La movilización de los vecinos de la barriada de Bami en protesta por el año de retraso que llevan las obras del aparcamiento de residentes de la plaza Rafael Salgado ha hecho reaccionar al Ayuntamiento. No es el único barrio de Sevilla afectado por este problema (hay casi una veintena en esta situación), pero sí se trata de una de las zonas de la ciudad con más necesidades urgentes de plazas de parking, debido a las miles de personas que acuden a diario a la Ciudad Sanitaria y a las clínicas privadas del entorno.

Ante la enorme valla informativa color carmesí que anuncia desde 2007 esta construcción, Pilar Domínguez, de la junta directiva de la asociación Bami Unido, denunció ayer que cada vecino pagó 1.000 euros en concepto de fianza de una plaza en la instalación, sin que hasta el momento se haya puesto una sola piedra de la estructura, lo que significa que el barrio ha gastado 420.000 euros en un parking fantasma.

Según Domínguez, el problema del desvío de las conducciones ha sido la respuesta que Movilidad ha dado a los residentes en las múltiples ocasiones que han reclamado información sobre el retraso de las obras. Este mismo argumento ofreció ayer a la prensa el propio concejal, en declaraciones a Europa Press, al prometer que las obras comenzarán "antes de verano" y que Equipark, la empresa concesionaria, sólo está a la espera de la autorización municipal para el desvío de los servicios públicos afectados por las obras. El concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Sevilla, el socialista Francisco Fernández, admitió que los vecinos del barrio de Bami tienen "fundamento de razón" al protestar por el "retraso" que sufre el aparcamiento proyectado en la zona.

Los vecinos lamentan que el Consistorio no atienda las necesidades urgentes de aparcamiento que tiene este barrio saturado de coches. "Somos la zona de la ciudad que más problemas de tráfico sufre debido a la población flotante que recibimos a diario, superior a las 100.000 personas", lamentó Pilar Domínguez, quien propone que la Administración obligue a los centros sanitarios del barrio (sobre todo a los que piden licencia de nueva construcción) a ejecutar aparcamientos para cubrir la demanda diaria de usuarios.

El portavoz del PP Juan Ignacio Zoido acudió ayer, junto al concejal de filas Joaquín Peña, a la plaza Rafael Salgado para reunirse con miembros de la asociación Bami Unido y explicarles que su grupo volverá a plantear en el Pleno un plan integral para el barrio que aborde la larga lista de problemas de esta zona: los gorrillas que siguen coaccionando al personal (algunos exigen ya tres euros, según Zoido), los indigentes que duermen frente al colegio y abandonan sus enseres en los parques, la falta de limpieza de los parques y calles, así como el vertido diario de residuos orgánicos alrededor de los contenedores por parte de personas que rompen las bolsas de basura de los supermercados.

Bami Unido ha pedido contenedores soterrados a Lipasam para acabar con la basura tirada sobre la calle, pero la respuesta de la empresa de limpieza ha sido negativa por el alto coste (60.000 euros por unidad) que supone lo hecho en el Pumarejo y la Alameda. Zoido recordó que el pago de 1.000 euros sin que aún haya comenzado la obra del aparcamiento también se da entre los vecinos del Valle (junto a la ronda histórica). Lo peor es que el problema se extiende a casi una veintena de enclaves de la ciudad, donde Movilidad proyectó aparcamientos que no existen. La vecina María Dolores Vázquez propone como solución que Bami deje de pagar impuestos y se autogestione.