"Es un atentado contra los sentimientos religiosos". La Junta Superior del Consejo General de Hermandades y Cofradías manifestó ayer su "consternación" ante el "atentado sufrido" por la Iglesia de Santa Marina, sede canónica de la Hermandad de la Resurrección, así como su "más enérgica condena" al incendio registrado en la madrugada del día 5 de enero a las puertas del templo, situado en la céntrica calle San Luis, y que causó daños materiales.

El Consejo apuntó que se trata de un "atentado contra los bienes patrimoniales religiosos que custodian los templos y hermandades", lo que a su entender supone el "desprecio más absoluto por la libertad humana y los valores de convivencia cívica".

El comunicado aseguró que las Hermandades y Cofradías representan un "valioso cauce de expresión" de la fe católica y de los sentimientos religiosos de "miles de sevillanos"; mientras que exigen de todos los ciudadanos y poderes públicos el "respeto escrupuloso de la libertad religiosa y de culto público, elementos esenciales para la convivencia ciudadana".

La rápida llamada de los vecinos al número de emergencias 112 y la pronta actuación de los Bomberos hizo que el suceso se quedara sólo en un susto y que únicamente haya que lamentar escasos daños materiales, principalmente en el interior de la puerta principal. La Policía se encuentra investigando cuántas personas pueden estar involucradas. Los asaltantes arrojaron varios recipientes con líquido inflamable por debajo de la puerta principal.

La Resurrección celebró anoche cabildo extraordinario para valorar la situación y aprobar la hoja de ruta a seguir. Durante el día, se empezó a limpiar el hollín que cubría las paredes y el suelo del templo, así como el presbiterio y el altar mayor, recientemente dorado. El hermano mayor y licendiado en Bellas Artes y Restauración, Miguel Ángel Pérez, afirmó que el imaginero Antonio José Dubé de Luque y él mismo revisarán desde hoy el estado actual de las dos dolorosas, las vírgenes del Amor y la Aurora, el Señor Resucitado y el ángel, Santa Marina y San Juan Bautista de la Salle.

La Archidiócesis de Sevilla deploró y condenó el "incalificable" incendio en la iglesia que tiene previsto abrir el domingo, y aseguró que es la "expresión de un odio estéril". Además, agradeció a los bomberos su "diligencia y su rápida intervención".

El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, aseguró que no tiene "palabras para calificar" lo sucedido ante los causantes del incendio, que definió como "intolerantes"; el portavoz del PSOE, Juan Espadas, lamentó el incidente y lo calificó de "injustificable" ya que, a su juicio, "este tipo de actitudes y situaciones son muy lamentables que ocurran" en la ciudad.