Los 10 sucesos de 2017

Un triple asesinato a sangre fría, el doble parricidio de unos niños y un increíble accidente en un ascensor de un hospital público han sido los tres sucesos que han marcado la crónica negra del año 2017 en Sevilla. Fue un año en el que hubo varios homicidios más, un violador que sembró el pánico en Sevilla Este y dos crímenes machistas que también traspasaron el ámbito de la información local y dieron el salto a los telediarios nacionales.

El triple asesinato ocurrió a mediados de septiembre en una vivienda de Cerro Blanco, en Dos Hermanas. Fue una ejecución en toda regla. Tres personas, el ciudadano turco Mehmet Demir, de 55 años; su esposa, Sandra Capitán Capitán, de 26; y la hija de ésta, Lucía Begines Capitán, de seis; murieron tiroteadas y fueron después enterradas en cal viva y sepultadas bajo una losa de hormigón. Las tres víctimas de este ajuste de cuentas fueron secuestradas el 16 de septiembre en su casa de Bellavista. Tras el crimen estaba un clan de Dos Hermanas, liderado por Ricardo García Hernández, el Pollino; y su padre, Ricardo García Gutiérrez, el Cabo.

Tan espeluznante como este caso fue el del Bretón sevillano, un ingeniero de telecomunicaciones de San Jerónimo que mató a sus dos hijos de 5 y 4 años en su casa de Alemania. O la muerte de Rocío Cortés, una joven de 25 años que acababa de dar a luz en el hospital de Valme, que falleció aplastada en un accidente ocurrido en un ascensor.

Otro caso que generó una enorme alarma fue la violación del Parque del Tamarguillo. Luego se supo que el autor era el asesino de una prostituta que apareció semicarbonizada en el Parque Amate. Los dos crímenes machistas fueron el de Alcolea del Río, donde un hombre mató a su mujer e introdujo el cuerpo en una maleta; y el de Palmete, en el que el agresor mató a puñaladas a su ex pareja.

En el capítulo de las operaciones policiales, destaca la de Isla Mayor, en la que cayó medio cuartel de la Guardia Civil por colaborar con una banda de narcotraficantes. En el terreno de los robos, dos delincuentes murieron mientras cometían sus fechorías o huían. Uno, miembro de la banda del BMW, se estrelló con su coche tras un intento de alunizaje. El otro, un ex guardia civil corrupto, fue tiroteado por sus ex compañeros en el asalto al chalé de un empresario de Mairena.