La Virgen del Buen Fin estará en besamanos extraordinario el próximo 15 de agosto

Una cita más que añadir a uno de los días marcados en rojo en el calendario religioso. La hermandad de la Sagrada Lanzada ha anunciado la celebración de un besamano con María Santísima del Buen Fin, su dolorosa titular, para el próximo 15 de agosto. La Delegación Episcopal para Asuntos Jurídicos de Hermandades y Cofradías ha autorizado el desarrollo de este culto extraordinario.

De este modo, la dolorosa de Astorga estará cerca de los fieles en el marco del Día de la Asunción, y con motivo precisamente de la conmemoración de los tres cuartos de siglo de la proclamación del Dogma de la Asunción, relacionado también con la advocación de la imagen: Buen Fin. En los próximos días se anunciará con más detalle el horario de dicho besamanos, que completará una agenda intensa tanto en la capital (procesión de la Virgen de los Reyes y veneraciones de las 'Vírgenes dormidas') y en la provincia. La Virgen ya estuvo también en besamanos extraordinario con motivo del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular el pasado mes de septiembre.

El Dogma de la Asunción, que afirma que la Virgen María fue elevada al cielo en cuerpo y alma, fue proclamado el 1 de noviembre de 1950 con la Constitución Munificentisimus Deus del Papa Pío XII, que afirma lo siguiente: "Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para aumentar la gloria de la misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que la Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo".

Esta verdad de fe revelada por Dios a través de la Biblia o la Sagrada Tradición recuerda que el cuerpo y alma de la Virgen María fueron glorificados y llevados al Cielo al término de su vida terrena.