La primera comunión es tal vez el momento más importante en la infancia. Más allá de su significado espiritual, que todos los niños conocerán cuando ya tengan más edad, se puede definir como un momento que asocian a los obsequios.

Más que diversión, educación

Los niños siempre asociarán la celebración de su Primera Comunión a muchos regalos recibidos. Es lo único que recordarán en ese momento, y siempre se asoció de esa manera. Por eso, cuando llega la hora de la comunión, la celebración tiene lugar, pero también lo tienen los regalos.

Elegir un regalo para un niño que ha realizado su comunión es una combinación de saber lo que le gusta y le divierte, pero también de entender que están en una etapa donde los juguetes educativos tienen mucha mayor trascendencia. Por eso, se debe escoger con cuidado para permitirles la diversión sin que se alejen del progreso educativo.

Uno de los juguetes estrella, sobre todo por el progreso y el método de juego que permite a los niños, es el maletín médico de juguete. Sin diferenciar marcas, tamaños o cantidad de accesorios -por ejemplo-, es un juguete que cuenta con todos los elementos para divertir y educar al mismo tiempo:

Inteligencia espacial y orden: usar correctamente el espacio, ordenarlo, saber dónde está cada uno de los accesorios o elementos, le permitirá al niño recrearse pero también fomentar su disciplina por mantener orden en sus áreas de juego.

Interés: los niños sienten especial ilusión por jugar a lo que serán de grandes. Ser doctor o médico es uno de los sueños de muchos niños, por lo que un pequeño maletín médico de juguete, que cuenta con todos los procedimientos, medicamentos de juguete, accesorios y demás, servirá para acrecentar su inclinación por el aprendizaje de esta profesión. Es un juguete, por ende, que cuando se elige bien marca positivamente al niño, de por vida.

Progresivo: esta clase de juguetes están asociados a una progresión bastante clara y lenta, lo que permite que los niños nunca se aburran y siempre puedan encontrar nuevas posibilidades de diversión, de conocimiento y de creatividad. Por eso, no es un juguete que pierde vigencia rápidamente, siendo una recomendación excelente para esta etapa de la infancia.

La importancia del detalle para los invitados

Pero si por un lado se habla de que los niños asocian la comunión con los juguetes, la comunión es un evento que también se asocia con los detalles o recuerdos que reciben los invitados, ya sean familiares o amigos más cercanos.

Así, es imprescindible -para los padres del agasajado, desde luego- la adquisición de detalles comuniones que tengan en la variedad, la originalidad, la cantidad y el precio sus principales características a analizar.

Como se decía al principio, la comunión suele ser un evento que toma a los niños en un rango de edad muy joven, por lo que lo asocian más a los juguetes de la celebración posterior. No pasa tan diferente para las personas invitadas, que mirarán hacia atrás y recordarán con bastante emoción la comunión de los niños gracias a los recuerdos o los detalles de comuniones.

¿Cómo comprarlos?

Para elegir los detalles para la comunión -para obsequiar a los invitados- debe siempre basarse la elección en consideraciones que permitan, tanto ahorrar como ser original:

Precio por cantidad: no es lo mismo comprar por unidad que comprar por docenas, siendo más barato e inteligente apostar por la segunda opción.

Originalidad: lo que le gusta al niño, lo que pueda asociarse al evento en cuestión y que sea, ante todo, original y duradero. La cantidad de posibilidades son grandes y pueden ir desde los muñecos -que representan tanto al niño como a la niña, vestidos de blanco- hasta símbolos propios de la espiritualidad.

La comunión de un niño debe ser única e irrepetible, porque en esencia, así es. Su regalo y los obsequios para los invitados, también lo son.