La Cámara de Comercio abandonará la sede que tiene en Torre Sevilla en cuanto esté listo el edificio previsto en el proyecto urbanístico anunciado en los terrenos del aparcamiento P-3, que tramita el Puerto de Sevilla como titular del espacio y que concede en régimen de concesión a la empresa Jardín de las Cigarreras. Las instalaciones del Club Cámara Antares de Torre Sevilla cuentan con una superficie de unos 1.300 metros cuadrados, distribuidos en cuatro salas de reuniones, más una zona de restauración y descanso y una sala de conferencias con capacidad para más de 100 personas. La Cámara se trasladará en régimen de alquiler, en ningún caso se contempla la opción de la compra.

Francisco Herrero, presidente de la institución cameral, ya ha dado a conocer los planes de mudanza a los asociados de la Cámara. La Cámara de Comercio de Sevilla cuenta con 123.000 empresas adscritas, efectúa 9.800 actuaciones al año, tiene relaciones con el 98% de países del mundo de los que cuentan con institución cameral e impulsa 500 programas de innovación y mejoras anuales. Tiene varias sedes en la capital en la actualidad, entre ellas la histórica de la Plaza de las Contratación, dedicada a la fundación. También impulsa programas de educación en la institución Eusa.

Herrero, por cierto, aprovechó la sesión para anunciar su presentación a la reelección como presidente de la entidad en las elecciones que se celebrarán próximamente. Lleva más de 12 años al frente de la Cámara de Comercio de Sevilla. En los años años 70 asumió diversas representaciones empresariales en los órganos rectores del Puerto de Sevilla. En 1977 fue elegido como presidente de la Asociación de Consignatarios de Buques de Sevilla y se produjo su designación como miembro del Pleno de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación de Sevilla. Vinculado desde ese momento a la Cámara, ha ocupado diversos mandatos como vicepresidente, siendo tal su implicación que en 1999 le concedieron la Medalla de Oro de la Cámara de Comercio de Sevilla.

Terrenos baldíos

Los conocidos como terrenos del P-3, por su denominación como aparcamiento en los días de la Feria de Abril, se convertirán fundamentalmente en un gran jardín. El Puerto adjudicó el año pasado la parcela aledaña a las instalaciones del Mercantil a una promotora que dotará a Los Remedios de una zona verde junto al río. El proyecto fue presentado en su momento por Rafael Lario, uno de los arquitectos que lo ha diseñado, en un acto al que acudió el alcalde de la ciudad, Juan Espadas.

Estos terrenos se encuentran actualmente sin aprovechamiento alguno. Hasta ahora sólo se usaban para aparcamiento de ciertas autoridades para la Feria de Abril, debido a la cercanía con el real. este uso dejará de. El Puerto se los ha adjudicado a la promotora Jardín de las Cigarreras, cuyo nombre se debe, precisamente, al proyecto que se pondrá en marcha el próximo otoño, cuando comiencen las obras para dotar a Los Remedios de una nueva zona verde junto al río. Unos trabajos que requieren de una inversión cercana a los 25 millones de euros y que durarán 18 meses.

Otra perspectiva de proyecto

La parcela en cuestión tiene una superficie que supera los 15.000 metros cuadrados. De esta cantidad, el 80% se empleará en zonas verdes, donde prevalecerá el agua, la sombra y la vegetación. Este último componente se materializará tanto en árboles de gran porte, como en pérgolas y aleros con plantas colgantes. En su diseño prevalecen los senderos que estarán exentos de barreras arquitectónicas.

El proyecto

En cuanto a los servicios que ofrece este jardín, el más destacable será el párking con 360 plazas que vendrá a paliar el déficit de aparcamiento que padece este barrio, una de las exigencias que planteó el Ayuntamiento cuando trató con el Puerto el futuro de dicha parcela. Dentro de la zona verde destacan dos edificios. Uno más pequeño, de 800 metros cuadrados y totalmente integrado con la vegetación, destinado a actos culturales, mientras que otro de mayor extensión, de 8.000 metros cuadrados, acogerá instalaciones deportivas, como un gimnasio y una piscina.

Destaca en su diseño el empleo de elementos curvos acristalados que recuerdan la linterna del Faro de Chipiona, un guiño a este monumento de la localidad gaditana que pertenece a la Autoridad Portuaria y supone la entrada de las embarcaciones al Guadalquivir. En la cota de la dársena se habilitará un paseo fluvial en el que se construirán locales –que sumarán 800 metros cuadrados– para que en ellos se instalen bares y restaurantes.