“Si una salida extraordinaria cumple con los criterios establecidos hay que autorizarla”
José Ángel Saiz Meneses | Arzobispo de Sevilla
“Es una posibilidad que alguna hermandad se traslade a la antigua iglesia de los jesuitas de Jesús del Gran Poder” “Sería una pena que el centro quede despoblado de sevillanos”
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Miércoles de Ceniza. El arzobispo de Sevilla, monseñor Saiz Meneses, recibe a los medios de comunicación en la tradicional cita de inicio de la cuaresma. La entrada es puntual. Este periódico tiene el primer turno de la ajetreada mañana. Son muchos los temas a tratar y escaso el tiempo. El primero, la polémica generada por el cartel de la Semana Santa. El prelado elude contestar. Corre un tupido velo. Sí se pronuncia sobre el turismo exagerado, los excesos de las salidas extraordinarias o sus vivencias a pie de calle durante la Semana Santa. Afirma que el marco doctrinal que quede tras el Congreso de Hermandades y Religiosidad popular será un aldabonazo para mejorar la formación de los cofrades. Reconoce que hay dos iglesias con posibilidad de acoger a hermandades en un futuro: la antigua de los jesuitas de Jesús del Gran Poder y la Misericordia.
Nos adentramos en una nueva cuaresma, ¿qué mensaje manda a los cofrades sobre cómo hay que vivirla?
La cuaresma es un tiempo de conversión. Hay unas prácticas que la Iglesia nos recomienda: oración, ayuno y limosna. El papa en su mensaje nos habla de éxodo, de liberación y de que es un tiempo de caminar pero también de detenerse para vivir la conversión, que es un encuentro con Dios, con Cristo, con uno mismo, y un encuentro con los demás, sobre todo con el hermano necesitado al que hay que auxiliar y acoger. Eso es la cuaresma. Aquí en Sevilla empezamos la cuaresma prácticamente el 6 de enero y cuando empieza la cuaresma oficialmente y litúrgicamente el Miércoles de Ceniza ya estamos enfocados a la Semana Santa. Es un tiempo de muchos preparativos. Eso es importante, pero más importante todavía es que busquemos espacios de silencio, que intensifiquemos la oración, la lectura de la palabra de Dios, la meditación, que participemos más en la eucaristía y que recibamos el sacramento de la penitencia, la confesión y que hagamos obras de caridad. La cuaresma es un tiempo de gracia y crecimiento espiritual.
La precuaresma ha estado un poco convulsionada por el cartel de la Semana Santa. ¿A usted qué le ha parecido? ¿Lo ha visto irreverente?
Ahora comenzamos la cuaresma y fijamos la mirada en Cristo, que es el hijo eterno de Dios que se encarna, que se hace hombre, que muere en la cruz. Eso es algo tan importante y que nos tiene que tocar tanto el corazón, que nos tiene que llevar tanto a convertirnos, a centrarnos en lo esencial, que todo lo demás lo dejamos.
También hace poco hemos asistido a una polémica con la Casa Sacerdotal, una institución muy cuidada por la Iglesia de Sevilla y especialmente por usted como arzobispo. ¿Le ha dolido especialmente?
Eso ha sido muy triste y muy lamentable. La casa sacerdotal es una institución muy querida. En mi primera semana tras tomar posesión, uno de los lugares que visité fue la casa sacerdotal. Porque allí están nuestros hermanos mayores del presbiterio que han dado su vida por el Señor y por la Iglesia y ahora los hemos de cuidar con cariño y mimo. Me consta que tanto el director, don Gumersindo, como todos los profesionales los llevan con mimo y mucho cuidado. Esto ha sido una situación lamentable refiriéndose a hechos de 2018 o 2020 y con una tergiversación y manipulación muy lamentables y que no refleja para nada lo que es la casa sacerdotal. Cualquiera puede ir para allá y comprobarlo.
¿Cree que hay interés en algunos sectores de la sociedad en menospreciar o atacar a la Iglesia, a los católicos?
