magdalena, en su procesión de noviembre, a la altura de Pastor y Landero y su confluencia con la calle Adriano, causando impresión entre los presentes. Sin duda una composición que perfectamente pudiera incluirse y afianzarse en el repertorio del señero palio de la Caridad de regreso a su capilla en la alta madrugada del ya Jueves Santo.