Sevilla

Dudas y certezas sobre el patronazgo

  • No hay ningún documento que acredite que San Fernando es el Patrón de la ciudad, pero la tradición así lo dicta La fiesta religiosa se instituyó en 1673 y la civil en 1679

La tradición pesa más que el papel. En los últimos días la figura del rey Fernando III El Santo, que reconquistó Sevilla en 1248, ha estado de actualidad al anunciar el Ayuntamiento que el pleno de mañana aprobará pasar la festividad del próximo año al miércoles de Feria. Este cambio ha generado un debate en la ciudad entre los que defienden que el Día de San Fernando es el día de la ciudad y, por tanto, debe mantenerse, y los que aplauden que se cambie la misa y la liturgia y la veneración al Patrón por el rebujito y el albero del real de Los Remedios. Pero, ¿es realmente San Fernando el Patrón de Sevilla? El catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Sevilla Manuel García Fernández ayuda a resolver esta incógnita a la vez que reivindica la importancia histórica y la vigencia de la figura de San Fernando.

"Es cierto que no consta un documento oficial que establezca el patronazgo, pero sí hay documentación desde el siglo XVII que refleja la predilección de la ciudad por San Fernando. El 7 de febrero de 1671 Clemente X lo canoniza. Dos años después, el Papa obliga a la Diócesis de Sevilla a considerar el día de San Fernando como festivo. A partir de ahí tiene su fiesta litúrgica y la actividad en la ciudad se paralizaba. Sabemos que en 1679 esta fiesta religiosa es tomada por el Ayuntamiento y la convierte también en civil". Para el catedrático de la Hispalense, desde ese 30 de mayo de 1679, estaría constituida oficialmente la festividad en Sevilla, aunque no hay un acta que lo proclame patrón. "No hacía falta ninguna documentación oficial. Se seguía simplemente la tradición que lo tenía como protector de Sevilla desde muy antiguo".

En la nómina deestos santos protectores de la ciudad, que también podrían considerarse patrones, se encuentran San Leandro, San Isidoro, Santas Justa y Rufina, la Virgen de Rocamador, la Virgen del Pilar, la Virgen de la Antigua, la Virgen de la Hiniesta o la Virgen de los Reyes, que sí tiene una bula de Pío XII de 1946 en la que se la confirma y declara como patrona principal de la ciudad y de la Archidiócesis, dando oficialidad, en este caso, a la tradición de siglos. "Desde 1679 se empieza a considerar a San Fernando como copatrono de ese ejército de santos protectores. Algunos de ellos han ido perdiendo vigencia, pero la importancia de San Fernando se ha mantenido".

Para este prestigioso catedrático de Historia Medieval de la Hispalense, más allá de la polémica del patronazgo, es importante reivindicar la figura de San Fernando y que la ciudad no se olvide de quién fue: "En estos tiempos un rey con espada parece que no está de moda, un rey conquistador, pero en el contexto del siglo XIII fue un hombre de su tiempo. No podemos juzgar la reconquista con la mentalidad del siglo XXI". Para García Fernández, San Fernando fue un santo actual por muchos motivos: "Devuelve a Sevilla a Europa, introduce devociones marianas que han llegado a nuestros días y fue el último rey de las tres religiones. Hasta su muerte Sevilla fue una ciudad abierta. Fue tolerante con los musulmanes y judíos. Es muy importante aclarar eso. Cuando murió las crónicas hablan de los llantos de cristianos, moros y judíos. El rey de Granada decretó luto...".

El profesor plantea si esta nueva interpretación que se hace de San Fernando debería replantear si se suprime la festividad de un rey tolerante, el último de las tres religiones. "Sería una verdadera pena que San Fernando muriera en Sevilla otra vez. No se debe olvidar su memoria. Fue un rey moderno para su tiempo. Si queremos que Sevilla sea una ciudad abierta, crisol de civilizaciones, no matemos nuevamente a San Fernando".

El de San Fernando siempre ha sido un patronazgo popular, aunque no exista documento que lo acredite. "Tampoco la Iglesia lo pidió porque no le hacía falta".

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