Desde que el pasado sábado fuera respaldado oficialmente por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el candidato socialista a la Alcaldía de Sevilla, Juan Espadas, ha intensificado su precampaña electoral. Ayer hizo doblete. Por la mañana tuvo una reunión en el Museo del Baile Flamenco y por la tarde estuvo con los vecinos del Parque Alcosa, donde analizó la rehabilitación de las viviendas y el proyecto de la línea 2 del Metro. Espadas anunció el sábado una campaña "limpia", con el trabajo y la ilusión como clave. Ayer volvió a recordar este propósito.

Entre los múltiples actos y pasos que el candidato del PSOE dará esta semana, destaca uno. Y es que Espadas anunció ayer que propondrá a los diferentes aspirantes a la Alcaldía un consenso para marcar "una reglas del juego", para que lo "importante y fundamental" en el debate público de cara a las próximas elecciones municipales, fijadas para el 22 de mayo de 2011, "sean los mensajes y el proyecto político de cada uno, y no se someta al grueso de las declaraciones". "Las diferencias políticas se pueden matizar sin que haya que calentar el ambiente", declaró Espadas, que concretó que en los próximos días remitirá cartas escritas al candidato del PP, Juan Ignacio Zoido, al de IU-CA, Antonio Rodrigo Torrijos, y a la coalición formada entre el PA y el PSA, Pilar González, "buscando una fórmula para que podamos tener una primera toma de contacto y un intercambio de impresiones". Una idea que el candidato socialista supone que será bien acogida por todos sus oponentes.

Tras visitar el Museo del Baile Flamenco, Espadas precisó que cuando el pasado sábado, en el discurso que dio en el acto de proclamación de los candidatos socialistas a las alcaldías de los principales municipios andaluces, invitaba a una "rebelión contra la crispación y la intolerancia extremista de la derecha", "en ningún momento" se dirigió a la persona de su principal contrincante electoral, el portavoz del PP y candidato popular a la Alcaldía, Juan Ignacio Zoido.

Espadas aclaró que no se dirigió "personalmente al candidato del PP, sino que establecí un paralelismo sobre una crispación sin precedentes que ligaba a un extremismo de la derecha que me preocupa. No lo identificaba en ningún momento con la persona", advirtió el candidato socialista, que dijo que en su discurso "lo que identificaba es un problema que me parece que responde al estado de opinión que, por parte de algunos sectores, se puede querer generar para ganar el poder incluso sin elecciones de por medio".