El modelo de Torreblanca

Recuerdo a un veterano cofrade que parodiando un anuncio televisivo ya presagiaba que “el secreto está en los barrios” No le faltaba razón. Y Torreblanca es buen ejemplo de ello

El paso de misterio de la Hermandad de Torreblanca.
El paso de misterio de la Hermandad de Torreblanca. / D. S.

03 de julio 2025 - 18:52

Las hermandades y cofradías de la Semana Santa de Sevilla, para más detalles las que van a la Catedral o un buen número de ellas, están cayendo de unos años a esta parte en un cierto convencionalismo que las retira, a mi juicio, de las principales causas de su existencia: culto, formación y caridad. De esta forma nos encontramos con hermandades que dedican más tiempo en sus juntas de gobierno a gestionar grupos de influencia con costaleros, músicos o los que siempre están en contra de todo y que se autocalifican como la oposición, asumiendo una parte denigrante de la política como es la crítica destructiva y no la fiscalización honesta del trabajo que tienen encomendados los que por decisión de los hermanos deben llevar el buen gobierno de la hermandad.

En esas estamos cuando aparece como un soplo de aire fresco la joven Hermandad de Torreblanca, la primera que cuando realiza su estación de penitencia en abril de 1995, hace sólo treinta años, no se marca como meta ir a la Catedral o a la Campana, como muchas parece que tienen su objetivo, sino que desde el origen fundacional los hermanos de la Virgen de los Dolores eligen para la estación de penitencia otro templo del barrio.

El hermano mayor que tiene el honor de hacer esa primera estación de penitencia es Juan Castellanos quien asume la responsabilidad de la mano de Manuel Bautista el vicepresidente de la Asociación de Fieles de San Antonio de Padua, origen primigenio de lo que hoy es la estimada hermandad.

Son treinta años ya en los que la hermandad y la cofradía son un modelo en el que fijarse en estos momentos de excesos en todos los sentidos. No solo de salidas extraordinarias, sino que vivimos la influencia de la cuadrilla de costaleros, el playlist de la banda que acompaña a las imágenes y para mí lo más triste, la división en el cuerpo de hermanos con dos o más candidaturas para dirigir los destinos de la hermandad, lo que acaba provocando divisiones grandes, máxime cuando los que ganan lo hacen por un escaso margen de votos.

En medio de la tormenta surge una hermandad como Torreblanca, donde se presenta a la reelección el hermano mayor quien después de varios años no solo tiene el desgaste propio del día a día, sino que consigue el 97% de los votos de sus hermanos. Miguel Ángel Sevillano ha sido un gran hermano mayor. Y lo seguirá siendo. Un trabajador honrado del barrio con una familia que lo admira y lo apoya. Y otra familia que es su hermandad y su parroquia, que no se puede disociar una de la otra, y que lo ha respaldado de forma mayoritaria para que sigan siendo una hermandad humilde y un ejemplo. Recuerdo a un veterano cofrade que parodiando un anuncio televisivo ya presagiaba que “el secreto está en los barrios” No le faltaba razón. Y Torreblanca es buen ejemplo de ello.

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