Salud alerta de un descenso continuado de la edad de inicio en el consumo de drogas, especialmente de cannabis y sus derivados. Fernando Arenas, responsable de Atención a las Drogodependencias, señala este inicio en torno a los 13 y 14 años en Andalucía, una "edad preocupante a pesar de que está por encima de la media nacional".

Arenas aclara que desde hace dos años el cannabis está ganando fuerza en el sur del país, especialmente entre la gente joven, ocupando el segundo puesto entre las sustancias más consumidas por detrás del alcohol. "Erróneamente se cree que es una droga blanda y existe poca percepción de los riesgos", apunta.

"No es difícil ver a jóvenes sentados en los bancos de la plazoleta fumando hachís y con una litrona desde las ocho de la mañana", apunta Lola Campos, trabajadora social de la Asociación Brotes, con sede en la barriada de Juan XXIII. "Los fines de semana, el consumo de sustancias aumenta y muchos faltan al instituto el lunes, no pueden tirar de su cuerpo", manifiesta Campos, que reconoce que trabaja en un caso donde el menor tiene 11 años, aunque "no suele ser lo habitual".

La trabajadora apunta que estos jóvenes "no tienen por qué proceder de familias desestructuradas, en paro o en exclusión social".

La entidad cuenta con un programa de prevención dirigido a menores de 12 años y otro de apoyo a través del deporte para jóvenes de hasta 23 años de edad. "Anualmente atendemos a unas 130 familias del barrio. Trabajamos la prevención, les realizamos un seguimiento, ofrecemos apoyo familiar e, incluso, les acompañamos cuando acuden a entidades como Proyecto Hombre o a sus tratamientos de metadona".

En el ámbito público destaca el programa de prevención comunitaria Ciudades ante las drogas, que cuenta con un presupuesto de más de 1,4 millones de euros en total, según la última memoria de Atención a la Drogodependencias y Adicciones elaborado por la Junta. En esta iniciativa participaron el año pasado 67 municipios de la provincia de Sevilla y 182.725 personas, 53.546 de ellas pertenecientes al ámbito educativo. Uno de los objetivos principales de la Junta con estos programas de prevención es, según Fernando Arenas, "retrasar la edad del inicio del consumo".