Sevilla

Hospital Militar, una década de abandonos

  • El antiguo Vigil de Quiñones vuelve a la palestra política en clave electoral. La Junta invirtió 34,5 millones en su adquisición y unos 27 en las reformas.

Vigil de Quiñones, el que fue Hospital Militar de Defensa hasta su traspaso a la Junta de Andalucía en 2004 continúa a la deriva. La historia de este coloso es el relato de un naufragio que acumula ya más de una década de promesas incumplidas y de continuos abandonos. Su reapertura como centro hospitalario es una asignatura pendiente de la Junta de Andalucía que ahora, en época preelectoral, se ha convertido en arma arrojadiza entre los partidos políticos. 

Este domingo, el presidente del PP-A y candidato a la Presidencia de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, acudió a la avenida de Jerez acompañado por el alcalde Juan Ignacio Zoido, donde prometió la reapertura del edificio si consigue ser el presidente en las próximas elecciones autonómicas del 22 de marzo. Moreno lamentó que la presidenta, Susana Díaz, "haya tirado la toalla" con este hospital "como si no hiciera falta un hospital, con las Urgencias llenas y listas de espera para operaciones". 

La respuesta del PSOE a estas declaraciones no se hicieron esperar este domingo. La secretaria general del PSOE de Sevilla, Verónica Pérez, recordó la apuesta socialista por la sanidad "que mantiene la cobertura universal y toda la cartera de servicios", como sucede con "la prueba del talón, que ha desaparecido en Castilla-La Mancha". 

El Partido Andalucista realizó recientemente una concentración de protesta frente al Hospital Vigil de Quiñones para denunciar el desmantelamiento y reivindicar su reapertura. Y el secretario general del PA, Antonio Jesús Ruiz, tiene previsto presentar hoy lunes una petición a la Fiscalía para que investigue la situación de este complejo. 

La historia de este naufragio comenzó con el traspaso de Defensa al SAS, que se materializó en el real decreto 2399/2004 tras una negociación cargada de polémica. El que fuera presidente de la Junta de Andalucía en 2003, Manuel Chaves, anunció entonces el acuerdo con Defensa, un pacto que supondría el inicio de una etapa de modernización de la red sanitaria de la ciudad. La Junta de Andalucía invirtió 34,5 millones de euros en la adquisición del complejo hospitalario y dos años después, en 2006, inició su reforma integral. A fecha de hoy, y nueve años después del inicio de las obras, el edificio principal está abandonado. 

La Administración andaluza se comprometió a invertir unos 42 millones de euros en la reforma integral del Militar, de los que ya ha gastado más 27 millones. La última fecha para la reapertura del antiguo Militar la dio María Jesús Montero cuando ocupaba la Consejería de Salud. También en periodo preelectoral, Montero prometió en 2011 que a finales de 2012 terminarían las obras. 

Los años pasan y a mediados de febrero de 2015, lejos de terminar, la reforma está parada y sin fecha para que los operarios vuelvan al tajo. Una cadena de despropósitos condenan a este hospital público. El deterioro del recinto es palpable. Las inversiones ejecutadas hasta ahora se pierden ante la impotencia de vecinos de la zona. 

El Sindicato Médico de Sevilla, ante la pasividad de las distintas administraciones, ha impulsado recientemente la creación de una plataforma ciudadana por la defensa del Vigil de Quiñones. A esta plataforma se han sumado la Coordinadora de Asociaciones Independientes de Sevilla y las asociaciones Bermejales 2000, Jardines de Hércules y Barriada de Pineda, así como la Federación de Comercios del distrito Bellavista-La Palmera. 

El proyecto previsto para el antiguo Militar y que la Junta vendió reiteradamente desde 2004 consistía en la creación de una unidad de lesionados medulares de referencia para Andalucía; una unidad de rehabilitación cardíaca para afectados de infartos y anginas; un centro de alta resolución con 31 especialidades; y una unidad de agudos de salud mental con 30 habitaciones. Son proyectos que han quedado en papel mojado, al menos, de momento. 

A fecha de hoy lo único que funciona en el antiguo Vigil de Quiñones es la sede del Distrito Sanitario Sevilla, un centro de salud, y una unidad de salud mental. El complejo del antiguo Militar dispone de 83.016 metros cuadrados que están infrautilizados.

Junto al Hospital Militar, otro de los proyectos sanitarios que han caído en el olvido, tanto del Ayuntamiento como de la Junta, es el CARE Murillo, previsto desde hace más de una década en el solar que ocupó el antiguo Equipo Quirúrgico. Este centro ocuparía un lugar estratégico para aliviar las Urgencias de los Hospitales Macarena y Virgen del Rocío. Y, sin embargo, el alcalde Juan Ignacio Zoido, defiende, desde la anterior precampaña electoral, que este solar no estará destinado a usos sanitarios. 

El proyecto de Zoido para este solar es otro anhelo, la Ciudad de la Justicia, que tampoco llega a cuajar. Para el CARE Murillo, la Junta de Andalucía incluso redactó un proyecto, que ha quedado también en el abandono. Este solar, frente a los Jardines de Murillo y a pocos pasos de los juzgados, suele ser ocupado por indigentes. Mientras los hospitales públicos se quedan pequeños y en las Urgencias se repiten las estampas de pacientes esperando en exceso, las promesas de nuevos centros sanitarios se acumulan. 

Otro proyecto sanitario sine díe en el que están involucrados tanto el Ayuntamiento como la Junta de Andalucía es el centro de salud previsto en los bajos del Arenal. Las dos administraciones firmaron un acuerdo hace ya un lustro para adaptar parte de las dependencias municipales en este edificio para convertirlo en un centro de salud. El punto asistencial del Arenal, que continúa bloqueado, fue ideado para reforzar la asistencia en el casco histórico y para sustituir al centro de salud de La Campana, que cerró en 2013.

Las camas que evitarían el colapso de las Urgencias 

Durante los últimos colapsos en las Urgencias de los tres hospitales, (Virgen del Rocío, Macarena y Valme) que se han registrado durante el último mes, los sindicatos sanitarios como son el Satse y Sindicato Médico y el área de Salud de CCOO han reivindicado en múltiples ocasiones la apertura del antiguo Militar como solución a los problemas de saturación que se repiten cada mes de enero en las salas de espera. Las centrales y los propios profesionales denuncian desde hace años que los hospitales se han quedado pequeños. Los problemas de saturación en Urgencias están motivados, en gran medida, por la falta de camas suficientes en las plantas de hospitalización lo que conlleva a que los enfermos tengan que permanecer en las Urgencias. 

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