Fumigan los juzgados después de que las chinches picaran a dos personas

Una empresa especializada en el control de plagas procedió ayer a fumigar de urgencia los juzgados de guardia de Sevilla, después de que una fiscal y una funcionaria fueran picadas por las chinches cuando se hallaban en estas dependencias judiciales.

La fumigación de los juzgados de guardia, sobre todo de la zona que alberga los calabozos de detenidos, es una labor que se realiza aproximadamente cada dos meses, pero en esta ocasión el equipo de control de plagas acudió a la sede judicial después de un primer incidente que se produjo el pasado viernes, cuando una chinche picó a una fiscal que se hallaba en el juzgado de guardia. La segunda persona que se vio afectada por estos insectos es una funcionaria de la Fiscalía, que sufrió la picadura en la mañana de ayer.

Tras conocer el primer ataque de las chinches, una juez que tenía guardia el pasado domingo se negó a usar el despacho y se quedó en su propio juzgado, por lo que todos los detenidos fueron conducidos desde el juzgado de guardia hasta estas dependencias.

El decano de los jueces, Federico Jiménez Ballester, recordó ayer que la junta de jueces de Sevilla ya ha puesto de manifiesto en reiteradas ocasiones la precariedad de los calabozos, al considerar que se trata de unas instalaciones "pequeñas, insuficientes e inadecuadas", una queja de la que también se ha hecho eco el defensor del pueblo andaluz con ocasión de una denuncia sobre las condiciones de trabajo de los policías destinados en los calabozos y en la conducción de los presos.

La situación también se ha denunciado en ocasiones anteriores con motivo de los informes anuales sobre las necesidades de medios materiales de la Justicia en Sevilla.

El portavoz de Justicia del sindicato CSIF, Miguel Ángel Ramos, explicó ayer a este periódico que la situación de los calabozos se viene denunciando desde hace años y hasta la fecha no ha variado nada, "salvo el cambio de un colchón" que utilizan los funcionarios para dormir durante las noches de servicio y que se sustituyó después de 20 años con el mismo colchón.

El representante sindical añadió que el estado de las instalaciones es "lamentable, insalubre y vergonzoso" tanto para los presos, funcionarios y los ciudadanos que asisten cada día al juzgado de guardia. "Una vez más pedimos el cierre de estas dependencias y su traslado a unas instalaciones dignas del siglo XXI", aseveró.

Miguel Ángel Ramos añadió que, por mucho que se fumigue, al tratarse de un edificio "viejo y mal cuidado", la situación no va a cambiar, por lo que reclamó un esfuerzo a las autoridades para que la Ciudad de la Justicia "sea una realidad ya y dónde sea", en alusión a la polémica sobre la instalación del futuro complejo judicial que debe aglutinar en un mismo espacio a los órganos judiciales que actualmente están dispersos en varias sedes.