El equipo de Juan Espadas no tendrá que modificar ni cambiar el presupuesto de este año para ajustarlo a la regla del techo de gasto. Esa es la principal conclusión de un informe elaborado por la delegación municipal de Hacienda que cuenta con el beneplácito de la Intervención. "Realizadas las proyecciones en la fase de causas, diagnóstico y previsión, éstas no ponen de manifiesto ningún incumplimiento en la fase de conclusiones ni para el ejercicio en curso ni para 2017. Esta situación de previsión tendencial de cumplimiento, hace innecesaria la adopción de ninguna medida específica".

Mantiene que las cuentas para 2016 no sólo se plantearon de acuerdo con la regla de gasto, sino que se tuvieron en cuenta los posibles problemas derivados de la liquidación de 2015 ante el riesgo de que los fallos en el diseño del último presupuesto realizado por Juan Ignacio Zoido pudieran derivar en un exceso de la regla de gasto. El informe de Hacienda refleja que las cuentas de 2015 tuvieron fallos de planificación que derivaron en un incumplimiento de la regla de gasto de 21 millones de euros que, sin embargo, no tendrá incidencia alguna puesto que ya se preveía esta posibilidad en las de este año.

El informe municipal reza que "esta situación contrasta con las liquidaciones de los dos ejercicios anteriores, en las que el análisis de la regla de gasto puso de manifiesto que el grado de inejecución presupuestaria fue tal que el gasto computable de dichos ejercicios no apuró la regla de gasto respectiva, siendo el defecto de 14,6 millones en el ejercicio 2013 y 16,8 millones en 2014, con el consiguiente quebranto en el gasto máximo permitido por la regla de gasto en los ejercicios siguientes".

Los socialistas se comprometen a cumplir con la normativa existente ajustando al máximo posible el techo de gasto público para no repetir el desfase. Los informes de la Intervención, de la dirección de Hacienda y la memoria del plan para los próximos años establecen que la incidencia será nula, ya que se había previsto en el presupuesto de 2016 y que, por eso, sólo se propone una medida ficticia con impacto de 0.