Así son las procesiones de la Semana Santa de Sevilla
Durante diez días la ciudad se convierte en un escenario único para una fiesta sin parangón
El tiempo se detiene y cada una de las cofradías guarda su particular significado
Programa de la Semana Santa de Sevilla
Cada semana lo referimos en esta cabecera y qué mejor artículo que el presente para desgranar su significado. La Semana Santa de Sevilla, un ente vivo e indescifrable, es un gran "pájaro morado" que cruza siete días la ciudad. Así la definió, hace ya casi un siglo, el imprescindible Antonio Núñez de Herrera, preclaro literato de aquel "Mediodía" sevillano que se adelantó con sus textos al tiempo que vivió.
Efectivamente, ese gran pájaro morado que hoy cruza la ciudad diez días bate con ímpetu sus alas ante la inminente aparición de la Luna de Parasceve o de Nissán, la que marca el calendario de todo cofrade. La primera luna llena de primavera sirve como referencia para rememorar, en esencia, la Semana Santa, que ateniéndonos a la clave religiosa es la conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús a través del triduo pascual. Una celebración que alcanza su cénit el Domingo, cuando Cristo vence a la muerte y se cumple la redención prometida y el misterio fundamental de todo el orbe católico.
Pero en Andalucía, y concretamente en Sevilla, la Semana Santa es mucho más que la fundamental celebración del triduo pascual. Es todo un cosmos en el que confluyen infinidad de particularidades, significaciones y contextos, debido a la presencia insustituible del espacio público -la calle- como lugar de desarrollo. Durante los diez días previos a la Resurrección, más de setenta hermandades realizan sus estaciones de penitencia, tanto en sus respectivos barrios (Viernes de Dolores y Sábado de Pasión) como en la Catedral, lugar al que peregrinan todos los cortejos desde el Domingo de Ramos.
La estación de penitencia es el día más señalado y significativo de las corporaciones penitenciales. Es el momento en que manifiestan, un año más, no solo su condición de propagadoras de la fe cristiana de manera pública y abierta, sino el día en que reconfiguran su identidad para con toda la ciudad y sus integrantes. Cientos y miles de personas se visten de nazareno y acompañan a las imágenes titulares que, en sus pasos procesionales, recorren las calles de Sevilla evangelizando en un contexto social con múltiples aristas.
Así lo definía Isidoro Moreno: una fiesta total y caleidoscópica, esto es, quien la observa a través de una misma lente se pierde todos los demás condicionantes. Todo puede pasar cuando una cofradía sale a la calle, momento en el que intervienen infinitos agentes y surgen hasta contradicciones para el más ajeno. Ateos que visten la túnica de nazareno o esperan la cofradía en aquel lugar que los llevaba su madre, expresiones populares cargadas de emoción
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