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Entrevista

José Luis Sanz: “Hay fechas en Sevilla en las que no caben más cosas”

  • El alcalde admite los diferentes excesos que sufre la ciudad, considera que los sevillanos deben ser más beligerantes al exigir inversiones y cree que Sevilla sigue pagando las consecuencias de haber sido la sede de la Expo'92

  • "Me ha tocado gestionar la Sevilla de los excesos"

José Luis Sanz, alcalde de Sevilla.

José Luis Sanz, alcalde de Sevilla. / Antonio Pizarro (Sevilla)

Pausado, siempre pausado. José Luis Sanz (Sevilla, 1968) es de esos tipos que siempre llevan la procesión por dentro, que procura no dar pistas de su verdadero estado de ánimo. Siempre lleva conectada la carta de ajuste de una educación basada en la corrección, la ausencia de aspavientos y un carácter previsible, pero no aburrido. Se acaba su año. Comenzó 2023 de candidato a la Alcaldía y lo termina de alcalde. Es un buen momento para una tertulia pausada. Esta semana acudió al Zaguán de este periódico, que siempre se celebra en los salones del Real Círculo de Labradores, una entidad que es modelo, entre otras cosas, de conservación del patrimonio histórico-artístico. Café, charla distendida y un brindis con oloroso de Jerez para rematar la sesión.

-Todavía no lleva seis meses en el gobierno. ¿Se siente saturado o disfruta del cargo?

-Estoy disfrutando mucho, sabía dónde me metía, sabía que esto no tenía nada que ver con Tomares. Esto es mucho más complejo, es una ciudad mucho más compleja. Soy un apasionado de la política municipal. Es lo que me gusta.

-Un presidente de la Junta como José Rodríguez de la Borbolla intentó ser alcalde. Fue jefe de la oposición. Decía que la presión municipal era peor que la autonómica porque en el Ayuntamiento se exige un titular nuevo cada día.

-Yo no he sido presidente de la Junta ni lo voy a ser ya, pero lo he comentado alguna vez. Lo que más me choca con respecto a otras etapas políticas que he vivido es la presión mediática que tiene la Alcaldía de Sevilla. En cualquier área del Ayuntamiento mueves un papel y sale un titular en el periódico.

-¿Presión solo mediática o social en general?

-Mucho más mediática que social.

-Incluso tuvimos un arzobispo que a los pocos meses de estar en Sevilla deseaba volverse de rodillas a su anterior destino.

-Bueno… Sevilla es una ciudad con una presión mediática que dudo yo que tenga el alcalde de Madrid.

-¿El alcalde de Sevilla está más presionado que el de Madrid?

-Así es. Tengo esa impresión. En Madrid la política municipal queda un poco diluida. La autonómica pesa mucho.

-Sus antecesores tuvieron cada uno un reto. Uruñuela estrenó la democracia con la caja fuerte casi vacía. Manuel del Valle tuvo que preparar la ciudad para el 92. Alejandro y Soledad, gestionar nada menos que la Sevilla de la depresión posterior a la Exposición. Monteseirín asumió las grandes y polémicas reformas. Zoido se tragó la gran crisis económica. Espadas se benefició de la sobre-expectación que generó Zoido, pero se fue y dejó a Muñoz, quien ha pagado el castigo al sanchismo. ¿A usted le ha tocado la ciudad de los excesos? Los excesos en el turismo, en las procesiones, en los bares…

-Me ha tocado gestionar la ciudad de los excesos, está bien visto. La ciudad del déficit de infraestructuras, la ciudad de la falta de gestión del día a día, la ciudad que necesita una segunda transformación.

“Muchas casas del centro habrían desaparecido si no fuera por los apartamentos turísticos”

-¿Se siete a gusto en el centro de Sevilla en la actualidad? ¿Se reconoce en este casco antiguo cargado de franquicias y saturado de visitantes?

