Sevilla está llena de calles y rincones con nombres curiosos, desde la calle Hombre de Piedra (con el nombre dado por una leyenda), a la calle Sol, que llegó en un punto hasta la Luna (calle que ya no existe) a través de la calle Matahacas. Otro de los puntos de la ciudad recibe el nombre de una de las instituciones más conocidas dentro y fuera de nuestras fronteras: el Callejón de la Inquisición. Pero ¿por qué se llama así exactamente?

Un recordatorio de la importancia que tuvo la Inquisición en Sevilla

Este callejón se encuentra en el barrio de Triana y comunica la calle Castilla (cerca de la calle Callao) con el paseo de Nuestra Señora de la O, junto al río Guadalquivir. El Callejón de la Inquisición tiene unos 35 metros de largo y su nombre se puede leer a la entrada del mismo, encima de la puerta que da a la calle Castilla y que tiene forma de arco además de contar con una cancela, que permite impedir el paso al callejón. Se trata de un pasaje de canchos, que va descendiendo hacia el paseo de Nuestra Señora de la O mediante pequeños tramos de escaleras.

Aunque el nombre ya da pistas de su estrecha relación con la conocida Inquisición española, este se debe a su localización junto al Castillo de San Jorge, que fue sede del Santo Oficio, así como acogió la cárcel para los reos de esta institución y el Tribunal de la Inquisición. Al parecer los encarcelados eran llevados por el Callejón de la Inquisición cuando les llevaban a la cárcel, pero también cuando iban a ser ejecutados por sus crímenes y, en general, por sus pecados contra la fe. 

Esta zona, compuesta por el Callejón de la Inquisición y el Castillo de San Jorge como hogares de la Inquisición en Sevilla han trascendido las fronteras de la ciudad, llegando a aparecer en alguna de las muchas óperas que toman Sevilla como escenario. Una de ellas es 'Fidelio' de Ludwig van Beethoven, en la que parte de la acción tiene lugar en la cárcel del castillo.