Sí que a veces esa sensación se puede tener. Aquí en Sevilla creo que no. Todavía hay más práctica religiosa, más vida cristiana, la secularización está menos avanzada. Los hecho esos no han tenido recorrido puesto que no eran ciertos.
No hay que olvidar que los cristianos son los más perseguidos en el mundo, continuamente leemos noticias aterradoras al respecto
Eso es cierto. Cuando yo era pequeño, y no tan pequeño, conocíamos las persecuciones y a los mártires por las lecturas de libros de santos y las películas: Quo vadis, por ejemplo. Pero parecía como algo lejano. Hoy día, primero porque hay mucha fluidez de comunicación en tiempo real; pero hay una persecución religiosa que afecta sobre todo a los cristianos que es realmente sorprendente en estos tiempos que corren de derechos humanos y es doloroso. Hemos de pedir y exigir que se respeten los derechos humanos y el derecho a vivir y a practicar la fe.
Por cierto, ¿tiene previsto ampliar el culto o las actividades en Santa Clara?
Aquello es un pequeño oasis, un pequeño museo de Martínez Montañés, un lugar precioso. El acceso es lo que hay que arreglar. Además de la iglesia hay un equipamiento y está la sede de la delegación episcopal de Cultura y la de Pastoral Juvenil. Allí habrá actividades relacionadas con estos dos ámbitos y también la iglesia, como lugar de culto, la idea es que vaya tomando más actividad y que sea sobre todo un lugar de oración, de reflexión, de celebración y también podrá albergar alguna actividad cultural cristiana.
La delegación de Pastoral Juvenil se encontraba en la iglesia del Sagrado Corazón de la calle Jesús del Gran Poder. Una hermandad se interesó por este templo para su traslado en ese momento. ¿Se contempla de nuevo esta opción?
Es una posibilidad.
Un año más los datos publicados sobre la campaña de la Renta dejan a Sevilla como una de las diócesis que más colabora con la Iglesia Católica.
Eso es un indicador de la vida religiosa y cristiana que hay aquí. Gracias a Dios es así. Y que dure mucho tiempo. Además ha subido la asignación. Para mí es gratificante y satisfactorio.
Cuidar el centro de los excesos del turismo
Una de las cuestiones más comentadas en los últimos tiempos en Sevilla es el exceso de turismo y cómo se está produciendo una expulsión de vecinos del centro. ¿Percibe usted esa turismofobia?
A veces cuando salimos de palacio para ir a una parroquia o para ir a algún pueblo, atravesar la calle Alemanes y la Avenida de la Constitución es una odisea auténtica. Eso no es que me lo expliquen es que yo lo veo. Y también que se va despoblando el centro y el fenómenos de los pisos turísticos... Es todo complejo. A la administración le toca armonizarlo todo y coordinarlo porque tiene que generar recursos económicos para la ciudad. A la vez hay que velar por la calidad de vida de los ciudadanos. El centro hay que cuidarlo y mimarlo. Sería una pena que quede despoblado de sevillanos. Son muchos elementos distintos que hay que armonizar. El turismo supone riqueza para la ciudad, pero todo en la vida con exceso es inapropiado. Hay que equilibrarlo todo, armonizarlo y encontrar el punto medio. Eso es tarea de sus responsables y en ello se aplican.
Estos días estamos asistiendo a las manifestaciones de los agricultores. ¿Les manda algún mensaje?
Todo mi apoyo a los agricultores y al mundo del campo que merecen una retribución digna. Es una cuestión de nuestros gobernantes. Lo primero es defender a los de casa, protegerlos y ayudarlos. Creo que hay que apoyarlos en sus justas reivindicaciones y apoyar el campo y que no queden zonas inmensas despobladas. A la vez no perjudicando a los demás. No es sencillo. Mi mensaje es de cariño y de que luchen por sus derechos y que procuremos no perjudicar a terceros.
Volviendo a las cofradías. Destaque un momento de los vividos a pie de calle en estos años.
