Derribos de Santo Tomás y Dueñas

Episodios sevillanos del siglo XX

ENTREGAS PUBLICADAS 4, 11, 18 y 25 de mayo de 2008.En agosto de 1927 finalizaron las obras de derribo del ex convento de Santo Tomás de Aquino (1517) y edificios anexos, comenzando los ensanches que liberaron toda la zona final de la actual avenida centralEl convento de Santa María de las Dueñas de la Orden Cisterciense sufrió daños en 1810, 1820 y 1837 y fue casi totalmente destruido durante la Revolución de 1868, utilizándose una parte como casa de vecindad

Derribos de Santo Tomás y Dueñas
Derribos de Santo Tomás y Dueñas

25 de mayo 2008 - 05:03

DESDE 1863 a 1929, Sevilla soñó con una Gran Vía que uniera la plaza de San Francisco con la Puerta de Jerez, por fin logrado gracias a la Exposición Iberoamericana. Los antiguos proyectos de remodelación urbana (1863-1869-1895-1906), entre la Casa Consistorial, en las bifurcaciones con las plazas de San Fernando (rotulada en 1875) y de San Francisco (desde el siglo XIII) y la Puerta de Jerez (también desde el siglo XIII), pudieron ser realidad gracias a la Dictadura de Primo de Rivera. Con la Exposición Iberoamericana de 1929-1930, la ciudad pudo hacer realidad un antiquísimo sueño de contar con una Gran Vía, que en principio iba a tener precisamente el rótulo de Gran Vía de la Exposición.

Las referencias históricas del ex convento de Santo Tomás de Aquino, de la Orden de Predicadores, las hemos encontrado en la obra básica de Félix González de León, Noticia artística de Sevilla, Imprenta de José Hidalgo y Compañía, 1844, en la edición de Antonio Sancho Corbacho de 1975, Gráficas del Sur (Focus-Abengoa), donde se incluye el plano de 1848, en el que pueden verse los enclaves históricos de Santo Tomás y Puerta de Jerez tal como llegaron hasta 1927-1929. Hay abundante documentación actualizada en el libro básico titulado Una mascarada joco-seria en la Sevilla de 1742 (Teatro en la calle), edición de las profesoras Piedad Bolaños Donoso y Mercedes de los Reyes Peña, con apéndice de Emma Falque, Publicaciones de la Universidad de Sevilla, 1992.

Félix González de León, dice bajo el epígrafe de Plaza de Santo Tomás: "El Colegio de PP. Dominicos dedicado a Santo Tomás de Aquino, situado en esta plaza, era bastante capaz para su instituto. Su iglesia no era pública y estaba dentro del claustro. Se entraba por un pequeño zaguán, y al lado derecho se hallaba un pequeño patio y en él la puerta de la iglesia que era poco más que una sala particular, aunque tenía coro alto. Todo lo destruyeron los franceses invasores, pero renovado en el año de 1815, se volvió a colocar en su altar principal la hermosa pintura de Zurbarán, que pasa (y con razón) por una de las mejores de este autor, si acaso no es la primera. […] Por el mismo zaguán se entraba al patio principal, grande, cuadrado y claustrado en los dos pisos bajo y alto, con arcos sobre ricas columnas de mármol blanco. Por un corto pasadizo se entra en el otro patio igual en todo, aunque algo más pequeño. En uno y otro había en la parte baja grandes salones para clases públicas de gramática, retórica, filosofía, teología y matemáticas que eran las ciencias que se cursaban en este colegio, que siempre tenía número muy crecido de estudiantes y excelentes catedráticos, religiosos de la orden de Santo Domingo, colegiales de esta casa, cuyo número era de veinte y cuatro. En el piso alto estaban las habitaciones o celdas de los colegiales, con mucha diafanidad y comodidades. Había una abundante y selecta librería, cual convenía a una casa de estudios, y universidad".

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