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Hospital Virgen Macarena

Día Mundial de la Investigación Contra el Cáncer: El empeño por cambiar el rumbo

Los doctores Carlos Míguez y con Luis de la Cruz, jefes de servicio de Oncología Radioterápica y Oncología Médica del Macarena.

Los doctores Carlos Míguez y con Luis de la Cruz, jefes de servicio de Oncología Radioterápica y Oncología Médica del Macarena. / H. U. V. M.

Cada vez va a haber más enfermos de cáncer en España. Se prevé, por ejemplo, que dentro de diez años se producirán en nuestro país un nuevo caso de cáncer y un fallecimiento cada 3,8 y 1,8 minutos, respectivamente. Ante estas cifras, la sociedad española tiene ante si un reto de enorme transcendencia: conseguir ampliar las tasas de curación actualmente existentes. ¿Cómo? A golpe de ciencia.

Cada 24 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Investigación contra el Cáncer, una fecha en la que la comunidad científica se une con el objetivo de seguir impulsando proyectos que buscan lidiar contra el cáncer y encontrar estrategias terapéuticas que ayuden a convivir con la enfermedad. La investigación es clave y en los últimos años se han producido numerosos avances que han permitido mejorar la supervivencia manteniendo la calidad de vida de los pacientes. De ello saben, y mucho, los doctores Luis de la Cruz y Carlos Míguez, responsables de Oncología Médica y Oncología Radioterápica, respectivamente, del Hospital Virgen Macarena. Llevan la ciencia en el ADN a pesar de las dificultades que conlleva la carrera de investigador en España, uno de los países europeos que menos inversión destina a este fin. Pero no tiran la toalla.

Fruto de ese empeño por cambiar el rumbo son los 180 ensayos clínicos que el hospital mantiene activos en patología oncológica, casi la mitad (un 43%) del total de 414 estudios de este tipo que se están desarrollando entre todos los servicios en el centro en estos momentos. "Gracias a ellos hacemos accesibles a nuestros pacientes de manera precoz tratamientos que de otra manera sería imposible que tuvieran acceso. Hay fármacos de nueva generación que parecen tener resultados esperanzadores y a los que sólo se puede acceder a ellos por vía de ensayo clínico porque todavía no tienen una aprobación para su uso en práctica habitual", explica el doctor De La Cruz.

Proceso de inclusión en una biopsia en Anatomía Patológica. Proceso de inclusión en una biopsia en Anatomía Patológica.

Proceso de inclusión en una biopsia en Anatomía Patológica. / H. U. V. M.

En esta línea, los ensayos clínicos en los hospitales públicos constituyen una puerta abierta a nuevos tratamientos que, a priori, representan lo más eficaz frente a un problema de salud de primer orden. Junto a las terapias convencionales, que se basan en la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia, el especialista explica que dos nuevas estrategias médicas están revolucionado este campo de la oncología: la inmunoterapia y las terapias diana. Ambas en el foco de los estudios académicos que desarrolla la unidad desde hace aproximadamente una década, junto a personal del servicio de Bioquímica Clínica del centro y del departamento de Biología Molecular e Inmunología de la Universidad de Sevilla.

La inmunoterapia es una estrategia que consiste en activar el organismo del paciente para que su propio sistema inmunitario elimine a las células tumorales. "Estamos trabajando intensamente en esta línea", sostiene el oncólogo, que apunta al cáncer de mama y el linfoma como los tipos tumorales donde el equipo de investigación traslacional del Macarena ha comunicado importantes avances en los últimos tiempos. "Se trata de estudios en los que hemos podido identificar unos biomarcadores inmunológicos que tienen un gran potencial para la monitorización de estos pacientes, ya que parecen asociarse claramente a una mejor o peor evolución clínica. El mayor interés es que pueden suponer eventuales dianas terapéuticas en oncología", explica. "La hipótesis es que, si lográsemos intervenir sobre esas células que aparecen disparadas en aquellos pacientes en los que evoluciona el cáncer, probablemente pudiéramos modular el perfil inmunológico de los pacientes y de esa forma mejorar el estado inmunitario y su respuesta antitumoral. Todo eso hay que demostrarlo, son hipótesis, pero pensamos que puede ser bastante plausible, y ahora mismo los datos que manejamos van en esa línea. Ahí está centrada ahora nuestra investigación", apostilla el doctor Luis de la Cruz.

Junto con la Oncología Médica, la Oncología Radioterápica es parte integral del equipo multidisciplinar y de la investigación en el tratamiento del cáncer. Este tipo de tratamiento, basado en el empleo de radiaciones ionizantes, tiene una elevada intención curativa, pero también cierto impacto paliativo. Dice el jefe de la unidad en el Macarena, el doctor Carlos Míguez, que "no existen tumores radioresistente, sino que existen limitaciones de los tejidos sanos que están alrededor de esos tumores". Y es que, la radioterapia es, además de una de las claves en la conservación de órganos afectados por tumores, también de aquellos que lo rodean. "En torno a esa máxima giran todas las líneas de investigación. Intentar concentrar la máxima dosis de radiación en el tumor y proteger los tejidos que están alrededor", sostiene el especialista.