Es que es un conjunto. Ha habido muchos momentos especiales desde que llegué. La primera celebración ante la Virgen de los Reyes, la misión del Gran Poder en los barrios... es un rosario de experiencias y de vivencias y de comunión. Claro, yo vengo de un lugar en el que las procesiones tienen poco relieve. Este año pude estar durante toda la Madrugada y fue una experiencia religiosa y espiritual muy fuerte. Es todo. Luego he vivido detalles bonitos, por ejemplo con los costaleros. Es toda una sinfonía de la que se podrían destacar muchos momento bonitos que ya guardo en el corazón.
Sé que será usted diplomático, ¿pero hay alguna hermandad que le guste especialmente o una imagen que le conmueva especialmente?
Muchas. En mi primera semana visité las cuatro principales devociones. La primera, la Virgen de los Reyes. Pero es que hay muchas devociones importantes en la ciudad y en todo el territorio diocesano. A cada una le trato de encontrar su parte bella, verdadera y bonita. Tengo inclinación por los más pequeños porque sino nos dejamos llevar por las grandezas. Somos una familia inmensa y muy completa y preciosa. Me quedaría con todas.
¿Qué frutos espera del congreso de hermandades para los cofrades?
El congreso es potente. Vendrán cuatro prefectos de dicasterio, intelectuales, las hermanas de la cruz... Espero que nos quede un corpus doctrinal importante. Es de una gran envergadura. La formación es lo más difícil pero es muy importante. Hay muchos criterios que nos van llegando que son contrarios a la fe cristiana y nos damos ni cuenta. Por eso hay que ir formando a la gente joven que llega. Porque ahora las redes sociales son un medio de formación y no los controla nadie. Es importante que haya una base sólida sobre la que construir.
Últimamente se ha generalizado las salidas extraordinarias con marchamo de misión. Hay varias ya previstas para los próximos meses o años, ¿le gusta a usted este formato?
A mí me ha tocado vivir un momento que es justo después de la pandemia, algo que es difícil que se repita. Al quedar superada ha habido un eclosión de fervor, de vida, de salir. Ha habido muchas peticiones de salidas extraordinarias, de coronaciones, de misiones... eso es bueno. Por ejemplo, la experiencia de las coronaciones es muy buena. La clave está en los tres momentos: la preparación, la realización y la continuidad. En cuanto a las vivencias de las personas lo más importante es la continuidad. Porque si se prepara muy bien, la ceremonia es brillante y luego se olvida, para qué ha servido. Yo veo que sobre todo en los pueblos las coronaciones remueven las aguas, los ánimos y los corazones. Ahora bien, el exceso no es bueno y se vuelve en contra. Hay que encontrar el equilibrio y con el tiempo lo iremos haciendo. Para las salidas extraordinarias tenemos unos criterios. Si la petición los cumple hay que decir que sí. Tenemos unas condiciones que se tienen que cumplir. Eso se puede cambiar si vemos un exceso que se vuelve en contra. Pero de momento se aplica con rigor y buscando la equidad. Sí que es cierto que la piedad popular es un tesoro grande, con muchos elementos positivos que hay que potenciar. Lo que sea necesario lo iremos mejorando.
¿Veremos al Cachorro procesionar en 2025 en Roma?
Sobre eso hay alguna idea y proyecto. Pero queda mucho para concretarlo y que se pueda llevar a la práctica. Calma. Sí que hay una posibilidad, muy bonita y esperanzadora, pero de momento sólo es eso.
¿Le consta que alguna hermandad se haya interesado por instalarse en la iglesia de la Misercordia? Actualmente está compartida por la comunidad cristiana ortodoxa.
Hay movimientos, pero no ha habido una petición formal.
En qué situación se encuentra la iglesia de San Pedro de Alcántara, una joya patrimonial oculta e Sevilla, tras la marcha de la comunidad de las Esclavas del Colegio Mayor de la Luz.
Es de las hermanas. No es nuestra y por tanto no podemos disponer de ella.
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