Sevilla

Detenidos tres empleados del Instituto de Toxicología por el robo de droga

  • Los trabajadores, que están en libertad con cargos, fueron arrestados una semana después de que se detectara la desaparición de 31,5 kilos de heroína y cocaína que estaban siendo analizados en el centro

La Policía Nacional detuvo la semana pasada a tres empleados del Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses de Sevilla por su presunta participación en el robo de 31,5 kilos de droga descubierto en estas instalaciones el pasado 22 de marzo. Los tres trabajadores permanecen en libertad con cargos tras ser arrestados y declarar ante la Policía, que ahora trata de recuperar los estupefacientes sustraídos.

Dos de los empleados fueron detenidos el jueves 29 de marzo y pasaron a disposición judicial el sábado. Tras tomarles declaración, el juez de Instrucción 7 de Sevilla, Fernando Martínez, decretó su puesta en libertad con cargos acusados de un delito contra la salud pública. El tercer arrestado sólo declaró ante la Policía. Quedó en libertad tras ser interrogado por los agentes encargados de la investigación y en los próximos días será citado para comparecer ante el juez, imputado por el mismo delito que sus otros dos compañeros.

La investigación de la Policía está encaminada ahora a averiguar el paradero de la droga robada, valorada en un millón de euros. En total, desaparecieron 30 kilos de heroína y 1,5 de cocaína. Estas sustancias pertenecían a cuatro alijos decomisados en otras tantas operaciones policiales y se encontraban en el Instituto de Toxicología, que tiene su sede en la avenida Doctor Fedriani, para que fuera analizada y los técnicos de este departamento determinaran su composición y pureza.

La sustracción de la droga fue descubierta a primera hora de la mañana del día 22 de marzo, cuando los funcionarios del Instituto llegaron a trabajar y observaron que la caja donde se guardaba estaba fuera de su lugar habitual y vacía. La mercancía robada se encontraba en una habitación denominada el búnker, que está cerrada con una llave de seguridad a la que, sin embargo, tenían acceso los trabajadores del centro y otras personas, dado que la misma se hallaba en un cajón.

Al ser descubierto el robo, la directora del centro ordenó inmediatamente la clausura de la habitación, denunció el hecho en el juzgado de Guardia y llamó a la Policía Nacional. La Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de este cuerpo inició una investigación que comenzó con una inspección ocular del instituto. Una unidad de la Policía Científica tomó huellas de la habitación en la que se encontraba la droga y también se analizó la caja vacía para tratar de encontrar algún perfil de ADN de la persona que la pudiera haber manipulado.

Los agentes de la Udyco examinaron las grabaciones de las cámaras de videovigilancia del Instituto de Toxicología e interrogaron al personal del centro. En una semana exacta, la Policía logró arrestar a los tres presuntos autores del robo de la droga. Desde el principio las pesquisas se centraron sobre empleados del instituto o de empresas subcontratadas que trabajan para el mismo y tienen acceso a sus dependencias.

Fuentes del Ministerio de Justicia, departamento del que depende el Instituto de Toxicología y de Ciencias Forenses, explicaron ayer a este periódico que no tienen constancia oficial de que ninguno de los funcionarios adscritos a este centro haya cometido acto ilícito alguno por el que deba suspenderse o sancionarse su conducta. Esta respuesta deja abierta la posibilidad de que los tres detenidos trabajen en el centro pero que lo hagan de manera subcontratada y no pertenezcan al cuerpo de funcionarios destinado en el mismo. Por el momento las identidades y edades de los tres detenidos no han trascendido, ya que sobre el caso permanece decretado el secreto de sumario.

Tampoco ha trascendido cómo se produjo el robo ni qué destino han podido dar los autores a las sustancias sustraídas, ni si los detenidos han confesado los hechos o no. La decisión del juez del caso de no encarcelar de manera preventiva a los detenidos, ni tampoco imponerles ninguna fianza ni otra medida cautelar, podría responder al hecho de que no exista riesgo de fuga y tengan arraigo en Sevilla. La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones en próximas fechas.

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