Hay que renovar el PGOU del año 2006. Para ello, mi intención es crear una oficina en la Gerencia de Urbanismo cuando aprobemos los Presupuestos para 2024”. Este empeño de José Luis Sanz ha tenido una primera toma con la modificación de la composición de la comisión de seguimiento del Plan General de Ordenación Urbana.

Lo más llamativo es la salida de vecinos, ecologistas, sindicatos, empresarios y sociedad civil de una comisión de seguimiento en la que entran los representantes de organismos sectoriales, profesionales asociados al desarrollo urbanístico y empresas de servicios urbanos como Endesa, Telefónica y Emasesa. “Durante 2015 y 2016 se adoptaron acuerdos para incorporar a nuevas entidades a la comisión, lo que ha convertido este órgano de seguimiento en un foro más propio de los instrumentos de participación de distintas temáticas municipales que una comisión específica y productiva que pueda abordar los problemas concretos del PGOU y coordinar y articular posibles vías de solución a los problemas administrativos y sectoriales de ejecución que se producen de forma habitual”, sostiene Juan de la Rosa, delegado de Urbanismo.

En el documento se argumenta que el desarrollo efectivo del PGOU, más que en un problema de participación o de transparencia pública de las decisiones, “que tienen sus cauces para ser controladas y discutidas en el seno de cada uno de los expedientes afectados”, adolece problemas de índole sectorial, de cuestiones de coordinación interadministrativo que condicionan o dilatan temporalmente avances de las tramitaciones de adaptación del planeamiento general o del planeamiento de desarrollo.

Salen vecinos y sociedad civil para dar entrada a empresas como Emasesa

En especial, De la Rosa expone que son conocidos los problemas y dilación de tramitación del planeamiento derivados de los informes de las distintas administraciones sectoriales competentes, tanto en materia de evaluación ambiental como en otras materias sectoriales (carreteras, aguas, ferrocarriles, servidumbres aeronáuticas, etc.). Igualmente, parte de los problemas operativos de la ejecución del PGOU están relacionados con la planificación y el desarrollo de las infraestructuras generales de servicios de los sectores que dependen de empresas de suministro, en especial Endesa. “Sin embargo, ni estas administraciones sectoriales, ni las empresas de suministro, están representadas en la composición actual de la comisión”.

El delegado matiza que la Oficina del Plan de Sevilla que se creará para abordar la redacción de un nuevo planeamiento general, contará “lógicamente” con un proceso de participación y mesas asociadas a la redacción de un instrumento en las que podrá ampliarse la participación a muchas más entidades que las que ofrece actualmente la composición de la comisión de seguimiento del PGOU.

El gobierno popular alega que, entre los motivos para crear uno nuevo, el Plan General se encuentra agotado debido a que no ha protegido el conjunto histórico y el patrimonio de la ciudad, ni tiene herramientas efectivas para el cuidado y la imagen del paisaje urbano y, sobretodo, “guardó en un cajón desde su origen los problemas urbanísticos que afectan a la ciudad”.