La obra de la Casa de la Moneda se encuentra en un callejón sin salida. Parada por la delegación provincial de Cultura desde hace cuatro meses, la promotora, sobre la que recae un expediente sancionador por parte de la Administración pública, asegura que no le ofrecen ninguna solución para desbloquear una actuación en la que ya llevan invertidos más de 200.000 euros en un contexto de grave crisis económica.

Tras recibir una denuncia el 27 de diciembre de 2010, y que la jefa del Servicio de Bienes Culturales, María Antonia Teva Sarrión; y el jefe del departamento de Protección del Patrimonio Histórico, Juan José Hinojosa Torralbo, realizaran una inspección en la obra, Cultura decidió parar los trabajos y pedir un reformado del proyecto "para rebajar la altura de un pretil ejecutado en la azotea de cubierta de la planta ático hacia la calle Habana en al menos un total de 52 centímetros y en 9 centímetros hacia la calle Adolfo Rodríguez Jurado". En el escrito del 27 de enero, Cultura también exige "la restitución de los muros preexistentes contemplados en el documento del proyecto autorizado, con sus espesores, macizado de huecos de armarios u hornacinas y dimensiones iniciales".

"El gran problema de todo esto es el ático. Están diciendo que es ilegal y que es nuevo, pero siempre ha estado ahí, lo que pasa es que se había caído parte con el tiempo. En cualquier caso, aceptamos que se rebaje la altura en el reformado que se presentó el 11 de febrero", explica Carmen Marañón, representante de la promotora Patio del Tesorero. En dicho reformado, los promotores explican que los muros interiores a los que se refiere Cultura no son estructurales, sino "simple tabiquería". El 14 de marzo, la promotora recibe el expediente sancionador en el que la Ponencia Técnica de Patrimonio Histórico informa desfavorablemente sobre el reformado de la obra "pues no contempla la restitución de las demoliciones de muros ejecutadas para su adecuación al proyecto autorizado".

"En el reformado explicamos que los muros no eran estructurales y por qué se habían tirado. Hemos intentando hablar con los técnicos pero no nos reciben y no nos dan ninguna solución. Creemos que en el fondo lo que quieren es que acabemos derribando el ático", señalan los promotores.

Ante la pasividad de la administración, el 8 de marzo vuelven a presentar un nuevo reformado en el que se explica cómo se van a restituir los paramentos solicitados por exigencia de la Comisión Provincial de Patrimonio, "aun cuando no existen pruebas fehacientes de la existencia previa de los mismos y sí de una fábrica de panderete a la capuchina que escondía pilares de fundición y que no puede calificarse de muros, sino de tabiquería".

Actualmente, la obra se encuentra realizada en un 60% y desde la promotora no entienden la actitud enconada de la delegación de Cultura que dirige Bernardo Bueno. "Ésta no es una obra especulativa. La casa pertenece a 10 hermanos y lo que se ha hecho es una división horizontal en 10 viviendas, y luego cada uno hará con su piso lo que quiera", recalcan los propietarios.

La promotora espera que se desbloquee la situación y se muestra colaboradora con la delegación provincial de Cultura.