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El relevo en la Alcaldía
Tras meses de tensiones y un mes y medio de absoluto enredo, la vía más fácil y aséptica para explicar por qué el sucesor de Juan Espadas es Antonio Muñoz era la más sencilla: seguir el orden natural de la lista por el que la responsabilidad recae sobre Sonia Gaya, número 2, que ya ha comunicado a la junta de portavoces que renunciará a este derecho y facilitará la investidura del número 3. Un gesto generoso pero que, sin duda, responde a la disciplina y la lealtad política de un grupo en el que la socialista aterrizó en 2015 como una imposición del partido y en una posición fruto de la necesidad de fabricar listas cremallera.
Muñoz en 2015 no pudo ser el número 2 de la lista de Espadas por este criterio, pero ya era su hombre de confianza, un pilar fuerte para sostener a un equipo de trece concejales con algunas lagunas y el peso para equilibrar la balanza frente a la Sevilla clásica y conservadora en la que Espadas también puso su pica. Su lealtad y eficacia probada hicieron que asumiera grandes responsabilidades en el gobierno que, lejos de mermarse, se han incrementado en las ligeras remodelaciones hechas en este mandato.
Y esta confianza es su mejor aval para convertirse en algo más que alcalde de transición. Espadas confirmó este martes que Muñoz es, “por supuesto”, su candidato para las elecciones municipales de 2023 y que no concibe otra opción. “Es el partido y sus órganos al final quienes deciden, pues en los municipios de más de 50.000 habitantes, en las grandes capitales, los candidatos son proclamados por el Comité Federal del PSOE, pero hemos tomado una decisión política y queremos que llegue hasta el final”, ha explicado el alcalde. “La vida se escribe día a día, pero hay unos órganos que toman decisiones y si yo dijera ahora lo contrario estaría entrando en competencias que no me corresponden”, ha aclarado Espadas, en referencia a las posibles injerencias de Ferraz en sus decisiones.
El alcalde ha apelado a la teoría del jarrón chino, formulada en su día por Felipe González, para recordar que es el secretario general del PSOE de Andalucía y que “estará en la misma cosa” y, sin molestar, a disposición de sus compañeros, confirmando que como secretario general del PSOE andaluz seguirá pendiente de todo lo que ocurra políticamente ahora en Sevilla, así como del balance final del mandato “porque me va la vida en ello”. Su gestión en Sevilla, sin duda, va en su mochila también de candidato a la Junta de Andalucía para bien y también para mal, pues ese centralismo puede ser contraproducente en su labor de unificar el partido y generar el máximo consenso entre las provincias.
"Me voy muy tranquilo¡, sé que todo el equipo sabe dónde hay que poner ahora el acento”
Espadas, negando que sea intervencionista, ha admitido que le gusta estar encima de las cosas pero ha garantizado que no va a mediatizar ni instrumentalizar a nadie, dejando libertad de actuación a su sucesor, cuyo cometido, no obstante, es continuar con el proyecto de Espadas. “No es sólo una cuestión de continuidad, tenemos un programa y un presupuesto aprobado y sabemos cuáles son las prioridades, los temas pendientes, cuáles hay que acelerar, en cuáles no se ha dado todavía con la tecla... Y por ello me voy tranquilo, todos los concejales saben con los ojos cerrados dónde tienen que poner el acento”.
Será Muñoz por tanto quien decida si hay que hacer alguna reestructuración del equipo para culminar el mandato algo que, en cualquier caso, se hará a partir del 10 de enero. “Hoy es el día de Juan Espadas, no de Antonio Muñoz”, ha comentado en tono jocoso el alcalde para zanjar debates que se abrirán en los próximos días.
Después del acto, en redes sociales, el sucesor ha agradecido al alcalde y a sus compañeros la confianza depositada en él, para quien ser alcalde es “el mayor honor” que puede tener y confirmó que Sevilla será su prioridad.
Esta nueva página en la hoja de ruta de Espadas, tras un parón de más de un mes, pone fin a un periodo de tensiones internas y especulaciones y siente las bases de una nueva etapa donde la unidad y la concordia en el grupo socialista será fundamental.
En la comparecencia de este martes el alcalde estuvo acompañado por todos los concejales del gobierno, alineados estratégicamente en riguroso orden de lista, evitando cualquier protagonismo. Gaya, que ya tuvo que lidiar con los vacíos al inicio del mandato, supo que tendría que echarse a un lado cuando Espadas ganó las primarias del PSOE andaluz a la candidata con la que ella se había alineado, Susana Díaz. Y lo ha hecho con la mayor naturalidad, eso sí, exigiendo la dignidad que merece una militante que ha desempeñado su trabajo con acierto y entrega, sin acaparar nunca los focos. Por unos días asumirá la Alcaldía en funciones cuando se oficialice la renuncia de Espadas y pilotará el proceso hasta el pleno de investidura de Muñoz.
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