El kurdo que arrojó un zapato a Erdogan aceptaría "una condena de 20 años" por quedarse en España

El fiscal mantiene la petición de tres años y ocho meses de cárcel para el acusado de atacar al primer miniestro turco y la defensa alega que expulsarlo del país es "condenarlo a muerte y a torturas".

Condenan a 3 años de prisión al kurdo que lanzó un zapato a Erdogan
Condenan a 3 años de prisión al kurdo que lanzó un zapato a Erdogan
Jorge Muñoz, Sevilla

28 de junio 2010 - 15:49

El kurdo Jom Hokman, de 27 años, pidió este lunes al juez que le ha enjuiciado por haber lanzando un zapato al primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan, que le permitan quedarse en España aunque sea "con una condena de 20 años".

En el juicio celebrado en el juzgado de lo Penal número 9 de Sevilla, el fiscal solicitó una condena de tres años y ocho meses de prisión para el acusado, al que se atribuyen delitos contra la comunidad internacional, atentado a la autoridad y resistencia grave en relación con los hechos que ocurrieron el 22 de febrero, cuando el acusado, que tiene pasaporte sirio, lanzó un zapato al primer ministro turco cuando salía de recoger un premio en el Ayuntamiento de Sevilla.

En la vista oral, el kurdo Jom Hokman reconoció los hechos que se le imputan y a seguró que expulsarlo a Siria supondría su condena "a la muerte".Según dijo, con su acción de lanzar el zapato sólo pretendía "llamar la atención" sobre la situación del pueblo kurdo, pero no tenía intención de dañar a ninguna persona.

Su abogado defensor, Luis Ocaña, aseguró al juez que el único fin que movía al joven era el de "criticar y protestar" por la situación de su pueblo, en una actitud que enmarcó en el derecho a la libertad de expresión que recoge la declaración universal de derechos humanos, aunque el ejercicio de ese derecho se lleve a cabo de manera "desabrida o maleducada". El letrado recordó el caso del ciudadano iraquí que fue condenado a un año de cárcel por lanzar un zapato al entonces presidente de Estados Unidos, George Bush, y estimó que "no es razonable" la petición de la Fiscalía española en este caso, en el que el lanzamiento se produjo a mayor distancia y fue más impreciso si cabe.

El defensor añadió que el lanzamiento de zapatos es un gesto de protesta habitual en Oriente Medio, una acción con la que, según dijo, no se pretende más que hacer una crítica política, como cuando se lanza una tarta a un dirigente político, "se hace un corte de mangas en el Parlamento" o como cuando el ex presidente José María Aznar respondió con un gesto con el dedo cuando le abuchearon en un acto público.

Los agentes de la Policía que le detuvieron explicaron que ofreció una resistencia "de moderada a grave" a su arresto y un inspector de extranjería aclaró que el acusado se encuentra en una situación de irregularidad en España, tras haberse denegado el asilo político que solicitó al Gobierno. Su expulsión, según el funcionario que ha declarado en la vista oral, está pendiente de resolución por parte de la secretaría de estado de Seguridad.

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