Aparecen pinturas policromadas en la rehabilitación de la Sala Capitular

Las obras de restauración que el Ayuntamiento de Sevilla está acometiendo en la Sala Capitular de la Casa Consistorial y que están a punto de terminar han descubierto una serie de pinturas que hasta la fecha no se apreciaban dadoque estaban cubiertas por el artesonado dorado que ahora se está rehabilitando y que el Consistorio se plantea integrar para que se mantengan a la vista, según anunció ayer el alcaide del Real Alcázar, Antonio Rodríguez Galindo, durante el acto de presentación de los trabajos de mantenimiento que se han realizado en las vidrieras y puertas del Ayuntamiento. Esta intención, no obstante, debe contar con la aprobación de la Delegación Provincial de Cultura y, además, requiere de la elaboración de un nuevo proyecto de restauración independiente del que se aprobó para la rehabilitación de esta Sala Capitular.

El director conservador del Alcázar -que desde el año 2006 se encarga también del mantenimiento de la Casa Consistorial-, José María Cabeza, explicó que los trabajos que se están realizando en este salón consisten en la consolidación de la piedra y en la limpieza del artesonado que han sacado a la luz unas pintura murales hasta ahora desconocidas. Cabeza se mostró partidario de "integrar" estas pinturas en el apariencia final que se dé a la sala, "que no es lo mismo que recuperar, que implicaría a su vez la pérdida de otras partes y que tampoco es lo habitual". Esta integración necesita de un proyecto que sea aprobado por la Delegación de Cultura, por lo que es probable que el proyecto de restauración de la Sala, cuyo fin estaba previsto para esta primavera, se alargue de manera indefinida, aunque Rodríguez Galindo no especificó si el salón se volverá a abrir mientras se elabora esa proyecto.

Antonio Rodríguez Galindo presentó ayer los trabajos de mantenimiento que se han realizado en los últimos dos años en 44 de las más de 50 vidrieras que tiene el edificio del Ayuntamiento y en todas las puertas exteriores, incluidas las dos del Apeadero, datadas en el siglo XVI. Estos trabajos han supuesto una inversión de casi 210.000 euros y han consistido, básicamente, en la limpieza y consolidación de la estabilidad de las vidrieras, instaladas en el año 1929 con motivo de la Exposición Iberoamericana "y de un gran valor artístico y patrimonial"; y en el barnizado de las puertas "con el mejor producto que marca el protocolo, y que garantiza la conservación de la carpintería durante más tiempo".