Silken Al Ándalus

Hotel de LaLiga, aula de exámenes y nuevo oasis a la espera de turistas

  • El mayor hotel de Sevilla reabre con espacios contratados para reuniones y eventos de todo tipo en la crisis del Covid-19

  • La actividad arranca con una ocupación del 15% y reservas en aumento

El mayor hotel de Sevilla reabre sus puertas.

Tras el cierre impuesto por la pandemia, los directivos del Silken Al Ándalus visitaron incluso a peluquerías ofreciendo sus salones para que pudieran retomar su actividad durante dos meses. El mayor hotel de Sevilla, y uno de los de más capacidad de España, cuenta con un espacio envidiable para adaptar la actividad a las nuevas exigencias de los negocios y no ha dudado en reinventarse para poner en marcha la maquinaria a la espera de la llegada de turistas.

Este lunes ha reabierto sus puertas con un 15% de ocupación y el 20% de la plantilla activa pero con buenas expectativas. De hecho, tras las primeras 24 horas de funcionamiento se incorporarán tres trabajadores más y las reservas que manejan elevan la ocupación de junio al 25%. Desde ayer se están contratando espacios para reuniones de trabajo e incluso para aulas improvisadas, donde los estudiantes del Instituto Británico realizarán sus exámenes en varios turnos y durante tres semanas a partir del 15 de junio, según explica Alberto Blanca, director del hotel. “Hemos sufrido mucho y ahora hay que tirar para adelante”, comenta tras arengar a la veintena de trabajadores que oficialmente ha participado en la reapertura del hotel con banderas a media asta y un minuto de silencio que todos guardaron en las puertas del establecimiento en señal de luto por las víctimas de la pandemia.

La plantilla del hotel Al Andalus inicia su primera jornada con un homenaje a las víctimas del Covid-19. La plantilla del hotel Al Andalus inicia su primera jornada con un homenaje a las víctimas del Covid-19.

La plantilla del hotel Al Andalus inicia su primera jornada con un homenaje a las víctimas del Covid-19. / Juan Carlos Vázquez

Tras las muestras de respeto, apretones de cariño en la distancia y mucho ánimo entre los empleados, que han sido formados para asumir la nueva normalidad. “En las últimas semanas hemos ido llamando a nuestros clientes para sondear las previsiones y eran muy pesimistas, pero una vez que se anunció la apertura las reservas están aumentando, ahora sólo nos falta que suban más las temperaturas”, comenta Blanca.

El director del Silken Al Ándalus piensa en el cliente nacional de empresa que suele optar por un hotel con piscina, y si es grande mejor, en estos meses de trabajo. Y confía en que la ocupación vaya aumentando a partir de julio porque, aunque el verano es temporada baja para la ciudad, en los últimos años la ocupación media ha sido de unas 500 habitaciones, el 80%. Hay un turistas que hace noche en Sevilla y luego se desplaza por otras provincias andaluzas y que el Al Ándalus pretende recuperar ofreciendo como añadido unas instalaciones reformadas y que se inauguran también en esta reapertura.

Así se ha adaptado el hotel 

Una recepcionista toma la temperatura a una huésped. Una recepcionista toma la temperatura a una huésped.

Una recepcionista toma la temperatura a una huésped. / Juan Carlos Vázquez

La transformación se aprecia nada más llegar a la puerta del establecimiento, donde se ha habilitado una entrada y una salida con distintos accesos y puertas giratorias. Lo primero que el huésped pisa antes de llegar a la recepción es una alfombra desinfectante. Hay líneas en el suelo que marcan las distancias en el mostrador donde encuentra gel hidroalcohólico, se le toma la temperatura y se procede al registro del cliente, que recibe sus llaves en una caja de desinfección. En las habitaciones, donde se utilizará con frecuencia máquinas de ozono y de peróxido de hidrógeno, sobre la cama un kit de amenities facilita al cliente guantes, mascarillas y toallitas con gel durante su estancia y un máquina de rayos ultravioleta para higienizar las llaves y otros objetos. Las toallas serán de un solo uso si el cliente lo solicita, las cartas del restaurante y toda la información tendrán códigos QR y el acceso de los clientes a la piscina se controlará por personal del hotel y se desinfectarán continuamente las tumbonas y el agua. “Esperamos también que el cliente colabore para que todas las medidas se puedan cumplir”, comenta el director.

El fútbol y los PCR para los empleados cada semana

A todo esto se suman los protocolos del fútbol. El Al Ándalus es un hotel de LaLiga, acoge habitualmente al Betis y vuelve a hacerlo ahora en esa primera jornada tras el parón obligado, el jueves del derbi con el Sevilla. Las exigencias son muy altas y van más allá de los sistemas de desinfección en las entradas al parking y en todas las zonas de uso para los futbolistas, que incluso serán selladas tras el proceso de limpieza; servicio individual de comidas, que se ofrecerán empaquetadas; toallas de un solo uso; gel hidroalcohólico en todos los lugares de paso... “Los trabajadores que vayan a atender directamente a los jugadores deben hacerse semanalmente un PCR y el día del partido un test rápido, así hasta que acabe LaLiga”, explica Alberto Blanca, convencido de que el fútbol y sus exigencias de seguridad es el cliente que le ayudará a hacer su mejor campaña de promoción.

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