Y Celis se apunta al 'vierismo'

Como en una tienta. Ora me arrimo, ora no. Capotazo y media verónica. Y el delfín de Monteseirín eligió ayer, a preguntas de los periodistas, alinearse abiertamente con la tesis que sobre la sucesión en la Alcaldía de Sevilla defienden el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, y el secretario provincial del PSOE de Sevilla, José Antonio Viera, de quien recalcó que, como socialista de la capital "me siento absolutamente representado por él".

El delegado de Urbanismo y Presidencia y portavoz del grupo municipal socialista accedió a dialogar sobre el proceso de elección del candidato pese a que en primera instancia esgrimiera una indisimulada obediencia al mandato de Griñán de poner "punto final" al debate sobre la renuncia de Monteseirím: "No tengo ninguna opinión. No me voy a meter en ese tema".

Pero lo hizo, tras tres preguntas sobre cuestiones de segundo orden informativo. Y cuanto entró, navegó en aguas de medias tintas.

Poco aclaró, lo que empuja a los oyentes (y lectores) a formular libres interpretaciones. Como por ejemplo, que Gómez de Celis intenta un evidente acercamiento a los dos factótum del socialismo, Griñán y Viera, y un calculado distanciamiento de quien es todavía su principal valedor, Alfredo Sánchez Monteseirín. Su ausencia, anteayer, en la inauguración del andén de San Telmo escamó, pero no fue la primera. Caminos separados, pues, y una nueva estrategia.

Celis dijo aceptar "plenamente" las palabras de Griñán "porque comparto el proyecto político del PSOE y de quien será secretario general" en Andalucía, "y también de la persona que representa de manera inequívoca a todos los socialistas sevillanos, a todos, y que lidera los procesos orgánicos del partido, y que se llama José Antonio Viera".

En este punto, negó que él fuese cabeza visible de la corriente capitalina del socialismo -la crítica- enfrentada con el sector oficialista que lidera Viera. "En el último congreso provincial, la mayoría de los militantes socialistas de la capital votamos al señor Viera", adujo. Y argumentó que "los procesos congresuales en el PSOE se abren y se cierran, y cuando concluye tenemos la cultura interna desde hace más de 130 años que quien ha ganado el proceso es el que lo pilota", quizá para soslayar que tanto él como Monteseirín ensayaron una candidatura alternativa a Viera con el referente de Demetrio Pérez que fracasó por falta de avales. Un recuerdo de hemeroteca, acaso.

Tras este borrón y cuenta nueva, Celis consideró ayer "deseable, lógico y natural" que la "relación entre el futuro secretario del PSOE-A y la militancia de Sevilla se establezca a través de Viera". Y avaló la premisa de Griñán de que la elección del candidato es tarea de la Ejecutiva Provincial. "El candidato lo propone el Provincial, lo aprueba el Regional y le da el visto bueno el Federal", espetó, aunque agregó parafraseando a Viera que éste "escuchará la opinión del alcalde como militante cualificado".

Como hiciera anteayer el propio Viera cuando se le inquirió si se veía como candidato, Celis se acogió a la socorrida salida por la tangente: "Me veo trabajando profundamente por el PGOU, por el anillo de Cercanías, por las viviendas para víctimas de maltrato [puntos aprobados ayer en Urbanismo]. El PSOE es el que debe tomar la decisión". Y matizó algo más: que él, en el ámbito público, "jamás" había tomado una decisión "pensado en mi interés particular".

Eso mismo aplicó en la única referencia que Celis hizo a Monteseirín ayer de mañana: "El alcalde tiene que actuar pensando en los intereses generales de Sevilla y del PSOE, nunca personales", ya que se negó a pronunciarse sobre si debería agotar el mandato o no.