La España del cocodrilo motero

ESPAÑA está fuera del Mundial, pero Marcelo Culasso, argentino, nieto de un admirador de Alfredo di Stéfano, la ha sacado al escaparate de su tienda de marcos de la calle Feria. Un mapa de una España de otra galaxia. Un mapa político de Seix Barral. Una España diseñada y señalizada en la barcelonesa calle Provenza, sede de la mítica editorial.

Muchos viandantes se detienen ante el mapa. O gente que espera el autobús en la parada junto a Relator. Una España formalmente idéntica, pero en sus conceptos irreconocible. "Lo trajo un cliente que lo encontró en una cuba, puede que del arreglo de algún colegio", dice Marcelo. "Venía rajado, hecho polvo. Vino con su novia, clienta mía, para que se lo enmarcara. Por lo visto, la pareja rompió y el hombre perdió todo interés por el mapa".

Marcelo lo tuneó, le hizo el boca a boca de Ayamonte a Figueras, Cuevas de Almanzora a Betanzos. Y lo exhibe en el escaparate junto a un casco de moto, un cocodrilo hecho con piñones de cadena que muerde un plano del Algarve en el que se pueden distinguir topónimos mágicos como Monchique o Monte Gordo.

El mapa de España tiene cinco categorías de población en función del número de habitantes. Distingue entre capitales de provincia, con el ejemplo de Granada, y cabezas de partido, con Santa Coloma de Farnés como verbigracia. Otros símbolos son los límites de Estado, de región y de provincia. Una España anterior a la de las autonomías, preconstitucional, antediluviana. Con trazos para los ríos, el Júcar y el Segura, para ferrocarriles, línea de navegación y cables submarinos. El atlas de un espía.

En la provincia de Sevilla sólo hay dos puntos negros, correspondientes a municipios con una población comprendida entre 25.000 y 50.000 habitantes. Se trata de Morón y de Utrera, que en ese mapa superaban a poblaciones después emergentes como Dos Hermanas y Alcalá de Guadaíra. Una España de El Ferrol del Caudillo, aunque no aparece Barbate de Franco. Córdoba tiene más puntos negros que Sevilla: Peñarroya -años de bonanza en la minería-, Priego de Córdoba, Lucena o Puente Genil.

Melilla aparece con mayúsculas y Ceuta con minúsculas, quizás por criterios demográficos. Madrid era la capital del Estado y pertenecía a Castilla la Nueva, junto a Toledo, Ciudad Real, Cuenca y Guadalajara. Carabanchel y Vallecas son las dos localidades más pobladas, por encima de Alcalá de Henares.

La toponimia era amiga de los artículos. No sólo el que precedía a la actual Ferrol para enfatizar que la cuna de Pablo Iglesias y Torrente Ballester lo era del dictador. También aparecen El Arahal o La Calzada de Calatrava, apéndices gramaticales que el vulgo y los académicos suprimieron. Calzada es la cuna del cineasta Pedro Almodóvar y del Pegamento Imedio, clásico de una España en la que no existía el Conocimiento del Medio.

En aquella España y en la actual hay 19 provincias con salida al mar, amén de los territorios insulares. Con la particularidad de que Santander era puerto de Castilla. La Vieja, para más señas. Loli pasa con sus hijos mellizos. Alejandro y Alfonso, de siete años, localizan en seguida el topónimo Isla Cristina, su lugar de veraneo. El penúltimo destino notarial de Blas Infante. También aparece el último, Coria del Río, eclipsado por Sanlúcar la Mayor, única población del Aljarafe.

Está Moguer en el centenario de Platero. Viene La Palma del Condado, mas no Bollullos Par del Condado, la cuna del vicepresidente Diego Valderas. "Me recuerda al mapa del colegio", dice Rodrigo Gil, abogado. La vista se le va a Portugal. "Hice un viaje maravilloso y llegué hasta Braga y Bragança". Una sonoridad parecida a las alicantinas Elda y Novelda. María Ponce Castizo tiene el mismo acto reflejo de la escuela al ver el mapa en el escaparate de Marcelo.

"Parece que estoy en el colegio de las Hermanas de la Doctrina Cristiana de mi pueblo". El pueblo de María es Villalba del Alcor y no viene en este mapa. El pueblo próximo a Manzanilla, fragua común de hosteleros y taberneros. "Una prima hermana de Robles está casada con un hermano de mi marido".

Marisa le muestra a sus hijas Alba y Lucía su patria chica, tan grande. Gallega de Orense, prepara un viaje emotivo. Sus padres, gallegos que ejercieron la docencia en pueblos de la provincia de Sevilla, celebran sus bodas de oro. La celebración será en Vigo, una de las pocas ciudades no capitales que superan a éstas en población; el convite, en Bayona, villa con parador pero sin presencia en el mapa de Seix Barral.

En Cuenca están Huete y Cañete, los dos pueblos donde ejerció de juez Manuel Rico Lara. Ahí están, entre ríos y trenes, Medina de Rioseco y Sigüenza, patrias castellanas de los dos únicos titulares de la diócesis hispalense. Topónimos redondos como Peñaranda de Bracamonte o La Almunida de doña Godina. El centro geométrico, Chinchón, cuna del actor José Sacristán. Y el mapa de Sevilla, con Cazalla al norte y Lebrija al sur. Entre el anís serrano y la manzanilla sevillana. Era el mapa de la famosa ardilla por cuyos árboles salta un cocodrilo motero y aficionado al Algarve.