-Me gustaría que en el centro hubiera muchos más comercios tradicionales y menos franquicias de todo tipo. Mi abuela vivía en la Plaza de Refinadores. Yo tengo 55 años. Cuando yo visitaba a mi abuela con 15 años, ni mi madre ni mi abuela me dejaban salir a partir de la siete de la tarde ni por el barrio de Santa Cruz ni a la plaza donde estaba la misma casa, ni ir andando por Mateos Gago hasta Fabiola. Eso era inconcebible. El centro de Sevilla daba miedo para pasear, estaba desierto y con problemas de inseguridad importantes. Ahora quizás estamos en el otro extremo. El turismo se ha desbordado un poquito, tenemos que controlarlo un poco. También el turismo es la primera industria de Sevilla. Y también el turismo ha hecho mucho por el Centro. ¿Qué sería de nuestro casco histórico, de nuestros monumentos fundamentales como la Catedral y el Alcázar, si no fuera por el turismo que ahora nos molesta, dicho sea entre comillas? ¿Y que sería del casco histórico si la inversión privada no se hubiera fijado en los apartamentos turísticos? Creo que en el casco histórico, lo repito, no cabe ni uno más, pero habría muchas casas y manzanas completas que si no fuera por esa iniciativa privada hoy estarían desaparecidas porque la iniciativa pública no estaba por esa labor.

“Por el Centro daba miedo pasear cuando yo tenía 15 años”

-¿No era mejor decir la verdad desde el principio? Es decir, el Ayuntamiento no puede ahora mismo limitar los apartamentos. No tiene instrumentos legales para ello.

-Podremos regularlos cuando la Junta apruebe su decreto.

-Pero ahora mismo no puede.

-No, ahora no.

-Creo que la Junta no está por la labor de limitarlos.

-El decreto va a posibilitar que los ayuntamientos tengamos un margen de regulación, que es lo que pedimos al consejero los ocho alcaldes de las capitales andaluzas. Esto no es un problema de Sevilla. El turismo no se ha desbordado en Sevilla. El turismo se ha desbordado a nivel mundial. La gente ha decidido tras la pandemia que una de sus prioridades es viajar y disfrutar de la vida porque mañana no sabemos dónde vamos a estar.

José Luis Sanz, alcalde de Sevilla. José Luis Sanz, alcalde de Sevilla.

José Luis Sanz, alcalde de Sevilla. / Antonio Pizarro (Sevilla)

-¿Qué opina de las colas de gente para entrar en El Rinconcillo, en la bodeguita Romero o en tantos bares, incluso cuando aún están cerrados? ¿Qué nos ha pasado?

-Me da coraje que no podamos entrar los de siempre a tomarnos una cervecita en el Rinconcillo. A través de las redes sociales la gente se orienta de los bares a los que hay que ir, como nosotros hacemos cuando vamos a Roma. Hay muchos sitios en Sevilla con fama en el mundo que tienen esas colas. Pero también yendo a determinadas horas, como usted bien sabe, se puede tomar uno una cervecita.

“No creo que Vox sea un partido de ultraderecha, no les veo cuestionar ni a la Constitución ni a la Monarquía”

-Supongo que comparte ese chascarrillo que dice que cuando dos sevillanos desconocidos se encuentran y reconocen como tales en la calle Tetuán en pleno puente festivo se dan un abrazo.

-Pues sí, no me cabe duda porque son los dos únicos sevillanos que pasan ese día por la calle Tetuán.

-Tenemos ya Gobierno de España pleno de facultades. ¿Cuándo va a comenzar a llamar a las puertas para exigir las inversiones que necesitamos?

-Hemos mandado una carta para pedirle una cita al ministro de Transportes, el señor Puente, porque tenemos un déficit de infraestructuras. La urgencia es la SE-40, pero no el debate sobre si hay que hacer un túnel o un puente, sino rematarla de una vez. Tienen que seguir con los tramos que están paralizados. Es urgente la conexión ferroviaria entre Santa Justa y el Aeropuerto. Y el cierre del anillo de Cercanías.

-La conexión entre la estación y el aeropuerto debe ser ferroviaria. ¿Lo tiene claro?

-Sí.

-Pero eso es una quimera, ¿no?

-Es un proyecto de la Junta de Andalucía. El Gobierno de la Nación no quiso, por lo que redactó su propio proyecto. Estamos esperando que nos digan en qué fase estamos.

-¿Comparte la impresión de que 30 años después seguimos pagando haber sido la sede de la Exposición Universal de 1992?

