Los momentos más especiales que ofrecerá la Misión de la Esperanza de Triana 2025

La imagen visitará varios puntos de interés, pero significativa será su llegada y presencia en el Polígono Sur

El Tiro de Línea, el Hospital Infantil, la Universidad o el transitar por Fabie ya de gloria, otros lugares a destacar

La Esperanza de Triana inició los trámites para rotular la calle Asunción / Fran Santiago

Fue una mañana de marzo cuando las palabras de Saiz Meneses traspasaron los ya de por sí infranqueables muros de la, probablemente, iglesia cristiana más antigua de la ciudad. Su aspecto de inexpugnable fortaleza sucumbió a lo que precisamente el mundo de hoy exige y demanda a nuestras hermandades, como entes fundamentales del tejido social. Había -hay- que ir al Polígono Sur, esa zona tan sevillana como la que más, con tantos sevillanos honrados y trabajadores, que desgraciadamente continúa encabezando el listado de barrios más desfavorecidos y pobres de España.

La problemática de este entorno, enquistada desde hace décadas y especialmente agravada en puntos de su geografía como las Tres Mil Viviendas o Las Vegas, permanece siempre en boca de las administraciones con infinidad de promesas y propuestas acerca de un futuro próspero y robusto, pero que apenas fructifican. Males endémicos como el narcotráfico, la delincuencia y oras lacras aumentan este absceso de difícil extirpación, que requiere de altas y decididas miras. Entre tanto, el anuncio de la visita de la Virgen de la Esperanza ha mantenido en feliz expectación -nada en el mundo como el valor de la ilusión- a todos los vecinos, que durante meses han preparado, con respeto y gratitud, esta iniciativa pastoral. La presencia de la Virgen allí donde precisamente tantos y tantos trianeros emigraron allá por los cincuenta y los sesenta probablemente no erradique de raíz los males que padecen, pero sí debe servir para profundiar en la fortaleza espiritual de sus gentes y en focalizar la necesidad de construir una sociedad justa y con igualdad de oportunidades.

La Misión de la Esperanza nos arrojará infinidad de momentos especiales, pero sin duda el más significado será cuando, en efecto, la Virgen traspase esa barrera del Tiro de Línea, alcance una Oliva entrañablemente engalanada y aquellos ojos purísimos y plenos se detengan en los suyos avellanados, en ese pañuelo que se enjugará más de la cuenta y en un entrecejo que se fruncirá esforzándose en entregar su nombre. Serán catorce días de presencia donde más se necesita, siete en Pío X y otros tantos en Jesús Obrero, y allí es donde hervirá el puchero de las necesidades, en esas horas se levantarán invisibles rejas de pertenencia para que la Virgen no salga jamás de sus retinas y el sueño se convierta en una certeza. El rosario del día 12 de octubre será otro punto indispensable, cuando la dolorosa recorra las entrañas de la más cruda dureza, y sin literatura que valga en el nomenclátor: Platero y Yo, El Principito...

Otros puntos de relevancia

Como apuntamos, cualquier instante de la Esperanza de Triana en el Polígono Sur merecerá la pena, porque permitirá aclarar las pupilas y descubrir que extremadamente cerca, en nuestra propia piel -que es donde más duele- la vida misma se desmorona y las cimas son más escarpadas e impracticables, pero que requiere también de nuestra implicación para su denuncia y su altavoz. Sea como fuere, los traslados de la Virgen permitirán contemplarla en lugares completamente inéditos.

Ya no es ningún secreto que el transita por la calle Asunción será relevante, puesto que significará reencontrarse con su propia historia. Y es que fue la cofradía de la calle Pureza la que en 1950 solicitó la rotulación de esta vía con este nombre ya tan incardinado en la memoria contemporánea de la ciudad, y que hace referencia al Dogma proclamado precisamente aquel año por Pío XII. Sus vecinos y comerciantes se han volcado engalanando fachadas y balcones y disponiendo alfombras de sal, amén de alguna que otra sorpresa...

Por supuesto, con la luz del mediodía iluminando su rostro, el discurrir por la Plaza de España será una verdadera oda a la belleza, en el contexto de un otoño caluroso pero no sofocante, bajo aquella inmensa alfombra floral que María Luisa Fernanda de Borbón regaló a la ciudad que tanto quiso. También se esperan momentos de gozo a su llegada a un Tiro de Línea volcado, y por supuesto a su centro devocional: la parroquia de Santa Genoveva. Las manos abiertas de la Virgen y las cautivas del Señor. Dos maneras de entregarse...

El Hospital, la Universidad y Fabie

Será en la jornada del sábado 18 cuando la Esperanza, sembrada la semilla de un futuro consolador, regrese a Triana dejando allí su corazón y su presencia viva y vibrante. En esta fecha se producirá otro de los momentos álgidos y que requiere de sentida preparación: la visita al Hospital Infantil Virgen del Rocío. Sobran las palabras y, a buen seguro, sobrarán. La Misión se focaliza en el Polígono Sur y en sus necesidades, pero bien sabe la Virgen su misión de detenerse allí el tiempo que fuera necesario...

Una vez se asome otra vez la Esperanza al río, el caminar de los hermanos y devotos la depositarán, unos minutos, ante una de las obras cumbres del barroco hispalense: el Santísimo Cristo de la Buena Muerte. La visita al Rectorado de la Universidad se antoja como otro punto de referencia de este traslado, que marcará un antes y un después en la Misión. Una semana después llegará a la Catedral (nadie se pierda el besamanos, que contará con sorpresas estéticas) y, por supuesto, la procesión de regreso el día 1 de noviembre. En esta ocasión, la Virgen irá sobre el paso de la Purísima Concepción de La Algaba, que igualmente arrojará detalles que a nadie dejará indiferente. Todo culminará en las estrecheces de la castiza calle Fabié, cuyos muros acariciará la sombra fugaz de la Esperanza, que se diluirá de la ciudad como un definitivo espejismo que brotará en otra nueva primavera.

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