Un paciente en una sesión de radioterapia con máscara inmovilizadora. Un paciente en una sesión de radioterapia con máscara inmovilizadora.

Un paciente en una sesión de radioterapia con máscara inmovilizadora. / H. U. V. M.

Dentro de esta rama oncológica, el Hospital Macarena es "puntero" en varias líneas de investigación. El doctor Míguez destaca la "revolución" que experimentó la radioterapia de intensidad modulada (IMRT) hace unos 20 años y las ventajas de su evolución. La claves es concentrar altas dosis de radioterapia en el menor número de días posibles. "Hemos llegado a poder conseguir sin mayores efectos secundarios dar altas dosis de radiación con lo cual acortamos mucho el tratamiento", indica el doctor. Es lo que se conoce como la técnica SBRT. Los grandes avances en esta línea se están consiguiendo en cáncer de próstata donde se ha pasado de un tratamiento estándar de 35 sesiones a sólo cinco, pero también en cáncer de pulmón, permitiendo reducir el tratamiento en ciertos tipos a una sola sesión de radioterapia o a ciertas localizaciones en metástasis concretas.

Pero hay más. "Esta misma técnica se está probando ahora mismo en mujeres con cáncer de cérvix, evitando el paso por el quirófano a través de una alta dosis de radiación. Esto también lo estamos trabajando en otro tipo de tumores no operables, como el de páncreas", adelanta el facultativo.Un avance generalizado, sin dejar de lado uno de los tipos de cáncer más frecuentes entre los pacientes de Oncología Radioterápica del Macarena: el cáncer de mama. En el primero, el doctor Míguez destaca la aplicación de la irradiación parcial. "Es decir, actuar sólo en la zona donde estaba el tumor, más un margen, que llamamos de confianza", explica. Esto es posible gracias a un trabajo coordinado con los propios cirujanos que quitan el tumor y colocan como unas marcas para poder localizar al milímetro la zona afectada, en la que luego se aplican cinco sesiones de radioterapia. El procedimiento se empezó a aplicar en octubre del año 2019 y han sido tratadas unas 180 mujeres con esta técnica. "El siguiente paso será ver los resultados y los efectos adversos. Ya en los próximos años tendremos que analizar otros factores como es el control local de la enfermedad, es decir, que estamos en la línea adecuada para evitar que vuelva a aparecer la enfermedad a nivel local y también la supervivencia a la enfermedad", amplía.

Otra de las grandes línea de investigación en la que está inmersa la unidad sería la incorporación de las tecnologías de la información y la comunicación a la práctica asistencial. Es decir, ver la posibilidad de incorporar en el seguimiento de pacientes con cáncer un entorno web en el que interaccionan el médico con el propio enfermo. "Algo en lo que ya se está avanzando en cáncer de próstata. Hemos desarrollado ya una aplicación web que nos será muy útil para su seguimiento y vamos a empezar a reclutar pacientes. ¿Qué nos va a indicar este paso digital? Vamos a ver el impacto que tiene lo que estamos haciendo con los pacientes, es decir, si el seguimiento es adecuado y si tiene impacto en la calidad de vida de los mismos, así como la repercusión en la supervivencia o en el control de la enfermedad", explica el doctor. En la misma línea, destaca la importancia de trabajar siguiendo Real World Data, es decir, la medicina basada en los datos real. "Tenemos que medir que esos resultados que se estuvieron en el ensayo clínico en la vida real son los mismos porque si eso no fuera así, pues puede dar lugar a que tengamos áreas de mejora o que incluso tengamos que cambiar nuestra práctica asistencial o incluso rebatir aquellos datos que daban los ensayos clínicos", apostilla.

En el horizonte quedan retos, "muchos", destacan los profesionales, pero "se está en el camino continuo de la mejora", afirman. Ejemplo de ello es la inminente incorporación a Sevilla de una de las diez unidades de protonterapia donadas en España por la Fundación Amancio Ortega que revolucionan el mapa del cáncer, sobre todo, infantil mediante una técnica a base de protones que actúan a una determinada profundidad. Y, también, el avance de las llamadas terapias flash con las que se está viendo el impacto de una dosis muy elevada en poco tiempo y la menor toxicidad que tienen los tejidos cercanos.

La prevención como principal aliada

Los sistemas de cribado de cáncer son fundamentales para avanzar hacia la curación de esta enfermedad. En concreto, existen tres tipos de canceres donde estos programas han demostrado su eficacia con una disminución clara de la mortalidad. Esos son el cáncer de cuello de útero, el de mama y el colorrectal. Estos sistemas de cribado "son fundamentales para avanzar hacia la curación de esta enfermedad, ya que detectan los canceres en etapas más tempranas donde la curación tiene más posibilidades de alcanzarse", señala el doctor Luis de la Cruz, jefe de Oncología Médica del Macarena. El futuro, ahora, está ahora en la aplicación de este método en cáncer de pulmón. "El departamento de Bioquímica de nuestro hospital está trabajando en biomarcadores en sangre periférica que pueden servir para cribado de cáncer de pulmón en la población en general. Eso puede ser muy interesante y puede acompañar a otras técnicas", apostilla.

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