-Sí, a Sevilla se le ha castigado tras la fuerte inversión que vino en 1992. Todo el mundo pensó que ya se había invertido y tenido en cuenta bastante a Sevilla. Se nos han negado o limitado muchas inversiones fundamentales.

-¿Y qué podemos hacer cuando sufrimos ese lastre?

-En este momento lo que podemos hacer es ser viscerales y beligerantes en este sentido. Hay inversiones que no se nos pueden negar por más tiempo. Ya parece que el Metro, por lo menos, ha cogido carrerilla. La obra no va a parar, tiene la financiación del Gobierno de España y de la Junta. No me cabe duda que el interés de la Junta es seguir ampliando la red de Metro. Pero, insisto, hay infraestructuras básicas como la SE-40 que no tienen sentido que estén paralizadas. O como el cierre del anillo de Cercanías. Uno coge el AVE, se baja en Atocha, busca en el panel informativo y resulta que puede ir a un pueblo de Madrid en un Metro o en un Cercanías. Ahora coges el AVE de vuelta, buscas ese panel en Santa Justa y resulta que con el Cercanías puedes ir a cuatro pueblos. Y en Metro… Llevamos un atraso brutal. Y este atraso lo han aprovechado otras capitales españolas para adelantarnos en muchas cosas.

“No quiero secretarios o interventores dóciles, quiero que haya más para evitar los cuellos de botella”

-¿Por qué nos cuesta tanto como ciudad cualquier gran proyecto? En muchos casos son décadas. ¿Qué es lo que siempre parece lastrarnos? ¿Tenemos un problema de mentalidad como ciudad, acaso de indolencia, sufrimos sencillamente malos gestores?

-No, no. De indolencia, no. El sevillano no es indolente. Es verdad que Sevilla es la ciudad en la que se eternizan los proyectos. O los debates sobre los proyectos. Vuelvo a la SE-40. ¿Túnel o puente? Mire usted, ¡decida ya lo que sea, pero hágalo ya!. A los sevillanos nos ha faltado beligerancia en muchos momentos con respecto a los que estaban gobernando, fueran del partido que fueran.

José Luis Sanz, alcalde de Sevilla. José Luis Sanz, alcalde de Sevilla.

José Luis Sanz, alcalde de Sevilla. / Antonio Pizarro (Sevilla)

-¿Los sevillanos estamos mal mirados en Andalucía?

-No percibo eso. Quizás hace unos años… Pero yo no percibo eso por parte de malagueños, granadinos… Eso pasó.

-¿Sabemos hacer algo más que abrir bares organizar procesiones y recibir miles de turistas?

-Claro que sabemos. Sevilla es todo eso y mucho más. Sevilla es la capital empresarial de Andalucía, es la capital tecnológica de Andalucía, es la capital de la Aeronáutica del Sur de Europa. Todo esto no son frases hechas, sino realidades. Tenemos un parque empresarial y tecnológico-científico como no lo hay en otra capital europea. Y a diez minutos andando del caso histórico más importante de España, con 560 empresas que facturan más de cuatro mil millones de euros y que dan trabajo a 30.000 sevillanos. Lo que noto es que en Sevilla no nos creemos el empresariado que tenemos aquí, los emprendedores que tenemos aquí y la cantidad de talento que tenemos en la ciudad

-Se ha valorado muy bien su plan de los serenos. ¿Qué hace falta para que cuaje y se extienda a otros distritos?

-Ayer salí de un concierto y me encontré a dos serenos que estaban acompañando a una chica que estaba cerrando la persiana de una tienda. A ellos se los dije. La clave para que funcione este proyecto es que se hagan imprescindibles. Que conozcan a los vecinos, a los comerciantes… Si ese proyecto funciona, que creo que va a funcionar, habrá que ampliarlo en el tiempo, más allá de los nueve meses actuales, y del casco histórico. El sereno da presencia, se hace visible, da compañía, se hace notar en una calle desierta y lleva un móvil para llamar a la Policía si ve algo raro. La Policía tiene una ayuda en el sereno. Desgraciadamente a esta ciudad le faltan 500 policías locales. Y aunque los tuviéramos no podríamos tener por la noche un ejército de policías en la calle. Por eso el apoyo del sereno, de ese agente cívico, es muy importante,

-Está gobernando con las cuentas de su antecesor, el ex alcalde Antonio Muñoz. Usted necesita las suyas propias para 2024. ¿Las sacará adelante con el PSOE o con Vox?

