El Hospital de La Merced de Osuna acaba de poner en marcha su nueva Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), que consta de 16 boxes individuales, el doble de los ocho de los que disponía hasta ahora, y que cuentan con fibrobroncoscopio, central de monitorización, respiradores, grúas, balón de contrapulsación, accesos venosos y camas de última generación, entre otras novedades.

La reforma de este espacio forma parte de la inversión que la Junta de Andalucía está llevando a cabo en la sanidad pública. En concreto, esta infraestructura ha contado con una inversión de seis millones.

Tras la inauguración inicial del pasado 11 de marzo, la nueva UCI empezó a recibir pacientes el pasado lunes tras la limpieza y desinfección ambiental, adecuación del equipamiento, preparación de pacientes e información a familiares. El traslado "escalonado" de los primeros seis enfermos se llevó a cabo a través de un equipo del hospital integrado por seis DUEs, cinco TCAEs, cuatro celadores y cuatro intensivistas, y estuvo coordinado por la supervisora de enfermería, Ester Toro, y el jefe de la unidad, José Miguel Molina. "Arranca así el funcionamiento de unas de las instalaciones de cuidados intensivos más punteras del país, que ha duplicado además su capacidad pasando de 8 a 16 boxes", señala el gerente del Área de Osuna, Celso Ortiz.

La plantilla de profesionales que integran la nueva UCI del área esta dotada de 75 personas, que durante los últimos meses han recibido formación sobre el nuevo equipamiento, así como del Turno SAS con el que se trabajará para contactar con los familiares de los pacientes, entre otros aspectos. Igualmente se ha coordinado el cambio de estructura en Diraya para poder acceder a las historias de los pacientes desde su nueva ubicación.

Tecnología puntera y de última generación

La nueva UCI dispone de sistemas de contención y aislamiento para pacientes con infecciones, incluido el Covid, "lo que supone un plus de seguridad" para ellos mismos y para todos los demás usuarios y profesionales. Además, ha indicado que se han organizado dos circuitos independientes y boxes con aislamiento de alto nivel que hasta ahora no existían y se ha duplicado el número de camas y el espacio disponible para la atención a los pacientes.

Asimismo se ha incrementado también la superficie destinada a talleres de electro-medicina, almacenes de equipamiento electro-médico y hospitalario, vestuarios, áreas de descanso y despachos de profesionales.