Episodios sevillanos del siglo XX

Almacenes del Duque (1879-1965)

  • ENTREGAS PUBLICADAS 4, 11, 18 y 25 de mayo; 1, 8, 15, 22 y 29 de junio; 6, 13, 20 y 27 de julio; 3, 10, 17, 24 y 31 de agosto; 7, 14, 21 y 28 de septiembre; 5, 12,19 y 26 de octubre; 2, 9,16, 23 y 30 de noviembre; 7, 14, 21 y 28 de diciembre de 2008. 4, 11, 18 y 25 de enero; 1, 8, 15 y 22 de febrero; 1 y 8 de marzo de 2009. Almacenes del Duque (1879-1965), fue uno de los establecimientos emblemáticos del comercio de tejidos y confecciones durante casi un siglo, en la plaza del Duque de la Victoria, en el palacio del marqués de Palomares

EN 1879, Juan Antonio Fernández de la Arriba, afortunado comerciante sevillano, compró el edificio sito en la plaza del Duque, número 10, en tercera subasta desierta al marqués de Palomares, y fundó los Almacenes del Duque. Su hijo, Manuel Fernández Escobar, tomó el relevo generacional y logró una etapa de éxitos que convirtieron los Almacenes del Duque en establecimiento emblemático del comercio local de tejidos, confecciones y paquetería. En 1965 cerró sus puertas el negocio por venta del edificio a El Corte Inglés, a través de un intermediario. La fachada e interiores del citado edificio del marqués de Palomares la reproducimos en estas páginas.

Cuentan los herederos de Manuel Fernández Escobar que llevaban muchos años sufriendo los efectos de la vejez del edificio, como las humedades que mantenían los muros de enorme anchura y los tejados hundidos, hasta el punto de que tenían contratada durante todo el año una cuadrilla de albañiles para arreglar los constantes desperfectos. En los solares de este edificio, y de los contiguos de Sánchez-Dalp y del colegio Alfonso X el Sabio, construyó El Corte Inglés sus actuales almacenes.

La plaza del Duque de la Victoria llegó hasta mediado los años sesenta con los edificios de las casas palacios del marqués de Palomares, de Sánchez-Dalp y de la familia Cavaleri, más el Hotel Venecia. Los cuatro edificios citados, más el del colegio Alfonso X el Sabio, formaban un conjunto arquitectónico variado en el que coincidían estilos eclécticos, regionalista sevillano, y del siglo XVI. Si ahora existiera la plaza tal como llegó hasta mediado los años sesenta, no cabe duda que sería admirada como un patrimonio arquitectónico de valores históricos y artísticos excepcionales. Como pudimos ver en anteriores entregas, las fachadas de los edificios citados eran preciosas, y todos ellos pudieron ser reutilizados para sede de organismos públicos, museos o fundaciones.

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