-Estamos en el trámite. El plazo de presentación de enmiendas acaba el día 5. A partir del día 8 empezaré a hablar de nuevo con los grupos para conocer sus enmiendas. Cualquiera que haya visto las líneas básicas del presupuesto verá que es muy asumible, muy votable. Cualquiera sabe que los problemas de la ciudad son la limpieza, la seguridad, el transporte público, los parques y jardines, el estado de los acerados… El mantenimiento en general de la ciudad. Creo que eso está fuera de la ideología política de cada uno. Presento un presupuesto que espero que cada grupo mejore, cada uno con sus ideas, y que podamos votar entre todos. No sé si me quiero apoyar en uno o en otro, cuando vea las enmiendas que me presenta cada uno decidiré qué tenemos que hacer. La ciudad no se puede quedar paralizada.

-Usted necesita del presupuesto para gobernar…

-Evidentemente. Yo no quiero solo limpiar la ciudad, quiero planificar muchas cosas.

-Su aliado natural, que es Vox, presentará enmiendas y le pedirá entrar en el gobierno. A usted no le veo con mucho entusiasmo de darle entrada a los concejales de Vox en su equipo.

-Bueno, no lo sé. Me gustaría seguir gobernando en solitario con ese presupuesto que pudiéramos ampliar entre todos. No sé al final lo que pasará.

-¿Es difícil alcanzar acuerdos con Vox en Sevilla? ¿Usted percibe que son de un perfil duro como en Madrid o se pueden llegar a entender en algún momento?

-No sé cómo son en Madrid. Aquí alguna vez en algún Pleno nos han apoyado algunas cosas y nosotros los hemos apoyado a ellos. Se puede hablar perfectamente. No soy de los que piensa que Vox es un partido de ultraderecha ni nada de eso. Nunca he escuchado a ningún representante o dirigente de Vox cuestionar nuestra Constitución del 78 o la Monarquía. Sin embargo, hay dirigentes de partidos que ahora son socios del PSOE a los que sí se les escucha todos los días cuestionar el régimen del 78 o nuestra Monarquía, la base de nuestra convivencia.

-¿Pero con el PSOE de Antonio Muñoz se entiende usted, no? Se percibe cordialidad institucional.

-Sí, entiendo que sí. Creo que podemos llegar a acuerdos en muchas cosas. Habrá que ver cómo influye en ellos el debate nacional…

-¿A usted le gustaría tener un secretario y un interventor más dóciles? Lo digo porque usted promueve nombramientos en dos puestos claves.

-No, no. No pretendo tener a gente dócil alrededor de mi. Vamos a quedarnos con una interventora que yo me la he encontrado. Lo único que planteo es por qué esta ciudad no aprovecha los instrumentos que le facilita la Ley de Grandes Ciudades para agilizar la el funcionamiento de la Administración.

-La Ley Arenas…

-Efectivamente, la Ley Arenas. De cuando fue ministro de Administraciones Públicas. Cierto. Hay ayuntamientos como el de Cádiz que tiene nueve habilitados nacionales. El de Málaga creo que tiene catorce o quince. En Valencia hay veinte. ¿Por qué tenemos solo cuatro en Sevilla? No lo entiendo. El Ayuntamiento de Sevilla tiene cuellos de botella, es muy lento a la hora de funcionar. Y eso se solventaría aumentando el número de habilitados nacionales. No quiero a gente dócil, quiero habilitados nacionales. No me quiero traer aquí a ningún compañero de partido. Ni a mi cuñado, ni a un amigo que conozco. Quiero más habilitados nacionales. Que en vez de una interventora haya tres o las que permita la ley. Que en vez de un secretario haya cuatro, o los que permita la ley. Tres tesoreros o los que permita la ley. Si la ley nos pone instrumentos para agilizar el funcionamiento de la administración, ¿por qué este Ayuntamiento no los aprovecha? Es mi planteamiento. Hay que llevarlo al Pleno y necesito mayoría. ¿Por qué no permitimos que el Ayuntamiento sea más ágil en su funcionamiento?

