Detenido un nuevo miembro de la red de narcos que dirigía 'Canito'

La Guardia Civil ha detenido a un nuevo implicado en la red de narcotraficantes que operaba en la provincia de Sevilla y a la que han sido intervenidos 220 kilos de cocaína. Entre las 16 personas que han sido arrestadas hasta el momento se encuentran el torero Gabriel Ruiz Santos, Canito, y el banderillero apodado Azuquita.

La última detención se ha producido en Basauri (Vizcaya), donde a primera hora de la mañana de ayer fue apresado J. T. R. de 56 años, como integrante de la red de narcotraficantes, según explicaron fuentes de la Benemérita, que no descartan que en las próximas horas se puedan practicar nuevas detenciones dentro de la operación Ruedo, coordinada por las comandancias de Bilbao y de Sevilla.

En el País Vasco han sido detenidas en total cuatro personas, todas de nacionalidad española, que estarían relacionadas con el Puerto de Bilbao, a donde llegaba la droga en contenedores procedente de Argentina. Desde allí, se habrían dedicado a crear la infraestructura necesaria para que la droga -cocaína y, en menor medida, hachís- fuera introducida en España y trasladada a la provincia de Sevilla. Catorce de los detenidos ya han ingresado en prisión por un presunto delito contra la salud pública y la Guardia civil investiga ahora la presencia entre los detenidos de policías federales argentinos.

La investigación del instituto armado comenzó a principios de 2009, cuando se tuvo conocimiento de que personas pertenecientes al ambiente taurino podían estar "trapicheando" con sustancias estupefacientes, por lo que la Guardia Civil, a través del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA), inició las primeras indagaciones y así se conoció que podían estar implicadas dos personas relacionadas con el mundo de los toros.

Posteriormente, y una vez que se extremaron las medidas de observación sobre los sospechosos, la Guardia Civil interceptó un vehículo en la SE-30 y detuvo a su conductor. En el coche halló dos bolsas con 30 kilos de hachís y un papel donde aparecía un número de teléfono y la palabra manuscrita "torero", número que correspondía al del cabecilla de la organización desmantelada.

El instituto armado continuó la investigación de esta primera red y descubrió que el sospechoso principal podía estar intentando vender cocaína, por lo que fue seguido hasta su domicilio. Los agentes observaron que a su salida no portaba nada. Posteriormente, llegaron dos personas a este domicilio, y en el coche hallaron otros 3,3 kilos de cocaína.