Sevilla

Emasesa sustituirá la depuradora de San Jerónimo por otra junto a La Algaba

  • Monteseirín propondrá el traslado a Emasesa y apostará por la cesión del suelo a la Junta · La empresa pretende financiar la operación mediante la inclusión de un canon en la factura del agua durante 30 años

Una operación compleja, que interesa a la gestión del ciclo integrado de un bien escaso como es el agua, al urbanismo de la ciudad y a las demandas vecinales de un sector de la población del Norte de la capital. El alcalde de Sevilla propondrá en la próxima comisión ejecutiva de Emasesa el traslado integral de la estación depuradora de San Jerónimo a las actuales instalaciones de la compañía en la carretera de La Algaba, dentro del término municipal de la capital y a menos de 7 kilómetros de dicho municipio.

La operación está valorada en alrededor de 100 millones de euros y supondrá el abondono por parte de Emasesa de los terrenos de más de 13 hectáreas en los que opera actualmente en San Jerónimo, donde comenzó a prestar servicio en el año 1984. Monteseirín apuesta por ceder estos terrenos a la Junta de Andalucía para la construcción de viviendas de protección oficial.

El Consistorio hispalense gestionará ante la Agencia Andaluza del Agua la autorización para aplicar un canon específico en la factura del agua durante un período de 30 años con la finalidad de asegurar la financiación del proyecto, una solución económica que ya se ha practicado en el caso de la estación de La Ranilla. La construcción de la nueva estación conlleva una obra de dos años.

Emasesa encargó en 2006 un estudio sobre la capacidad de sus plantas depuradoras para eliminar nutrientes, nitrógeno y fósforo de las aguas residuales. La compañía quiso valorar el funcionamiento de las estaciones y analizar las posibles modificaciones que requerían para adaptarse a la normativa vigente. El estudio ha sido realizado por la Fundación Agustín de Betancourt, dependiente de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Madrid. En el caso concreto de la Estación Norte-San Jerónimo, los expertos concluyeron que el sistema de tratamiento actual no es apto para la eliminación de nutrientes en los rangos especificados por la normativa al no haber sido diseñada en su momento para tal fin. Ninguna de las dos plantas que constituyen esta estación están preparadas para cumplir con tal objetivo: "Existe una incapacidad manifiesta".

Las modificaciones que habría que realizar en dichas plantas son de tal envergadura que hacen "inviable" su ejecución, a juicio de los técnicos: "Es más rentable desde todos los puntos de vista la construcción de una nueva planta". Una conclusión es clara: "No hay espacio disponible en la actual ubicación para construir una nueva planta que pueda tratar un caudal medio de entre 90.000 y 100.000 metros cúbicos al día". Dicho índice es el que se considera adecuado para atender la actual y futura demanda de depuración, considerando el crecimiento de la zona Norte de Sevilla y de los municipios de Alcalá del Río y la Rinconada, cuyas aguas se vierten hasta esta estación.

El informe precisa que de las dos estaciones, la fundada en 1984 se encuentra fuera de servicio, y la que se puso en marcha en 1992 está "al límite de su capacidad de tratamiento". Los técnicos refieren la "especial sensibilidad" del entorno de la actual planta depuradora, "muy próximos a la barriada de San Jerónimo".

Consideran que es "necesario" buscar un emplazamiento distinto para la nueva planta. El lugar más indicado, por sus características y coste, es el terreno ocupado actualmente por la antigua estación de filtraje, ubicada en la carretera hacia La Algaba. Parte de estos terrenos están en desuso y están considerados como estratégicos para construir la futura estación: "El espacio de superficie útil de este nuevo emplazamiento es de 8 hectáreas, que en principio es suficiente para la instalación de una nueva planta".

El mismo informe refiere que los terrenos de San Jerónimo, "podrían ponerse en valor como medida compensatoria a la inversión necesaria" para construir la nueva planta independientemente de posibles ayudas autonómicas o estatales previstas en el Plan Nacional de Calidad de las Aguas para este tipo de proyectos. La compañía no descarta la gestión de nuevas vías económicas como complemento a la financiación por medio del canon específico.

El Ayuntamiento destaca el hecho de que con esta operación atenderá las repetidas demandas de cientos de vecinos de San Jerónimo, que llevan años sufriendo las consecuencias de la vecindad de la depuradora. Los olores de las aguas residuales y los ruidos de la maquinaria han sido objeto de queja. El Consistorio ha tomado medidas para paliar estos efectos, como la apertura de una línea teléfonica especial para denunciar las molestias generadas por la actividad de la depuradora. Otra medida fue la creación de una denominada barrera vegetal, ubicada entre la primera fase de la estación y la barriada de San Jerónimo. Su función ha sido la de crear una zona de seguridad ante posibles incendios que, provenientes del exterior, pudieran afectar a las instalaciones de una estación en las que se trabaja con gases y otras sustancias delicadas, además de funcionar como barrera de protección ambiental del entorno, simultaneando esta actividad con la de vivero de árboles y arbustos de la empresa. Esta barrera vegetal se creó en una franja de terreno, de 26.042 metros cuadrados, que fue cedida en su día por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.

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