De Alfredo y Alfonso a Alberto y Alejandro
Calle Rioja
ALFREDO y Alfonso se sentirán Alberto y Alejandro. Alfredo Sánchez Monteseirín y Alfonso Rodríguez Gómez de Celis se dedican a la política. Los buenos amigos pasean por la Plaza Nueva como Boscán y Navagiero por el Generalife. Son las tres de la tarde. El alcalde hace fotos de la plaza. "No hacemos otra cosa que inaugurar, inaugurar", dice antes de seguir su camino por la acera de O'Kean. Alberto Contador y Alejandro Valverde son los dos últimos ganadores de la Vuelta Ciclista a España. Que hoy empieza en Sevilla con una etapa nocturna en sus bodas de diamante.
Horas antes, sobre las ocho de la mañana, el cronista se cruza haciendo footing con Manuel Rey, que sustituyó a Gómez de Celis al frente de la delegación de Urbanismo. Hay que estar en forma para aguantar tanta inauguración. El alcalde le tiene querencia a su antecesor. Manuel Rey trota junto al carril-bici, el símbolo utilizado para la difusión publicitaria del día que empieza todo: la Vuelta Ciclista a España, el Mundial de baloncesto de Turquía, la primera Liga después del gol de Iniesta.
Despido a Alfredo y Alfonso y recuerdo un capítulo de Rojo y Negro de Stendhal titulado El primer teniente de alcalde. Es una novela con elecciones municipales. Como nunca hubo ciclistas con barba, no sería difícil detectar a Antonio Rodrigo Torrijos si decidiera apuntarse como espontáneo a la etapa nocturna para reivindicar la nueva ciudad que tiene en la bicicleta un icono del urbanismo de rostro humano. O de mucha cara, según a quién se pregunte.
La Vuelta Ciclista a España ya aparece en Viaje a la Alcarria de Cela. A Stendhal no le dio tiempo. Los franceses llevan 25 años sin ganar el Tour de Francia. Que en las cuatro últimas ediciones se vino para España. "Yo soy más del Tour", dice Luis Andújar, anticuario y librero, que en tiempos leyó la novela de Luigi Bartolini Ladrón de bicicletas que llevó al cine Vittorio de Sica. La etapa nocturna de Sevilla la verá el librero en Chipiona.
En Padilla no se ven libros de ciclismo. En el escaparate, uno titulado El moderno endecasílabo dactílico, anapéstico o de gaita gallega. Viendo la procedencia de los siete españoles que ganaron el Tour, con la excepción del gallego Óscar Pereiro y el navarro Miguel Indurain, todos pertenecen a un mapa que podría corresponderse con los Campos de Castilla de Machado: Toledo (Federico Martín Bahamontes), Cuenca (Luis Ocaña, Segovia (Perico Delgado), Ávila (Carlos Sastre), y el madrileño de Pinto, qué dirán en Valdemoro, Alberto Contador. Eso le añade mérito a la rareza de un ciclista sevillano. Antonio Piedra, 24 años, que hoy tomará la salida en la misma ciudad en la que cuando le deja la bicicleta va de Heliópolis a la Cartuja para estudiar Ingeniería Industrial.
Hubo un Sevilla albaceteño que lideró la Vuelta Ciclista. Óscar Sevilla, como algunos toreros, es más reconocido en América que en su país. Acaba de proclamarse subcampeón de la Vuelta a Colombia. El único español que la ganó, el egabrense José Gómez del Moral, vive en Sevilla y tiene una tienda de bicicletas cerrada por vacaciones hasta septiembre.
Los hermanos Andrés y David Quiroga son argentinos de Mendoza. Hace siete meses cogieron para bar un local en Palacios Malaver esquina con la plaza de Montesión. Era una tienda de reparación de bicicletas. "Nuestra intención era ponerle al local el nombre de Papillón, pero vimos que el taller mantenía la magia de las bicicletas".
Álvaro, que regentaba el taller y ahora está por Finlandia, les facilitó una bicicleta de los años treinta, la década en la que surgió la Vuelta, y ellos se olvidaron de la novela de Henri Charrière que llevaron al cine Steve MacQueen y Dustin Hoffman. Adiós a Papillón. Le pusieron Bicicletería. Los hermanos Quiroga, apellido de mítico compositor de canción española, se mueven en bicicleta. Es el icono que preside el local. "En septiembre vamos a rifar una bici para la asociación de inmigrantes del Pumarejo". No recuerda el nombre de ningún ciclista argentino, eclipsados por el ciclón del fútbol. "Sí hay una prueba que va de Mendoza a Santiago de Chile y en la que tienen que subir por las cordilleras andinas".
Aquí sólo está la cuesta del Rosario. Que vuelva Van Impe.
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