La empresa municipal de aguas de Sevilla (Emasesa) empezará a instalar de forma gratuita a partir de septiembre nuevos contadores inteligentes que, además de ayudar a los usuarios a conocer su consumo real, mejorarán la eficiencia hídrica en un momento en que la capital andaluza y su área metropolitana están en prealerta por sequía. La empresa presta el servicio del ciclo integral del agua a Sevilla y once municipios metropolitanos.

Esta nueva tecnología de telelectura en todos los suministros permitirá conocer el consumo por hora y, junto a los registros de los dispositivos de control instalados en las redes, y hará posible comparar el agua inyectada y la consumida.

Estos registros prácticamente en tiempo real permitirán además la identificación ágil de fugas y fraudes en las viviendas, lo que contribuirá a aumentar la garantía del suministro en épocas de sequía como la actual. 

La iniciativa forma parte de su proceso de transformación digital para lograr una mayor eficiencia en la gestión de un recurso escaso y valioso como el agua, estos datos también posibilitarán al usuario conocer a través de una aplicación móvil su consumo horario. El usuario conocerá a través de la APP “Mi EMASESA” su consumo horario, lo que le permitirá tomar un papel activo en la consecución de objetivos de sostenibilidad. La empresa pública se ha caracterizado siempre por su liderazgo en el empleo de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) en el sector del agua.

El proceso de transformación digital movilizará una inversión de 24 millones de euros. El proyecto ha sido recientemente adjudicado a la UTE Telefónica Móviles de España y Telefónica Soluciones de Informática y Comunicaciones de España SAU. El pasado 15 de julio se adjudicó a Contadores de Aguas de Zaragoza SA el contrato para el suministro de estos contadores que se instalarán en un despliegue de cuatro años.

El despliegue de este tipo de tecnologías se ve respaldado por las ayudas aprobadas por el Ministerio de Transición Ecológica, que son verdaderas facilitadoras para la agilización de la transformación digital.

EMASESA, a partir del perfil de consumo de cada usuario, podrá recomendar pautas de ahorro que faciliten la consecución de los objetivos, identificando los puntos de mejora particularizados para cada suministro. De este modo, será posible verificar si se está haciendo un consumo responsable o no, y si nos acercamos o desviamos de bajar el consumo de los actuales 112,5 litros por habitante y día a 90 litros (Objetivo 90), un reto importante en el momento actual de estado de prealerta por sequía en Sevilla y el área metropolitana.

El objetivo es cubrir el 80% de suministros en 4 años

El objetivo de este proyecto es la adquisición y despliegue de equipos de telelectura (contadores inteligentes con capacidad de comunicación) que incorporan la tecnología NBIoT (NarrowBand IoT - Internet of things, Internet de las Cosas) capaces de proporcionar las medidas de consumo por hora y diariamente, gracias a contar con un servicio de comunicación a través de una operadora de telefonía móvil, durante toda la vida útil de los contadores.

Este despliegue de tecnología se realizará en un plazo de 16 años, para poder dar cobertura a la totalidad de los suministros, si bien, gracias a la configuración del parque de contadores de EMASESA, se espera cubrir el 80% de los suministros en los primeros 4 años.

Los beneficios de este proyecto son múltiples. Para EMASESA es una pieza clave en el proceso de transformación digital de la empresa con el objetivo de lograr mayor eficiencia en la gestión de la empresa y de un recurso tan escaso y valioso como es el agua. Conocer cómo consumen el agua nuestros usuarios permite realizar una mejor planificación de los procesos de control, lo que redunda en eficiencia hídrica. Para el usuario es un cambio radical en el uso del agua, puesto que le permitirá conocer con detalle cómo usa el agua y podrá tomar decisiones para lograr eficiencia en su uso.

Además, toda esta información permitirá proporcionar servicios personalizados a los distintos colectivos de usuarios como lo son las personas mayores, las personas en riesgo de exclusión, personas en situación de fragilidad, etc.