Las franquicias de restauración siguen en auge. Reconocidas empresas nacionales y extranjeras han escogido en los últimos años los mejores locales situados en los centros históricos de las ciudades para expandir sus negocios, lo que permite la creación de cientos de puestos de trabajo. En todo el territorio nacional hay contabilizados más de 8.000 establecimientos que funcionan bajo esta concesión de derechos de explotación de una actividad otorgada por una empresa. Una de las zonas de Sevilla que más ha padecido su apogeo desde la crisis económica (y antes) ha sido la Plaza de la Campana. El pintoresco café París o la Cervecería Inglesa han dejado paso al McDonald's, Burger King, Starbucks, 100 Montaditos, TGB (The Good Burger) o Ferreti.

Ante las hamburgueserías, montaditos, cafés y helados italianos, a los numerosos sevillanos y foráneos que recorren cada día esta céntrica plaza -que debe su nombre a una campana que estaba colocada para llamar al pueblo en casos de urgencia- apenas le quedan dos reductos. La confitería La Campana, en la embocadura de Sierpes, y la administración de loterías, situada donde se instala el palquillo cuando la carrera oficial se adueña de la Campana en la Semana Santa.

Acompaña a la apertura de nuevas franquicias que las calles adyacentes son peatonales, lo que revaloriza la zona y sube el precio de los alquileres. Un estudio de la Hispalense señala que "esto conlleva un efecto de expulsión de los establecimientos tradicionales, que no pueden hacer frente a los nuevos precios, y sus huecos son ocupados por franquicias y grandes firmas", que podría empobrecer la variedad del tejido comercial y hostelero. El local situado en la esquina de Sierpes con la plaza de la Campana (donde se encontraba la firma sevillana de zapatos Pilar Burgos) será ocupado por Dunkin Donuts, una cadena que vende exclusivamente estos dulces redondos con versiones artesanales y extravagantes que atraen cada vez a más clientes. Fuentes cercanas a la operación destallaron que la negociación se encuentra en una fase muy avanzada.

Estos negocios hosteleros suelen venir acompañados de la ocupación de las aceras con veladores. "No tiene sentido la privatización de un espacio público creado para los ciudadanos y que los viandantes tengan ahora menos espacio para pasear que antes de la peatonalización", apunta el profesor universitario José Ignacio Castillo Manzano sin negar la rentabilidad de los veladores en una ciudad turística y con un clima como el de Sevilla.

La Plaza de la Campana cuenta desde el mes de febrero con otras diez mesas con sus correspondientes sillas. Más veladores que restan espacio de paso a los peatones. El nuevo mobiliario correspondía a Burger King, local de comida rápida que hace esquina con la calle O'Donnell. Desde la Gerencia de Urbanismo reconocieron que la zona requiere una reordenación. Será uno de los espacios de la ciudad que contará con propuestas concretas para establecer una nueva colocación del mobiliario de los locales. El Ayuntamiento informó de que el establecimiento dispone de una licencia vigente para abarcar una superficie de 47,51 metros cuadrados, con diez mesas, 40 sillas y dos sombrillas con seis separadores. No cuenta con ninguna sanción por incumplir la normativa. Resulta curioso que la cadena de comida no haya montado los veladores hasta este lunes pese a contar con licencia desde el año pasado.

Estos veladores se suman a las ocho mesas con sus correspondientes sillas que ya instaló en su día el otro local próximo de comida rápida, McDonald's, además de las que también tiene la confitería La Campana en este mismo espacio, tanto en la plaza como en la entrada de la calle Sierpes. La cadena de comida dispone de una licencia en vigor para abarcar una superficie de 34,57 metros cuadrados, con ocho mesas y 32 sillas. Cuenta con un expediente abierto de disciplina tras un acuerdo de la comisión ejecutiva de la Gerencia, que ordenó la retirada de los veladores que excedían de los autorizados. La confitería dispone de un permiso para abarcar una superficie de 33,95 metros cuadrados para once mesas y 44 sillas. Tiene un expediente por el mismo motivo que la hamburguesería, exceder el número de mesas y sillas permitidas. Los servicios de inspección tienen previsto realizar un nuevo reconocimiento en la plaza para comprobar el cumplimiento.