-¿El gremio del taxi es ingobernable? Alguna vez me han explicado que la clave es que es un servicio público de adjudicación privada. Se lo digo porque no sólo se echan en falta taxis los fines de semana sino los mediodías laborables.

-El taxi ha mejorado bastante con la llegada de los Cabify en el esmero y la atención. Estamos trabajando en la falta de taxis en esas noches. Hay muchos acontecimientos que se producen en Fibes y que la gente sale, pregunta dónde está la parada del Metro, la del Cercanías o la del taxi… Y no hay nada. No creo que sea ingobernable. En eso vamos a mejorar.

-Con la perspectiva de los años, ¿ha sido un éxito la política de peatonalizaciones? O hemos cedido terreno, como en la Avenida, a veladores y ciclistas. ¿Usted peatonalizaría más calles?

-Hay que ir caso por caso. En líneas generales las peatonalizaciones han funcionado. Hacen las ciudades más amables, agradables, paseables…

-No será por la sombra.

-No, no será por eso. Pero, bueno, también traeremos la sombra. La peatonalización de la Avenida fue un acierto del señor Sánchez Monteseirín, al que se le cuestionó mucho la iniciativa en su momento. El problema es que la Avenida está mal resuelta, hay que reordenar los espacios. Es una de nuestras propuestas. Me parece mal que en una Avenida supuestamente peatonal haya que estar pendiente de si te atropella un tranvía, una bicicleta o un patinete. O de si te comes un velador. El carril bici es el que más entorpece el paso peatonal. Pero mi idea es seguir peatonalizando siempre que sigamos haciendo aparcamientos en esta ciudad, que no se hacen desde hace años, y sigamos aumentando los autobuses en el centro, como la línea C-5 que vamos a recuperar. Hay zonas del centro que necesitan una solución, caso de la calle Águilas.

-Suponemos que usted no va a secundar el urbanismo duro que han seguido alcaldes de diferentes partidos, como Zoido en el Paseo del Marqués de Contadero, o anteriores alcaldes socialistas en la Plaza de Armas o en la gran explanada que hay delante de Santa Justa.

-O la propia Avenida… En la Avenida no se trabajó para generar zonas de sombra. Y esa solería… De estética gris, sucia, porosa que se ha puesto en los espacios públicos de Sevilla, ¡por favor! Es que va uno a otras capitales españolas… Lo que han hecho con la solería de la Plaza Nueva no tiene nombre. ¡No tiene nombre! Dicen que hubo que indemnizar a una persona. Bien, pero hay tratamientos para el mármol. Habrá que poner carteles para que no se pise cuando llueve. Pero lo que se ha hecho es para que cualquier sevillano visite la plaza y lo vea. Ese mármol tiene arreglo, pero hay que levantar la Plaza Nueva.

-¿Y qué se hace con la barbaridad de la reurbanización moscovita de Marqués del Contadero?

-En este momento hay algunos proyectos conjuntos con la Cámara de Comercio que estamos viendo para aligerar la estética del espacio con más sombra.

"Todo se está estudiando de cara a Semana Santa, no es un capricho del alcalde el quitar vallas o abrir bares"

-¿Le merece la pena levantar la Plaza Nueva por una mera cuestión de estética? Se lo digo porque tal vez ahora haya otras prioridades.

-No me voy a quedar con ese mármol. Hay muchas cosas que hacer en este mandato, pero es que la Plaza Nueva también se ha convertido en un párking de bicicletas y patinetes que no me termina de convencer. Tampoco se puede usar para mercadillos con cualquier tipo de estética. Eso se ha acabado.

-Eso me recuerda a los usos y abusos en la Plaza de España.

-Ya he dicho que no me gustan las carpas en la Plaza de España.

-Pero habrá que regular los usos.

-Estamos en ello.

-¿Y el Alcázar?

