Freiduría de ayer y hoy
Aurelio Martín Cabello acaba de abrir un local de pescado fresco frente al bar que lleva su nombre en el barrio del Porvenirl freiduría aurelio Calle Río de la Plata (en el barrio del Porvenir). Abierto todas las noches, menos el lunes, de 20:00 a 00:00. A partir de Semana Santa, viernes y sábados de 13:00 a 16:00. Teléfono: 954 626 582
Sin plan de marketing ni análisis de la competencia. Por supuesto, sin ningún tipo de estudios de mercado que, atendiendo a los despropósitos de la economía, seguramente le dirían que ni se le ocurra abrir una freiduría de pescado frito. Pero en sus 22 años como hostelero, Aurelio, que así se llama el protagonista, ha aprendido bien una lección: "Si vendes productos de calidad, los clientes vuelven".
Aurelio Martín Cabello abrió hace tres meses una freiduría, con poca ayuda y mucho miedo "por todo el dinero invertido", en el barrio del Porvenir. "La gente me pedía que volviera al pescado frito y por eso he abierto la freiduría; lo único que me he planteado es ofrecer productos de calidad". En concreto, pescado fresco del día de la flota de Isla Cristina.
"Los clientes que vienen por primera vez se sorprenden de la calidad de los productos, los llevan a casa y su mujer o su marido le pregunta que dónde ha conseguido el pescado, y así se va corriendo la voz". De hecho, sus pijotas, acedías, salmonetes, calamares, chocos, tacos de merluza y bacalao, entre otros, representan para muchos el retorno de un mito.
Frente a su nuevo establecimiento, Aurelio regenta desde hace más de 20 años el bar que lleva su nombre. Entre carnes, tapas y marisco, también servía pescado frito hasta que tuvo que quitar la freidora. Su clientela le pedía que volviera, y por ellos lo hizo. "Al principio no funcionaba demasiado bien, conseguíamos 20 euros al día, pero ahora hacemos bastante caja y todavía no la hemos publicitado a lo grande".
La freidora sólo se abre al público por las tardes, pero durante el día es posible comprobar si es cierto lo que dicen de su género. En su bar se puede pedir pescado frito y el camarero sólo tiene cruzar la calle para servirlo. "Aunque la freiduría no está abierta para llevar".
En su restaurante todos los días se reúnen trabajadores de empresas cercanas y personas de otras zonas de Sevilla. "La verdad es que no vivimos de la gente del Porvenir". En la barra de su bar, algunos parroquianos habituales se sirven la cerveza directamente del grifo y nunca les falta una buena tapa de bacalao con tomate o de atún al horno.
Andrés Fuentes, uno de sus clientes habituales, tiene hasta las llaves del bar. "A veces abro yo y le ayudo a colocar las sillas y a limpiar un poco". Tiene un taller de motos justo al lado y, desde que Aurelio y su mujer abrieron el bar, hace ya 22 años, nunca ha faltado aunque sea un rato. Pero como él, son muchos. Y todos querían que, de nuevo, volviera a servir sus tacos de merluza sin espinas, sus tortilla de camarones caseras o sus buñuelos de bacalao.
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