No es nada complicado pasear por la zona monumental y encontrarse un macetón con un arbusto seco por la falta de agua. Una fea estampa que se repite por más puntos de la ciudad. Para acabar con esa mala imagen, Parques y Jardines se encuentra buscando una empresa que realice riegos y trabajos complementarios en los meses de más calor (de mayo a septiembre) que impidan el secado de esas plantas y faciliten su correcto arraigo y desarrollo evitando su muerte o defectos en el arranque inicial que se traduciría en un débil desarrollo en el futuro.

Estos árboles plantados en macetones se encuentran dispersos por todos los barrios, aunque la mayoría están en el Casco Histórico, Triana, Los Remedios y el distrito Sur. La intención del Ayuntamiento es contar con un servicio de riego que use cubas para garantizar “el arraigo y desarrollo inicial de las plantaciones, de forma que den la cobertura arbórea, decoro y sombra a las calles y demás espacios libres de titularidad municipal en los que se encuentran”. El presupuesto de 121.000 euros (IVA incluido) cubre 912 horas de irrigación. El plazo de ejecución será de cinco meses, desde mayo hasta septiembre, con una prórroga por el mismo tiempo y durante los mismos meses de 2022.

El servicio de Parques y Jardines detalla que estas plantaciones en macetones deberán regarse con cuatro frecuencias semanales. Estas irrigaciones serán siempre nocturnas para evitar daños fisiológicos a las plantas y facilitar la movilidad de los camiones. El horario de cada jornada se iniciará a las 23:00 horas. Previamente al riego, se realizará a mano la limpieza de la pileta y preparación del alcorque mediante una zoleta o escardillo de pequeñas dimensiones. La dosis de riego por árbol será de 50 Litros por cada turno, los cuales procurarán realizarse fuera de las horas centrales del día para evitar daños en la planta y su desecación.

El último modelo de macetones fueron instalados tras el verano de 2017 en los puntos más turísticos de la ciudad para reforzar la seguridad tras los ataques terroristas en las concurridas Ramblas de Barcelona y el municipio costero de Cambrils (Tarragona). Entre las peticiones que hizo la delegación de Seguridad se encontraba un recipiente cuadrado de un metro con una estructura de chapa de acero y laterales de madera, una capacidad de 450 litros y un peso de 107 kilos. En el listado aparecían otros modelos similares que varían por el tamaño. Destacaba por su peso una jardinera cuadrada de hormigón armado que puede llegar a los 650 kilos.

Los últimos modelos fueron instalados en zonas turísticas para reforzar la seguridad

El principal objetivo de estos macetones es proteger a los numerosos turistas que, por ejemplo, pasan a diario varios minutos haciendo largas colas para acceder por la Puerta del León al Real Alcázar. Para resguardar a los visitantes, la cola fue trasladada junto a la muralla. Antes se formaba en la Plaza del Triunfo.

El perímetro de seguridad fue ampliado con la colocación de más obstáculos en otros puntos de este espacio que se encuentra a pocos metros de la Puerta del Príncipe de la Catedral. La medida impide que un vehículo pueda acceder a esta concurrida zona. La seguridad del segundo monumento más visitado de Sevilla pasó a depender directamente del Ayuntamiento a través del Cecop. Estas tareas eran asumidas antes por una empresa de seguridad privada.

No fue una decisión aislada. Estos obstáculos se instalaron en otras zonas turísticas del casco histórico como la Avenida de la Constitución o la calle San Fernando, una vía de acceso al casco antiguo que discurre desde el Prado de San Sebastián hasta la Puerta de Jerez, donde se encuentran una parada del tranvía y otra del Metro. Además, en mitad de la vía la Universidad de Sevilla tiene el acceso a su sede principal, el Rectorado, por donde transitan a diario centenares de estudiantes.

Una fila de coches de caballo junto a varios macetones instalados en la Puerta del León del Real Alcázar.