-Ahí hay más regulación. Hay tasas que pagar, se pueden dar cenas, pero sin copas; los horarios son estrictos. El Alcázar sí se ha preservado en ese aspecto. El modelo del Alcázar sería exportable a la Plaza de España.

-Y en una ciudad con tantos auditorios, ¿por qué nos empeñamos en la Plaza de España?

-Es que tampoco tenemos tantos al aire libre. El Rocío Jurado está desgraciadamente atascado. Espero que sea resuelva en estos años. No hay muchos espacios escénicos al aire libre. Hay que recuperar el auditorio Rocío Jurado para el disfrute de los sevillanos para preservar más la Plaza de España. Tampoco veo mal que se hagan cosas en la Plaza de España, lo que me parecen un horror son las carpas. Pero un concierto no lo veo mal. Usar ese espacio para dar una imagen brutal de la ciudad con esa plaza sería un recurso usado por cualquier capital europea.

-En menos de un año tiene una papeleta tremenda por delante con la macro-procesión jamás vivida en esta ciudad como colofón al II Congreso de Hermandades. Se unirán en un cortejo el Gran Poder, la Macarena, la Esperanza de Triana, el Cachorro… ¿El arzobispo le consultó previamente? Hay quienes están asustados en materia de seguridad.

-No me preocupa lo que movilicen esas hermandades de Sevilla y de varios pueblos. Me preocupa que coincide con el puente de la Inmaculada. La procesión es el día 8. Es lo que hemos hecho saber al Arzobispado. Es complicado cortar el turismo que venga a Sevilla ese día. Hemos visto lo que ha sido el último puente sin procesión… A lo mejor ese año hay que atrasar el alumbrado navideño. Habrá que organizar muy bien el itinerario de la procesión. Pero sí, el arzobispo me llamó.

-¿Ve un abuso en las procesiones extraordinarias?

-Bueno, ¿abuso? Veo que no podemos convertir lo extraordinario en ordinario. Habría que limitar un poquito algunas procesiones, sí. Y, sobre todo, tenemos que ir de la mano todos: el Consejo, el Arzobispado y el Ayuntamiento. Hay fechas en Sevilla en las que no caben más cosas, pero no porque no quiera el Ayuntamiento. El Ayuntamiento tiene que procurar la seguridad ciudadana de esas procesiones, de esos turistas, de los sevillanos, de la Navidad… Tenemos que manejar información con el tiempo necesario

-Es que en una década hemos cambiado mucho. Recuerdo una campaña municipal de 2012 para atraer turistas en verano. Esto se ha disparado en poco tiempo.

-Lo hablábamos antes. El turismo ya no es estacional. El efecto pandemia es mundial. No sabemos ya en qué fecha ir a Roma para estar cómodos. Es complicado.

-Le tengo que hacer un ruego. Que tensione a su equipo de cara a su primera Semana Santa. En 25 años hemos sufrido hasta cinco Madrugadas con tumultos…

-Estamos en ello.

-¿Le preocupa la Semana Santa?

-Claro, evidentemente. Estamos estudiando las medidas. Yo no soy un obseso de quitar vallas…

-A las vallas se ha referido usted.

-Sí. Creo que hay muchas vallas.

-Las piden las hermandades.

-Las piden y se pondrán todas las que pidan. Pero es que se han puesto muchas que no han pedido las cofradías. Y se han aforado calles sin mucho sentido. No entiendo esas cofradías pasando por calles vacías. Todo se está estudiando, no es un capricho del alcalde el quitar vallas o abrir bares. No me parece lógico que no me pueda tomar un café en la Madrugada como he hecho toda la vida.

-¿Un café?

-O una cervecita. Una copa, no. No tiene sentido que los bares de copas estén abiertos en la Madrugada. Pero que todo lo estudiamos con el Cecop, con el Consejo, con el Arzobispado. No habrá decisiones unilaterales.

-¿Tendrá su calle Antonio Burgos? A él le gustaba la plaza que se abre delante del Arco del Postigo.

-Estamos en conversaciones con la familia. Quedé con su viuda en hablarlo en los próximos meses.

-Sigue sin calle el cardenal Segura. Y no la tiene el ex alcalde Zoido.

-Es al alcalde que le tocaría ahora, efectivamente.